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La hora de dormir no me agradaba. Sabía que en cuanto cerrara los ojos las imágenes comenzarían a invadirme por horas hasta que llegara el momento de despertar. Esa noche no fue diferente. Pero sí hubo algo peculiar.
Podía ver a mis padres discutiendo en voz alta. Todo por encontrarme con Jeremy de la mano. Primero mamá exigiendo respuestas y al papá intentar calmarla salieron a relucir problemas sin resolver de su pasado. Yo sólo quería llorar tan alto para no escuchar cómo se estaban lastimando. Y a mí también.
"¡Eres lo peor que pudo pasarme en la vida!". Eso decía mi padre intentando hacerla sentir herida. Pero claro, estábamos hablando de mi madre. Larisa Novikova, que nunca se daba el lujo de verse débil delante de nadie.
"Pienso lo mismo. La vida de fugitiva con Erik sería mil veces mejor que esta maldita tortura". Puede que sólo se refiriera a él, a su matrimonio. Pero en medio estaba yo con diecisiete años de inseguridades y dudas, así que lo que se me vino a la cabeza era que se refería a mí. Que prefería estar con ese Erik antes de haber malgastado años aquí conmigo. Una hija a la que prácticamente dedicó la mitad de su vida cuando pudo haber vivido su juventud del modo que quería antes del que le tocó seguir.
Me llevo las manos a la cabeza sintiendo las lágrimas que me bañan el rostro. Quiero salir de aquí. No puedo seguir viendo esto, quería gritar. Dejar salir todo lo que me estaba lastimando desde adentro.
Así que eso hice cuando ya no lo soporté más. Grité y dejé que el calor saliera expulsado de mi. interior. El azul abrasador del fuego cubrió todo. Las paredes, las ventanas, los muebles. Todo hasta que sólo podía escuchar el crujido de la madera haciéndose trizas. De entre las llamas logré ver otro color. Un rojo intenso que me hizo abrir los ojos pensando sólo en una cosa.
—Alina. —parpadeo girando el rostro. Mis padres estaban mirándome desde la entrada del dormitorio.
Todavía era de noche. Me dolía la cabeza y todavía me sentía algo desorientada.
—¿Por qué me ven así?
—Despertaste gritando. —responde mamá.
Entonces recuerdo lo último que vino a mi mente en el sueño.
