La abogada Atenea Henson tiene que luchar entre un mundo de hombres que intenta constantemente hundirla.
Oliver Donovan compañero de facultad y actual miembro del buffet donde trabajo intentará ayudarla pero ella se niega alejándole de él.
Por muc...
Estamos en el coche de camino a la fiesta benéfica y estoy nerviosa, le he ofrecido la opción de no venir pero se ha negado en rotundo, puede llegar a ser un desastre o mantenerse un ambiente decente.
—Vamos a disfrutar la noche, no te preocupes ¿Vale?
Me da un pequeño beso justo ofreciéndome el brazo para caminar del coche hacia la entrada
—Vuelves a ser la chica más guapa de todo el evento
—Callate
Murmuro avergonzada con una risa tonta
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—¡Bienvenidos! Pasen por la zona de entrada donde se les harán unas cuantas fotos y una pequeña entrevista. Es un placer tenerles aquí
Agradecemos y escuchamos ya el sonido de las cámaras, casi todos los peces gordo de la ciudad están aquí esta noche. Tras un par de fotos y nos aseguran que dentro harán más pasamos al interior donde canales de noticias están cubriendo el evento
—Vaya, está maravillosa está noche y usted muy elegante ¿Que se siente al forma parte de un acto tan importante
—Para nosotros es todo un honor, siempre se recauda mucho en este tipo de actos y te ayuda a ver a viejos amigos
Me apresuro a decir por qué Oliver no parece muy enfocado
—Se murmura que van a haber cambios en el bufete ¿Cómo llevas la noticia de compartir el mando? Ha debido ser impactante conocer que hay otro Donovan
Nos quedamos helados al ver que ha tardado menos de 24 horas en filtrarse la noticia
—No será necesario nada de eso, gracias
Doy por finalizada la entrevista y le arrastró hacia dentro del salón
—Esto es una puta basura
Aprieto más fuerte su mano para que se quede tranquilo pero parece histérico y entiendo que no es para menos
—Estaremos lo justo para saludar, que nos vean un poco y nos vamos
Me acojona que vayamos de la mano en un acto público pero si le suelto probablemente sea como un terremoto que arrase con todo
Nos van saludando brevemente, hablando banalidades, me acuerdo de golpe que mañana a las doce tenemos un Brunch con una clínica de estética
—Y una mierda...
Murmura soltando mi mano y sin cuidado se abre paso entre la gente, me cuesta seguirle el ritmo por qué yo trato de no empujar a todo el mundo y llevo unos tacones que parecen agujas así que tras avanzar unos metros veo que Teo se ha presentado aquí, Chantal y Philip tampoco parecen muy contentos
