Parte 4

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“Mónica…” “Mónica, ¡Está reaccionando!” Mónica salió de su trance. Efectivamente, Luzu fruncía el seño, intentando recobrar la conciencia. Inconscientemente comenzó a apretar la mano de Auron, que yacía entre la suya. Poco a poco sus ojos se fueron abriendo, perdidos en un comienzo, ellos se habían asegurado de que la iluminación fuera tenue, y las cortinas estaban cerradas, para no lastimar al castaño.

Habrá durado un par de minutos forzando su vista e intentando ver. Poco después volvió a cerrar sus ojos y la fuerza que ejercía en la mano de Auron se esfumó.

“Luzu… ¿Que ha pasado, por qué…?”

“Tranquilo Auron, se ha quedado dormido, debe de estar muy débil. Déjalo descansar.” Dijo Mónica al tiempo que se levantaba de su asiento. Comenzó a observar la habitación y varias cosas pasaron por su cabeza. “Hey…” Se volteó hacia su actual "marido", para decirle una última cosa antes de irse. “Va a necesitar un sanitario cerca, no está en condición para bajar o subir esas escaleras. Piénsalo…” Dicho eso, salió de la habitación y se dirigió al área de cofres. Necesitaba prepararle una buena comida, se imaginaba que estaría hambriento, así que sin perder más tiempo se fue a lo suyo.

Auron se quedó un momento pensando en lo dicho por Mónica, y tenía razón. Debía darse prisa. Observo su inventario y a falta de material también bajo al área de cofres, no sin antes dejar un pequeño beso en la frente del castaño. “Regreso en un momento…”

Observando sus cofres se dio cuenta de que no tenía materiales para el área en cuestión. Por lo que se dispuso a tomar karmacoins y salió a comprar aquello que le hacía falta. La ventaja de vivir en el centro de Karmaland, era que el viaje tomaba menos de 5 minutos. En el corto trayecto pensaba como podría hacer tal construcción. No quería hacerlo en el mismo espacio que ya tenían construido por temor a que quedará demasiado pequeño y se sintiera cierta claustrofobia dentro del lugar, por lo que pensaba ensamblar una habitación adicional. Y para no dañar la apreciación visual que ya tenía su estructura llegó a la idea de modificar por la parte posterior de la habitación. Así sería más sencillo el integrarlo.

Muy bien, estaba ya decidido. Se apresuro a llegar a casa y tomo todo lo necesario. Subió a dónde se encontraba el castaño y siendo lo más cuidadoso posible comenzó con la abertura de la pared. Para proseguir a colocar las losas, paredes, tejado y todo aquello que conforma el lugar deseado. Mientras realizaba tal acción, cada cierto tiempo volvía a entrar a observar el estado del chico. Asegurándose de que estaba realizando un buen trabajo al no perturbar su descanso.

Al llegar el atardecer, vio logrado su cometido. Y se sintió orgulloso. Retomo su lugar junto al castaño y a los pocos minutos Mónica volvía a hacer acto de presencia en la habitación. Traía una charola repleta de comida. “Venga, come, hay suficiente para los dos. Para cuando despierte.”

Auron agradeció en demasía el gesto de su “prometida” y se acercó a ella con la intención de darle un beso. A lo cual Mónica se alejo. “No, gracias.” Fue su única respuesta y se retiro.

Auron, se mosqueo como siempre. No entendía que le pasaba a Mónica.  Cada que trataba de ser algo meloso con ella, se retiraba al instante. Pero bueno, ese sería tema de otro día.

Comenzó a comer de lo traído recientemente. Y lo degustó como si fuera un manjar traído por los Dioses. Era estupendo.

Al poco tiempo, cuando ya había terminado su parte de la merienda. Luzu comenzó a abrir los ojos, Auron se emociono y se acercó a la cama. El castaño se sujeto la cabeza, dándole a entender que le dolía. “¿Te encuentras bien mi niño?”

Luzu le dirijo la mirada, la bruma de confusión aún no desaparecía de sus ojos. Pararon unos minutos y Auron no obtenía respuesta alguna. “¿Luzu…?”

“¿Quién…. Quien eres…?” le veía confundido. Comenzó a mirar a sus alrededores. Y su rostro se torno de confusión a ansiedad. “¿Dónde estoy? ¿Por qué me trajiste aquí? ¿Qué vas a hacer conmigo?” Sus ojos comenzaron a cristalizarse. Trato de alejarse pero el dolor de su cuerpo no se lo permitió. “¿Qué me has hecho?”

Auron le abrazo en un impulso. “Tranquilo, solo quiero ayudarte.” Al principio el castaño trato de zafarse del agarre. Pero no sintió ostilidad por parte del otro y comenzó a relajarse, aceptando aquella muestra de afecto.

“¿Quién soy…? ¿Por qué quieres ayudarme…?” El castaño escondía su rostro en el cuello del moreno. Se sentía protegido en esa posición. Como si estando en brazos del moreno nada pudiera lastimarle.

“¿De verdad no puedes recordar nada?” Sintió el movimiento negativo debajo suyo. El castaño estaba a punto de comenzar a llorar. “Tranquilo, yo te lo explicare, ya verás que pronto recobraras la memoria.” Le decía al tiempo en que acariciaba su espalda. Intentando darle consuelo. “No te preocupes.”

“¿Quién eres…?” Apenas audible realizó la pregunta.

“Me llamo Auron, nos conocimos hace algún tiempo cuando llegue a este pueblo. Luzu… tú fuiste el primero en ayudarme aquí. Siempre eras muy amable, y con una hermosa sonrisa en tu rostro a cada momento.”

“¿Luzu…? ¿Ese es mi nombre?”

“Correcto mi niño” Auron estaba disfrutando la cercanía con Luzu, pero le dolía el verlo tan herido, tan frágil. Él nunca se había mostrado ante el de esa manera.

“Auron… que nombre tan curioso…”

“Jaja lo sé… Raúl es mi verdadero nombre. Pero me gusta más que me llamen Auron. Eh tenido el mote la mayor parte de mi vida. Y ya se me ha hecho costumbre.”

“Ya veo…”

Yo responderé todas las preguntas que tengas. Pero primero debes de comer algo, toma” Auron se separó un poco para acercarle la charola que había traído Mónica anteriormente.

“¿Puedo…?”

“Pero claro chaval, si todo esto es para ti.” Auron observo como el castaño comenzar a ingerir los alimentos y como su rostro recobraba un poco de color. Inconscientemente se dibujo una sonrisa en su rostro. Y sobre sus hombros se desvaneció la incertidumbre y la preocupación que venía sintiendo desde los últimos días.

“Mmm… ¿Sucede algo Auron?” El castaño había sentido la mirada del moreno, y no pudo seguir comiendo debido a lo insistente de esa sensación…

“No sucede nada mi niño, me alegra mucho el verte despierto, y con ganas de recuperarte.” Luzu, no entendía muy bien sus palabras. Así que solo asintió y siguió alimentándose.

“¿Qué fue lo que me pasó…?

“Te lo contaré mañana mi niño, ahora ya es tarde y debes de descansar.” Dijo al momento de levantarse con la charola en mano. Y proceder a dirigirse a la salida.

Antes de completar su acción, sintió un tirón de su sudadera. Se giró ligeramente y se sorprendió gratamente al observar que era sin más ni menos, su niño, el que le estaba deteniendo el avance. “¿Sucede algo Luzu?”

“¿Te… te veré mañana…?” Lograba observar temor en su mirada. Provocándole una punzada en su corazón. Dejo la charola a su costado. Y se acercó hasta el más alto. Se colocó a su altura y sin más le abrazo.

“Tranquilo, estaré contigo desde primera hora del día.” Se levantó, colocó un beso en su frente y salió de la habitación, dejando a un Luzu, completamente confundido.

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Me eh puesto algo soft con este cap xD

Agradezco mucho a los que se mantienen en esta historia loca de mi autoría. Se les quiere 🤭



Entonces... Where stories live. Discover now