EL ARCÁNGEL MAYOR

¡EL ATAQUE!!

• ¡NOS ATACAN!

Era lo más escuchado desde afuera de la mansión de Mammon, se escuchaban estropicios, gritos por todas partes. Sabían que había un ataque por que los guardias que resguardaban el lugar estaban estáticos pero su tortura mental y física era evidente apesar de lo estáticos que estaban, era como el castigo que empleaba Eliette solo que esta vez los debilitaba en cuerpo convirtiéndolos en la simpleza de la humanidad para así atacarlos con facilidad.

• ¡¿QUE ESTA PASANDO?! (pregunto Mammon exaltado, a los únicos que se encontraban en la sala con las manos agarradas ya que no tuvieron el tiempo suficiente de reaccionar, todo paso muy rapido una acción que Mammon no pasó por alto cuando vio a Assim y Eliette agarrados tratando de soltarse con un intento de disimulo sin exito)

• No sabemos... (responde Assim a Mammon, quien lo mira y medio sonríe volviendo su mirada hasta la puerta) iré a ver.

Y sin más se dirigieron los tres con precaución hasta la puerta, tratando de enfocar su mirada en el profundo bosque que había más allá pero nadie vio nada, solo Assim.

• ¡Maldición! (Susurro Assim confundido y molesto)

Nadie veía nada excepto él y esto pasaba por una simple razón, era una tercera parte de la legión del éste de Miguel. Enseguida unos pasos presuroso se escucharon desde arriba, dejando ver a un Nassim, preocupado, pues sabía lo que estaba pasando, había visualizado al ejército de Miguel.

Cuando eres parte de un ejercito y este se presenta de manera desmaterilizada e invisible para los que no son miembros de este, lo puedes ver si haces parte de él y su máximo líder, sabe cada uno de sus movimientos y perdidas de cada uno sin necesidad de contarlos incluso localizaciones, son beneficios que se les otorga a los máximos, al general, pero Assim no podía percibir del todo eso, debido a que no cien por ciento pero si una parte de su poder estaba limitado, por el lugar en donde estaba y por el sacrificio que estaba haciendo, aunque claramente este le será devuelto una vez salga de aquel lugar, "con vida", sin embargo las habilidades o poderes que aún tenían eran suficientes para pelear encontra de alguno de sus subordinados, pero no lo suficiente para pelear contra alguien superior o de igual poder.

• ¿Que hacemos? (Pregunto Nassim mirando a Mammon, pero en realidad la pregunta iba dirigida a quien estaba a su lado, Assim, quien estaba preocupado y confundido, no sabía ¿como diablos estaban ellos allí?, ¿quién coño los mando?, estaba lleno de interrogantes)

• No veo nada (agregó Mammon) iré a llamar a una parte de mi ejército (agregó sacando el celular de su bolsillo) encárguense de que no pase a mayores (dijo alejándose, dejando a aquel grupo con su mirada fija hacia donde estaban los ataques)

• Yo si veo... (agrego Eliette, haciendo que los dos hombres a su lado la miraran sorprendidos) hay diez hombres (agregó mirandolos) ¿enserio no los ven? (Estos dos quedaron por primera vez desde que estaban allí sin palabras que decir, cruzaron miradas para ver si con ello encontraban una respuesta que decirle, si la verdad o negar)

• Yo veo sombras (mintió Assim)

• Yo igual (agrego Nassim mirando a su amigo) se ve muy borroso

• Yo veo hombres

• Son tus habilidades... preciosa (agregó Assim sorprendiendo con el último adjetivo a Nassim quien no quito su mirada de su actual objetivo, los hombres que estaban estáticos pero torturando a los guardias y también sorprendiendo a Eliette, quien se sonrojo pero le gustó que la llamara así delante de su amigo, este se acercó y beso sus labios en un acto corto y casto) necesito que canalices tus emociones (le dijo una vez se separó de sus labios, pero seguia con su rostro acunado en sus mano, estaba evidentemente preocupado que esta no se fuera a descontrolar) ellos aunque sean pocos son muy peligrosos, saben aprovecharse de cada emoción, tampoco te confíes en la cantidad, uno solo es lo suficientemente peligroso.