Pokémon Mundo Misterioso: Fragmentos Dimensionales

Capítulo 1 - La Reliquia de Piedra

Frente a la entrada del conocido Pokégremio de Exploradores, un Shinx se dedicaba a observar el flamear que producían las antorchas que iluminaban ambos costados de la entrada.

Un poco más cerca de su sitio, una reja del diámetro suficiente como para que la mayoría de Pokémon pudiera pararse sin problema se interponía entre él y la entrada del establecimiento.

— Hum... —murmuró antes de comenzar a caminar de un lado a otro, deteniéndose de nuevo frente a aquella reja.

Miró un momento más antes de suspirar y acercar su pata lentamente al enrejado del suelo.

— ¡Pokémon detectado! ¡Pokémon detectado! —escuchó salir de debajo, sobresaltándose y retrocediendo un par de pasos. — ¡La huella es de Shinx! ¡La huella es de Shinx!

Escuchar que su huella había sido reconocida le hizo apartarse aún más, dirigiendo la vista hacia las escaleras que momentos antes había utilizado para llegar a donde estaba.

Se sentó decepcionado, tomando con su pata derecha un objeto que colgaba de su cuello como si de un collar se tratase.

— Parece que no puedo hacerlo... —se dijo a sí mismo mientras veía la pequeña roca sobre su pata. — Creía que hoy lo conseguiría, pensaba que mi talismán me inspiraría.

Suspiró con tristeza antes de levantarse, llevando su atención a la bajada que tenía por delante.

— No soy capaz de entrar... —murmuró pasando su mirada por la entrada del Pokégremio antes de comenzar a bajar las escaleras.

Concentrado en su labor de descenso, no se percató del par de Pokémon que salieron a sus espaldas, observándole.

— Eh, Zubat... —habló uno de ellos dirigiéndose al contrario. — ¡¿Lo has oído?!

— Y bien que lo he oído, Koffing.

— Ese Pokémon enclenque que andaba dando vueltas por aquí, llevaba algo interesante, ¿verdad? —continuó diciendo, sin apartar la vista del Shinx, que estaba por finalizar la bajada.

— Se veía perfectamente que llevaba algo —respondió seriamente. — Parecía valioso.

— ¿Le seguimos? —cuestionó al ver que aquel Pokémon se alejaba en dirección a la playa.

— Venga.

Mientras tanto, el Shinx siguió avanzando por el marcado sendero que conducía directamente a la playa.

No se detuvo aun cuando sintió la arena bajo sus patas, observando las burbujas que flotaban a su alrededor y deteniéndose finalmente para prestarles mayor atención.

— Qué vista tan espectacular. Cuando hace buen tiempo los Krabby salen a soplar burbujas... Me gusta ver cómo se reflejan los últimos rayos de sol... Siempre me impresiona —se dijo a sí mismo, centrando su vista en una de las múltiples burbujas.

Una vez que ésta se alejó en dirección al mar, pasó a mirar la marea.

— Siempre acabo viniendo a este lugar cuando siento lástima de mí mismo —dijo en voz baja. — Pero una vez aquí me siento bien, este sitio me reconforta.

Sonrió tímidamente para luego seguir con la vista el rastro de arena húmeda que dejaba la marea, mostrándose intrigado al notar algo que no parecía ser normal en aquella playa. Empezó a acercarse lentamente, aumentando su velocidad al reconocer de qué se trataba.

— ¿Qué ha ocurrido? ¿Estás bien? —preguntó rápidamente mientras sacudía con su pata al Pokémon frente a él.

El Pokémon sobre la arena pronto se revolvió con molestia, logrando levantarse tras unos segundos.