Bajo el filo del alba.

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Alejado del pueblo, en medio de la enorme arboleda del bosque, justo pegada a una posada, se hayaba una agradable y gran taberna. Sus paredes de piedra musgosa por fuera se mimetizaban con el ambiente natural de afuera, pero por dentro, lo rústico, la magia y la cerveza se mezclaban en un agradable ambiente que atraía a todo tipo de criaturas, algunas separadas en grupos o mezclados, todos en la noche siempre son amigos. Las mesas redondas de madera de roble manchadas por la comida, la bebida y la sangre de las armaduras de algunos de los clientes eran limpiadas por las empleadas del lugar, que siempre tenían problemas con los que se querían pasar de la raya con ellas. Mientras tanto las risas de todos, los gritos, los chismes y las canciones del bardo inundaban por completo los oídos de todo aquel que entrara al lugar.

En la barra, apoyados contra esta y sentados en los cómodos taburetes, pedían cerveza unos caballeros de armaduras negras y detalles dorados se encontraban charlando de sus grandes hazañas, cada una más impresionante que la otra solo para sorprender a la mujer de cabellera pelirroja, pecas y orejas puntiagudas que les servía la cerveza y la comida, la cual solamente sonreía y asentía ante lo que los borrachos le comentaban, pues obviamente no estaba muy interesada en mezclarse con todos ellos.

— Entonces, agarré mi espada y ¡Zas! —El ligeramente ebrio soldado rubio y con canas, hizo un movimiento con su mano simulando un corte espada, golpeando la barra con esta y haciendo saltar a la elfa— ¡Le corté la cabeza al ogro!

Sus compañeros a su alrededor se reían de él, negando y burlándose.

— Oh no, esta mintiendo otra vez —A su lado, un muchacho joven de cabellera castaña y una notable cricatriz en su mejilla izquierda le dio un par de palmadas en la espalda— El viejo comandante no pudo ni levantarse luego de que el ogro lo pateó ¡Hubieras visto lo lejos que lo lanzó!

— Mierda, esa misma noche tuvimos que aguantarlo quejándose de que le dolía la cadera —Acotó un muchacho rubio del otro lado del comandante, dándole un largo sorbo a la cerveza de su jarra metálica, era el más joven del grupo.

— ¿Cómo pudo sobrevivir al golpe de un ogro...? —La chica pelirroja detrás de la barra se sintió curiosa por aquello.

— Con esto —El joven de la cicatriz se golpeó un par de veces el pecho con sus nudillos, tocando el peto de la armadura— Las armaduras oscuras no son solo para vernos más guapos, bonita —Luego de eso, le guiño el ojo a la chica, la cual rió avergonzada y se sonrojo.

— Vaya, ¿O sea que es verdad que están hechas del acero de los drow? —Toda la atención de la mujer quedó en el muchacho de la cicatriz, terminando por quedarse apoyada en la barra justo frente a él.

— Así es —Alzó su jarra y luego bebió de esta, terminándose toda la cerveza de golpe— Y como sabrá una elfa tan bonita e inteligente como tu, ese tipo de elfos son bastante salvajes y complicados para los negocios, así que cada vez que hay que extraer metal para nuevas armaduras me mandan a mi y a mis mejores hombres para poner orden en las minas.

— Vaya, eso es muy valiente de tu parte —La pelirroja apoyó su codo en la barra y recargó su cabeza en su mano, mirando con atención al soldado, quedando con su cuerpo inclinado sobre la barra— ¿Esa cicatriz te la hicieron en las minas?

El soldado se quedó callado unos segundos, bajando su mirada hasta la jarra frente a él, poniéndose bastante tenso. La elfa notó su comportamiento, dándose cuenta de que tocó una fibra sensible.

— ¿Conoces a los guardianes del alba? —Retomó la palabra el comandante, mirando el interior de su jarra— Esos hombres y mujeres de piel pálida, cabello blanco y ojos rojos como una luna de sangre.

La pelirroja se sorprendió ante esa respuesta, mirando a los demás soldados con el ceño fruncido. Claro que conocía a los guardianes, todos habían tenido un encuentro, los habían visto de lejos o habían leído algo sobre ellos. A cualquiera que le preguntara acerca de los guardianes, recibía la misma respuesta: "Son bestias, no son nada que podamos encasillar con sencillez, pues además son los seres más misteriosos y a la vez, más peligrosos con los que te puedes cruzar. Uno solo de ellos puede matar al más enorme de los orcos apenas usando sus cuchillas especiales, dos de ellos le hacen frente a dragones rojos sin mucho problema, y un grupo de ellos pueden derrotar a un ejército completo de caballeros oscuros." Siempre creyó que eran exageraciones de viajeros que con un simple susto huyen despavoridos, pero oír tantas cosas le produjo un cierto respeto hacia esas extrañas criaturas.

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⏰ Last updated: Dec 26, 2022 ⏰

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El GuardiánWhere stories live. Discover now