5. El chico y un impulso condenado

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Mi corazón late tan rápido que temo que estalle de un momento a otro. Ahora soy incapaz de mantener la vista al frente, no se diga mirarle. ¿Tiene que pasar todo esto mientras oigo una explicación de trigonometría?, me lamento penosamente.

Un ruido sordo —libros cayendo desde cierta altura— me arrancan de mi ensimismamiento. Renjun me mira con una sonrisa dulce, pero mi única respuesta es palidecer ante ella. Me ataca un repentino vértigo, y casi me aferro a la mesa para no estampar la cabeza contra ella.

—Jae, ¿estás bien? —pregunta preocupado. Toma mi rostro entre sus manos, y su semblante refleja leve miedo a causa de mi mala cara—. ¿Te acompaño a la enfermería?

—No, no —digo negando con la cabeza—. Estoy bien. Solo... Solo me ha dado un pequeño mareo. Pero no es nada, de verdad.

A pesar de no lucir especialmente convencido, se encoge de hombros y ocupa el asiento a mi lado. Nos sentamos juntos en coreano, la siguiente clase, e inglés. Siendo sincero, no sé si prefiero que se siente a mi lado; no quiero verlo junto a Yukhei, pero tenerlo tan cerca no sé si ayuda en este preciso instante.

Me mantengo en silencio esta clase y todas las sucesivas, incluso en el camino de vuelta a casa. Él tampoco habla; parece haberse tragado la historia del mareo. No obstante, trato de mantener a una distancia prudente, previniendo un nuevo ataque de vértigo y el estallar de mis venas por la presión que siento.

Ojalá hubiese vuelta atrás... pero tengo la sensación de que no la hay.

 pero tengo la sensación de que no la hay

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Admitir que te... te gusta alguien es aún peor que ignorarlo. Llevo sospechando esto desde esa tarde en su casa; no era normal lo mucho que picaban mis dedos por tocar su piel, exactamente igual que ahora. Pero mentir no me llevará a ningún lado, por mucho que odie el revoltijo de emociones incorrectas que puedo enumerar.

Ha pasado una semana y un par de días desde esa fatídica revelación y la hoguera no ha hecho sino avivarse, igual que las raíces de este sentimiento se han fortalecido; están incrustadas tan profundamente que me parece extraño que sea algo reciente.

Si este es el primer paso hacia el amor, maldigo a todos los autores que me hicieron cuestionarme. La ignorancia es mil veces mejor.

Renjun... ¿Por qué él? Podría haber sido cualquiera: una chica linda del curso o algún compañero agradable de clase. Hay múltiples opciones para escoger, y mi corazón se ha decantado por la única totalmente vedada. Yo adoro la amistad que tenemos; ¿por qué tengo que romperla a fuerza por culpa de mi propia estupidez? No puedo hablar con él igual que antes, pues los nervios me carcomen por dentro sin remedio; no puedo pellizcar sus mejillas para molestarlo, ni bromear, porque pequeñas verdades escapan de mi boca.

Sin embargo, la práctica lleva a la perfección, y hoy por fin he conseguido calmar mínimamente mis latidos desbocados. En este instante estoy sentado junto a él en inglés, y logro focalizar mi atención en la clase. Es un verdadero avance, ya que he decidido que, si no puedo desvanecer estos sentimientos, quizá pueda controlarlos.

❛Rose in love❜ | RenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora