El escritor

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—Mamá, ¿que ha..? —preguntó Eva bajando por las escaleras con ayuda de sus muletas al escuchar el grito, interrumpiéndose al ver a su amiga en la puerta.

Las tres estaban inmóviles, sin saber que hacer. Una enfadada; otra aterrorizada; la otra, confusa. La segunda fue la primera en romper la inmovilidad, dejando pasar a la primera y cerrando la puerta tras de ella.

—Eva, cariño, siéntate junto a Maialen, por favor, tengo que hablar con vosotras —pidió llevándose las manos a la cabeza.

La morena asintió sin rechistar y la obedeció, tomando asiento junto a su amiga, realmente confusa al ver un papel en su mano y un semblante triste y angustiado. ¿Habría suspendido algún examen y venía a reclamar? No lo creía, ella no era de sacar malas notas. Y creyó no haberla visto así de enfadada y triste en su vida. La miró a los ojos y juró ver algo roto dentro de ella. Algo que podría haberla estado atormentando durante mucho tiempo.

En un acto reflejo, la cogió de la mano y entrelazó sus dedos, intentando apoyarla en cualquier cosa que pudiese hacerle sentir así. Recibió una pequeña sonrisa por su parte, agradeciendo el apoyo inconscientemente.

—¿Y bien? Creo... creo que me debes... algunas explicaciones... bueno, nos debes —dijo Maialen con la voz temblando dirigiéndose a Noemí y mirando a Eva.

—Desde luego —contestó recuperando la compostura y cogiendo una silla frente a ellas.

—Me... ¿podéis decirme qué está pasando? Me estáis asustando —pidió Eva tres veces más confusa que antes.

Noemí inspiró todo el aire posible y lo soltó todo entre llantos, gestos muy violentos y palabras no aptas para niños pequeños.

—Tu padre y yo fuimos felices durante años, hasta que el poder empezó a llamarle la atención. De un momento a otro... acabó importándole más su trabajo que su propia mujer. Trabajaba y trabajaba para poder llegar a tener el control por completo, quería llegar a la alcaldía... fuese como fuese. Llegó un día en que lo despidieron... y Nina, que por aquel entonces éramos muy buenas amigas, le consiguió un trabajo en su empresa. No era demasiado lujoso, pero era más que suficiente para solventar nuestras vidas. Entonces, empezó a ser el de antes, era más amable, pasábamos tiempo juntos, compartíamos vida de nuevo, y decidimos tener una hija.

Tuvo que parar para tomar aire, con el corazón encogido al ver a sus hijas mirándola con penuria.

—Me quedé embarazada y pocas semanas después... Joe empezó a cambiar de nuevo, pero a peor. La empresa para la que trabajaba Nina era corrupta. Y le prometieron a tu padre muchísimo poder y la posibilidad de derrocar al alcalde. Se moría de ganas de ir a por Tinet, que por aquel entonces era él quien mandaba. No era demasiado querido por el pueblo, ni él, ni su partido, por lo que vieron una oportunidad perfecta para acabar con él y permitirle a Joe liderar. Pero no contaban con el factor Iván, pues su partido era realmente bueno, inclusivo y miraba de verdad por el pueblo. Poco a poco fue siendo más querido y apoyado por todo el mundo, lo que hizo que en las siguientes elecciones que hubo... saliese seleccionado. De hecho, Iván fue el alcalde más joven que tuvimos en villa-labanda, desde los veinte años que empezó a liderar un pueblo entero. Y es que le querían tanto, que se renombró la ciudad en honor a él y a su padre, que era una persona abnegada dedicada única y exclusivamente a ayudar al pueblo.

Al ver que se estaba yendo por las ramas, se disculpó y volvió al tema.

—A lo que voy es, a que Joe perdió una oportunidad magnífica para poder acceder a la alcaldía. Desde que está Iván, nadie ha tenido queja, pues lo lleva muy bien. Pero claro, no se iban a conformar con un don nadie en el poder, y se pasaron meses maquinando planes para hundirlo. Nunca lo consiguieron. Yo me enteré por las malas, y además siendo amiga de Iván, lo defendí ante Joe, por supuesto, pues no quería estar con una persona tan vil y cruel. Y me dejó. Me abandonó. Y en cuanto se fue, me amenazó, diciendo que el bebé se lo llevaría él y que crecería sin madre. Y si algún día se llegaba a enterar de que descubría la verdad, estaríamos en peligro tanto ella como yo. Entonces no puse resistencia. Ganó. Y yo no pude hacer nada para evitarlo

Sabor de amor | OT 2020Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang