Siempre vivió con el miedo de ser abandonado. Si alguien cualquiera de la calle se acercara a él para preguntar sobre su mayor miedo, de forma instantánea diría que es quedar solo sin que nadie le quiera o se acuerde de su miserable nombre. Miedo a ser olvidado por las personas que le criaron la mayoría de su vida.
No es como si la vida de mark fuera una porquería que nadie le quisiera, muchos lo hacían. Pero cuando estás lleno de terror con una idea que tu mismo te formaste para torturar tu mente, cosas simples no pueden ser notadas y llevan al olvido, tal y como su miedo para todo lo que sea Lee mark.
Esa es la razón que daba todo por los demás. Siempre haciendo lo que querían aún cuando le parecía algo terrible de hacer o el miedo se apoderaba de su sistema. Cuando todo en su cabeza gritaba que no hiciera lo que ese pequeño y dulce ser le pedía, era ignorado y finalmente completaba el capricho del chico.
Aquí es cuando pasamos al encuentro que mark tuvo con donghyuck una noche. El primero fue con sus amigos a una fiesta y él prefirió irse del lugar, odiaba el ambiente tan ruidoso. No era violento, pero si pudiera; golpearía a toda esa gente y al aparato del demonio sólo para poder obtener paz. Cuando trataba de huir, vio a un chiquillo con cabellera rosa. Estaba con sus cejas fruncidas y abrazaba una especie de mochila con forma de conejo rosa. Al instante le pareció adorable y fue todo demasiado cliché; porque se enamoró del chico.
Se acercó al pequeñito y era dos años menor que él. Adorable a todo su esplendor.
No todo siempre es lo que parece y las personas deberían aprender que no siempre el primer amor es un triunfador.
Mark aún recuerda lo enojado que estaba el chico con su mejor amigo porque no le dejo entrar a la fiesta. Recuerda tantas cosas y el como aquel pelirosa lloraba por tener un mal hermano como la estrella de esa maldita fiesta.
Mark aún recuerda cuando el pequeño gritó que deseaba ver a su hermano muerto.Y ahí fue cuando todo comenzó. Cuando el mayor le propuso matar a su hermano aquella madrugada con la condición de que no le dejaría solo.
Ambos mataron al hermano mayor. Ambos comenzaron a salir esa misma noche.
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—Esto es aburrido —bufó el ahora pelirojo donghyuck —. Odio a mi madre, es una perra que se queja de todo al igual que papá.
Mark le entregó un sándwich para que su novio pudiera echarle algo a su gruñón estómago. Cuando el menor giró su cabeza para ver qué le daba, la expresión que puso fue de asco.
—No me gusta el sándwich de pollo —se recostó en el sillón —. Demasiado seco para mi gusto.
—Oh, vale —bastante tímido se deshizo de eso —. Iré hacer otro. Tu mientras tanto cuéntame que sucedió ahora.
—Como quieras, de todas formas no tengo hambre —cruzo sus brazos y le echo un rápido vistazo al mayor, dándose cuenta de la carita de cachorro que tenía —. ¡No me mires así, markie! —chillo molesto aunque una sonrisa se instaló en su rostro bastante rápido —. Olvida tus malos intentos de sándwich, ven aquí y abrazáme.
