Ateez Oneshots

Casilla 6 - Seongjoon

Un mes, diez días, doce horas y seis minutos después del día que él llamaba "el susodicho día que no debería de haber ocurrido nunca", Seonghwa permanecía mirando el gran árbol que se erguía delante de él. Se situaba en el parque intentando analizar qué cosas eran las que, si no hubieran sucedido, la tragedia no habría vuelto a su vida tiñéndola de nubes negras.

Se encontraba allí solo y nadie lo buscaría. Tenía sus ventajas. Nadie lo iba a reñir, nadie lo iba a molestar, nadie iba a decirle nada y podría hacer lo que quisiera sin que nadie más que él pagara las consecuencias. Cerró los ojos para sentir mejor la brisa de aquel triste día de otoño. El árbol, como él, se había quedado solo, ya no tenía hojas de las que preocuparse.

- ¿Te acuerdas de la primera vez que vinimos aquí?

Si no se hubiera quedado dormido. Si alguien más que él se hubiera dignado a ayudar a aquella pobre anciana a la que se le había caído toda la compra. Si no hubiera llovido ese día. Había tantos si no...

- Sí, claro que me acuerdo, ¿cómo lo iba a olvidar?

- No lo sé, fue hace mucho tiempo. 

- Nos conocimos ese mismo día. Nunca podría olvidarlo.

- Estábamos a punto de entrar en secundaria y ahora... acabamos de terminarla. 

- Tenías tus playeras desatadas.

- ¿Por qué recuerdas esas cosas, Seonghwa? Parece que siempre quieres reírte de mí adrede.

- No es verdad. Es que gracias a eso nos conocimos. Gracias a que eres un desastre.

- No sé si tomarme eso como un cumplido o como un insulto.

- Siempre, como un cumplido. Eras el único de toda secundaria que tenía las playeras desatadas. Te dije que te las ataras y fui a clase, pero aún así te las ideaste para llegar tarde.

- Pero saliste a mi defensa cuando el profesor iba a reñirme. Sigo sin saber por qué. Desde el primer día, había rumores tuyos  por todas partes. El chico guapo solitario y callado. Las chicas del instituto estaban todas locas por ti.

- ¿Y qué más da eso? A mí ellas no me interesan. Tú eras interesante. Eras diferente. Tenía curiosidad.

- Me alegra ser un desastre entonces, si no nunca habríamos sido tan amigos.

- Hongjoong.

- ¿Sí?

- Tengo que volver a casa, pero si quieres volvemos a vernos mañana. Tenemos todo el verano por delante.

- Y toda la vida, amigo mío. 

- Pero... hay algo que quiero hablar seriamente contigo.

- ¿Por qué no me lo dices ahora?

- Tengo que irme. Mañana a las cinco en la parada de bus.

- Okey.

Si se lo hubiera dicho ese mismo día, al día siguiente no se habría levantado con su corazón latiendo a toda prisa. No habría ido a comprar un ramo de sus flores favoritas. No se habría vestido con su mejor traje. No habría ido a la tumba de sus padres a contarles todo el plan que tenía para aquel día. No habría vuelto a casa. No se habría quedado dormido viendo las noticias esperando la hora de ir al encuentro de su mejor amigo, de los nervios no había dormido bien por la noche. No habría salido corriendo de casa. No se habría encontrado con una anciana intentando recoger todas las cosas que se la habían caído. No habría llegado tarde. No habría visto a su amigo a punto de irse. No le habría gritado lo que había querido decirle tanto tiempo mandando a la mierda todo su plan. No habría ocurrido la desgracia.