Mi habitación se quedó en silencio por unos 30 segundos que para mí fueron 30 horas, me pare para mandar al gato, pero este no estaba, me voltio a buscarlo y no estaba, ni loco iba a echar un vistazo bajo mi cama, y fue ahí donde escuche esa risa, tan débil pero a la vez tan siniestra, ese algo toco mi puerta con sus uñas y las arrastro hacia abajo, sentí como si arañara la puerta de mi habitación, en ese momento la puerta de mi casa sonó, eran mis padres quienes ya llegaban, sentí esas pisadas corriendo hacia mi cocina, que fue acompañada por ese sonido como si alguien se estuviera escondiendo, con el valor de que mis padres ya estaban en mi casa, Salí y lo vi.
