Winter Flower

🌸Dos

[14 años después]

—Por su desempeño, sus buenas calificaciones y por ser la primera de la clase desde el primer año de escuela. Se gradúa Kim Young Mi, aplausos por favor.

Eso decía el director del instituto. Con una gran sonrisa me levantaba de mi asiento para ir a recibir mi diploma. Ya tenía diecinueve años de edad, aún no lo podía creer, por fin estaba saliendo de aquella "cárcel". Bueno, así le llamaba yo a esa escuela.

Hice una reverencia al director y recibí mi diploma de graduación con una sonrisa, mis padres se habían levantado junto con mis tíos y primos, HeeJin mi prima más grande, me tomaba fotografías. El director llamó a mis padres para sacarnos "la foto oficial", los cuatro sonreímos, ya que también mi hermana menor se había puesto para la foto igualmente. Obvio que no la iba a dejar de lado.

Pasado unos minutos y luego de cantar el himno de la nación pudimos volver con nuestras familias, tenía puesto un vestido de color morado que me llegaba sobre las rodillas bajo la toga que llevaba puesta, mantuve mi birrete en su posición y posaba para la cámara de mi prima junto a un árbol.

—¿No crees que ya son muchas fotos, HeeJin?

—Para nada primita, ahora luce ese vestido, ¿Vale?

Reí nuevamente desabrochando mi toga y así que se vea completo el vestuario, HeeJin dejo de tomarme fotos ya que nuestros padres nos llamaban de que era hora de irnos, todos teníamos hambre y ya era hora del almuerzo. Me llevaron a un restaurante que conocía desde pequeña, una de las citas de mis padres había sido aquí. Pedimos ssambap, así todo el mundo comería de todo, era la más contenta ya que me gustaba mucho. Cuando ya estábamos terminando de comer, mi padre pidió silencio en la mesa, la familia dejó de hablar y prestaron atención.

—Young Mi, princesa. ¿Te acuerdas que habías postulado para ir a una universidad en el extrangero?

—No me digas que...

—Oh, sí. Ten, esto llegó hace solo dos días atrás. Con tu madre ya lo leímos y estamos muy orgullosos. —tomé el sobre nerviosa e impaciente, lo abrí con una sonrisa en grande y comencé a leer.

—"Usted ha sido admitida en la Pontificia Universidad Católica de Chile..." ¡Y tengo una beca! Oh por... —no tenía más palabras para decir, podría estudiar en el extranjero y además aprendería la lengua materna de mi tío, el español.

—Muchas felicidades, hija. ¡Por Young Mi! —todos alzaron sus vasos llenos de soju, excepto mi hermana que tenía servido un jugo de manzana en su vasito. Chocamos los vasos a modo de celebración. Definitivamente estaba muy contenta.

Pasó una semana luego de que supiera que viajaría a Chile para estudiar allá al otro extremo del mundo, tenía tantas ganas de visitar aquel país, conocerlo por completo, desde sus tierras desérticas hasta el sur donde abundaba la vegetación. Ahora me encontraba en el aeropuerto, mi hermanita estaba triste en ese momento, pero le prometí que la llamaría todos los días y con ello su sonrisa volvió.