𝕃𝕠𝕝𝕝𝕚𝕡𝕠𝕡 𝕓𝕠𝕪 // ℍ𝕪𝕦𝕟𝕀𝕟

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En estos momentos un chico bastante alto caminaba por los pasillos de su universidad buscando a su pequeño amigo, le tenía un paleta para el y quería invitarlo otra vez a salir.

Busco por sus salones, baños, la biblioteca, la sala de computación pero no estaba en esos lugares, luego de un rato se le ocurrió ir a la cafetería.

Claro que su amigo le gustaba estar en ese lugar, ¿por qué no lo pensó antes? Seguro estaba esperándolo, una sonrisa apareció en los labios del mayor.

Muy pronto besarla los labios contrario, serían novios, terminarán juntos, se casará, adoptarán bebes. Espera eso es muy apresurado, negó con su cabeza y soltó una risita.

- Que cosas piensas Hyunjin -se susurro a si mismo, estaba cerca de la cafetería.

Mientras entraba al lugar miro con cariño la paleta, sabría que su niño se pondría feliz. Busco al menor con la mirada cuando lo encontró se acerco.

Pero antes de llegar se detuvo viendo a otro chico hablando con su menor, este le encontré una paleta de fresa y le sonreí. Innie no lo veía ya que estaba detrás de él.

- ¡Wow! Gracias, pero ¿Por qué me compraste una paleta? -pregunto mientras se comía la paleta que le dio.

- Siempre que vienes es lo único que compras aquí, entonces pensé comprarte una...-sonrio-. Y también quería invitarte a salir pero no sabía cómo acercarme.

- Oh...-se sonrojo muy avergonzado-. Que dices, yo...-fue interrumpido.

Sintió como su brazo fue jalado haciendo que se levante de su lugar, miro al dueño de esa mano y era su mayor. Con nervios le sonrio, pero el sólo tomo la paleta que tenía en su boca y la dejo en la mesa frente al chico.

Luego lo arrastró fuera de la cafetería, se notaba molesto, estaba serio, lo arrastró por los pasillos hasta el baño de hombre, donde lo acorralo contra la pared, por suerte no había nadie.

- Hyung, ¿qué fue eso? - pregunto intimidado por el otro.

HyunJin mostró delante de su rostro una paleta de fresa, el menir la miro y la tomo con una sonrisa, ya había entendido la situación.

- Gracias hyung~ -soltó una sirita tierna.

- Desde ahora sólo comerás las paletas que yo te regale o compre ¿bien? Ningún otro puede darte nada y menos pedirte una cita -su voz se escucho molesta.

- No sea celoso -quito la envoltura de la paleta, se encontraba muy rojo-. A mi solo me gusta usted...-beso cerca de la comisura de los labios contrarios-. Sólo Hyung.