annoyed eyes ; willplay

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━━━ 𝒏𝒊𝒏𝒆𝒕𝒆𝒆𝒏 𝒚𝒆𝒂𝒓𝒔.

siete días faltados al instituto, cosa que era muy raro en él, pues su asistencia era la más perfecta en el curso. su madre no presentaba ningún justificativo a lo largo de los días, y su padre anunció que su hijo se retiraría del establecimiento, pero aún no estaban totalmente seguros.

raúl, ¿por qué me haces esto?

—mi niño, mi hijo no lo quiere ver.

la dulce voz cargada de odio por parte de su madre me hizo querer vomitar, hace mucho tiempo no me trataba así, la última vez fue cuando le dije que no consumía carne, ¿qué fue lo que él pelinegro le dijo ahora?

caminé hacia la parte trasera de su casa, justo donde se encontraba la ventana con cortinas negras, sabía que eran de él, por lo que agarré una piedra y la lancé a esta primera, intentado que no se rompiera, no quería hacerlo enojar.

el miró rápidamente, y al encontrarse conmigo, abrió el hermoso ventanal para susurrarme.

—ándate de aquí.

—no.

dije firme, no quería perderlo.

me subí al árbol que tenía junto a su casa, me demoré veinte minutos en lograr mi objetivo, pero eso no importaba, lo más relevante fue ver a raúl con la boca entreabierta, por lo sorprendido que se encontraba.

—guillermo...

su temblorosa voz me hizo fruncir el ceño, no sabría decir con exactitud como me sentía, pero estaba molesto.

—eres cruel, raúl.

sus manos fueron detenidas por las mías, sus pasos queriendo escapar de mi cesaron en cuanto lo acorralé contra su pared, y nuestros corazones aumentaron en cuanto a palpitaciones cuando mis labios acariciaron los suyos.

un beso lento, fuerte, demostrándole toda la lucha de sentimientos que escondí desde primaria, desde que tengo memoria, desde que lo conocí.

él es el único recuerdo vivo que mantengo desde mi infancia.

—q- qué...

—raúl, estoy completamente enamorado de ti.

raúl es directo, yo cobarde.