『15』

1.5K 213 3
                                    

[🌗]

Ya estaba oscureciendo y todavía no quería volver a casa, más bien, no tenía el valor para hacerlo. Ni siquiera me había tomado la molestia de comer adecuadamente, tan solo un par de galletas, ya que no tenía apetito. 

Tal vez estaba pensando demasiado y Hoseok se dio cuenta después de un rato de que no había sido yo la traidora, o por otra parte él seguía enfadado y no me perdonaría nunca jamás. Rezaba por que fuese la primera opción ya que sin mamá en casa las cosas serían muy incómodas.

Respiré hondo y me levanté del suelo con algo de dificultad, pues había estado mucho tiempo sentada y ambas de mis piernas se habían dormido. Ya no me quedaban lágrimas para llorar a pesar de seguir teniendo un molesto gran nudo en la garganta. Decidí que la mejor forma de despejarme del todo era dar un paseo por el parque que se encontraba cerca del vecindario, era un lugar bastante calmado y un poco más abierto. 

Caminé torpemente hasta llegar a la puerta metálica y salí cerrando la puerta procurando ser lo más silenciosa posible. Las luces de mi casa se encontraban encendidas, posible señal de que Hoseok ya había llegado, así que doblé la esquina para que Hoseok me pudiese ver desde alguna ventana.

Con pasos rápidos y cabizbaja seguí mi camino, quería ahorrarme el tener que aguantar más ojos sobre mí. Las miradas de preocupación de los vecinos cercanos y los murmullos con mi nombre eran más claros de lo que me gustaría admitir, la gente se apartaba de mi camino y agradecí aquello. Aceleré mi paso al sentirme levemente mareada, necesitaba sentarme urgentemente y no iba a sentarme en la acera para llamar más la atención de las personas. 

A una calle de llegar al parque frené mi paso y me planteé si era mejor idea volver a casa ya que Hoseok podría estar muy preocupado por mí, porque estuve desaparecida por unas cuántas horas de más, pero descarté esa idea de mi mente y retomé el camino que me faltaba. De repente, alguien me tomó fuertemente del brazo y me arrastró a un pequeño callejón cercano. 

Iba a gritar pero me alivié al ver el rostro agotado de Jimin, tenía el cabello alborotado y su respiración era profunda.

— ¿Por qué me ignoras? Llevo tres calles gritando tu nombre y no te has girado en ninguna... — dijo con un rostro preocupado. Mi cuerpo se debilitó y caí, pero Jimin logró agarrarme a tiempo y me ayudó a llegar al parque para sentarme en un banco, le hablé cuando logré recuperar el aliento.

— Me siento mal. — confesé manteniendo la mirada fija en un punto perdido, éste suspiró y se sentó a mi lado — Jimin... tú... ¿Crees que yo sería capaz de hacer tal cosa? ¿Decirle a la persona que más odio lo de Hoseok? 

— Yo sé que no has sido tu. — escuchar a alguien - a parte de yo misma - que creía que yo era inocente era algo que alivió una pequeña parte de mis preocupaciones actuales.

— Hoseok me odia... ¿Verdad? — se relamió los labios y habló algo inseguro, quizá pensando que yo estaba en un estado demasiado sensible para escuchar la verdad

— Te mentiría si te dijera que no está enfadado. — esas fueron palabras suficientes para que mis ganas de volver a casa cayesen en picado, mis suposiciones eran ciertas, pero desde un momento ya era algo obvio que Hoseok estaba furioso y por eso no dolió tanto cuando me lo confirmó.

— Jimin, ¿Puedo quedarme en tu casa? — pregunté con sinceridad máxima, pero al parecer se lo tomó a broma ya que comenzó a carcajear haciendo que sus ojos se formasen como dos líneas, yo le miré suplicante. 

— ___, Hoseok está enfadado, pero recuerda que tu sigues siendo su "Hermanitah". — hizo comillas con los dedos en el apodo y sonrió de forma tierna.

your shadow † kth [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora