Lucy © #1 [✔]

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Encadenados

Sky

Por primera vez en mucho tiempo puedo sentir miedo. Miedo a lo desconocido, al no saber qué está pasando, a no saber qué le pasará a mi mejor amiga, a no saber lo que le esté pasando a Gabriel, del cual no he sabido ni lo más mínimo. El no saber la manera de salir de esta celda mágica, me desespera y siento que en cualquier momento voy a enloquecer y eso tampoco ayuda. El hecho de que no siento nada en el vínculo, me preocupa de sobremanera. Ella está inconsciente, ¿por qué no he podido hablar con ella, ya habiéndolo hecho hace tiempo? Simple. No quiero debilitarme, ya que algo me dice que ésta noche, estará llena de sorpresas.

Estoy sentada junto al cuerpo dormido de mi amado, velando su sueño, y los únicos despiertos acompañándome en mi insomnio son los gemelos, ya que los demás decidieron dormir, para así tener fuerzas.

—Deberías descansar, muñeca. —sugiere Jordan.

Debía hacerlo, pero siento que debo estar alerta y no sé por qué. Desde ese repentino dolor que me corrió por todo el cuerpo, que era como si me quemaran por dentro, fue algo muy doloroso. No tengo sueño, y algo pasaría o algo pasó, pero lo peor es que no estoy segura de ello.

—¿No deberías hacer lo mismo? —cuestiono—. Deberían ambos dormir para recobrar fuerzas.

—No puedo, no paro de pensar en ella. —admite Jordan—. ¿Creéis que esté bien?

«No.»

—No he sentido dolor, así que si debe estar bien. —miento.

—Sé que ambos sabemos que no está bien.

—Debemos ser positivos y fuertes, por ella. —lo animo.

—Es mi mejor amiga. —admite—. No sabría qué hacer si algo le pasa.

—La mía también. Y primero fue sábado que domingo.

—¿Celosa, muñeca?

—Para nada, es más. Solo te advierto que ella es mía, ¿entendido? —suelto con sarcasmo.

Ambos reímos por nuestras ocurrencias, y el consejo de Nick realmente funciona. Mi chico listo.

—Ambos se joden, porque ella es de Gabriel. —alega Jaden.

—¿Quién?

—Gabriel.

—Te preguntó.

Jordan suelta una sonora carcajada junto a mí, y Jaden nos fulmina con la mirada. El humor siempre relaja los momentos de tensión.

Los tres sentimos que no podemos bajar la guardia. Estamos en una fuerte situación. Nuestro destino está en juego, el de Lucy y el del mundo entero, tanto el mundo sobrenatural como el de los humanos. Por esa razón debemos pelear, para que éste mundo cambie. Y para ello, necesitábamos a la cereza del pastel y nuestra líder.

Lucy.

Por un momento voy a ceder y cerrar los ojos, pero el sonido de las celdas siendo abiertas nos alerta de que alguien entró. Por un momento pienso en que es Amatista, pero me  equivoco. Cuando una figura con vestido negro, cabello castaño, ojos verdes parecidos a los míos, y una sonrisa maliciosa, con su carita de yo no fui aparece, lo confirmo. Está ella, quien empieza a reír como loca.

«¿Y ahora qué le picó a ésta desgraciada?»

Todos despiertan, gracias a la risa de mi hermana, y yo solo puedo mirarla desafiante. ¿Qué hace aquí? ¿Qué se trae entre manos?