4.Shainy ¿Sttar?

4.3K 462 931
                                    

Los minutos pasaban y seguía ahí, recostado en ese maldito sofá. Ahora seguramente Leorio se encontraría hincado sobre una rodilla, pidiendo la mano de Shainy.

...

...

...

¡Shainy! ¿¡Quién puede llamarse así!? Apretó los ojos con fuerza, intentando imaginar qué estarían pensando los padres de ella al momento de nombrarla. ¡Jua! Al menos, algo malo tenía, ese horrible nombre. En cambio, Kurapika; ese sí era un nombre bello, admirable y venerable, todo un honor.

Ahora ella estaría diciendo "Sí, sí quiero casarme contigo" y él le pondría el anillo.

El kuruta puso una de sus manos sobre su frente. Realmente la jaqueca no se iba a ir; no al menos en las próximas... 10 horas. ¿Cómo era posible que Leorio resistiera tantas veces este dolor?

...Leorio...

Ese idiota.

...Seguramente ahora estarían celebrando, abrazándose, besándose, y...

...Y también...

- ¡NOOOOOOOOOOOOO! – Kurapika se incorporó rápidamente al pensar lo que harían luego - ¡ESE MALDITO PERVERTIDOOOOO! -.

Y el dolor aumentó. Su cabeza iba a explotar en cualquier momento. Pero eso ya no importaba. ¡Pasase lo que pasase, no iba a permitir que SU Leorio se "conociera más a fondo" con esa mujer! ¡Aunque estuviesen comprometidos, no estaban casados! ¡Él aún podía evitar el maldito matrimonio! ¡No importaba que tuviese que ir a la casa de esa mujer ahora mismo, con tal de evitar que hagan cosas, y si es posible aún, evitar que ella acepte!
¡Eso era!

Se puso de pie, tratando de no pensar en el dolor de cabeza, y se dirigió a la habitación de Leorio. Al entrar, hizo caso omiso al aroma de toda la habitación que le recordaba a él, y comenzó a registrar los cajones. ¡En algún lado tenía que estar la dirección de ella! Conocía muy bien al estudiante de medicina, él anotaba absolutamente TODO. Encontró gran cantidad de papeles, no era mentira, había anotado de todo en aquellos papeles; desde los apuntes de medicina, pasando por su talla de calzoncillos (para que no se fuera a olvidar), hasta su color favorito.

Luego de unos minutos encontró el tan anhelado papelillo.

"Calle Brillantita, No. 666, Piso 1, Las Chalupas"

No conocía esa calle, pero no importaba, encontraría el lugar. Salió corriendo del departamento, y comenzó a correr y a preguntar dónde podía quedar la calle Brillantita.

-Genial, otro nombre estúpido – pensó en voz alta, mientras corría. Su humor iba en caída en picada cada vez más. Y el dolor aumentaba. Pero no importaba, tenía que dejar de pensar en nombres estúpidos y...

-Washalanga también es estúpido... – siguió pensando - Pero nada es peor que Leorio...-.

Listo. Se había desahogado. Aaaargh, cómo detestaba a Leorio en aquel momento; por fijarse en su maldita copia y no en él. Bueno, bueno, no importaba, tenía que encontrar la calle, la casa, derribar la puerta de una sola patada y gritar algo inteligente, algo dramático y locuaz, algo como - ¡YO ME OPONGO! -.

Bien, era perfecto.

En realidad... era estúpido. Bueno, no importaba. Con esa jaqueca, su pensamiento no daba para más.

Bien, parecía estar llegando, o al menos eso parecía, ya que las calles tenían nombres similares.

-Brillantia, Brillín, Chispita, Brillantina, Brillantita... – leyó mientras corría - ¡AH! ¡Brillantita! ¡Aquí, aquí es! Me demoré sólo 5 minutos, Leorio vago, ¿Para qué viene en auto? -.

♡¿Celoso yo?♡ †LeoPika†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora