Kakashi es el jounin más inteligente, guapo y codiciado de la aldea, te enamoraste de él como cualquier chica, pero hay un problema, es tu sensei... ¿podrá el enamorarse de ti y verte más que como una alumna?
⚠️Contiene NARUSASU
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"¿Qué vamos a hacer Kakashi-sensei?", preguntó Sakura preocupada, nunca había sido la amiga más cercana de _____, pero no había dudas de que le importaba la chica.
"Tengo una idea, Naruto, ¿crees que Kurama nos quiera ayudar?", contestó Kakashi, sabía que la hokage no aprobaría su plan, pero no le importaba a estas alturas, lo único que quería era ver a _____ sana y salva.
"Claro que sí y si no lo obligaré", respondió Naruto decidido.
"También necesitaré tu ayuda Sasuke, necesito que tú y Naruto unan fuerzas", volvió a hablar el peliplata.
"Vale, pero, ¿podemos apresurarnos?", dijo Sasuke impaciente, obviamente como mejor amigo de _____ estaba más que preocupado, cada minuto para él valía oro y no quería desperdiciarlo, ni siquiera había tenido tiempo para pensar en Naruto y eso era algo que no pasaba a menudo.
Sin perder más tiempo Kakashi explicó lo que todos debían hacer, los chicos escucharon atentamente y pusieron manos a la obra sin perder más tiempo.
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Tu mandíbula casi cayó al piso cuando viste el símbolo de tu clan en el pecho de Ayumi, te negabas a aceptar que esa mujer llevará la misma sangre que tú en sus venas.
"¿Jaja te comieron la lengua los ratones?", dijo la pelirroja con ironía, "Técnicamente soy algo así como tu tía lejana...", Ayumi continuó hablando pero su voz parecía lejana, estabas tratando de procesar sus palabras, era demasiada información para tu cerebro y querías con todas tus fuerzas creer que lo que dijo esa mujer era mentira, pero por otro lado, ¿qué ganaría ella con mentir?
"Si eres de mi familia, ¿por qué me haces esto?", preguntaste saliendo de tus pensamientos a la vez que analizabas cada detalle de su rostro, con todas tus fuerzas trataste de contenerte para no actuar por mero impulso.
"Ya te dije, es culpa de tus padres, con el clan casi extinto quedamos muy pocos, eventualmente varios más murieron, yo quería volver a lo que solía ser nuestro clan, sabía la forma perfecta en la que tendríamos poder, pero tenía que arruinarlo tu tonta madre, ella quedó a cargo y se conformó con ser nada, al final ya ves, ella está muerta y yo tendré lo que quería", Ayumi habló con malicia, sabías que quería provocarte y aunque lo estaba logrando no ibas a demostrar que estabas a punto de un colapso mental.
"Ya me harté de que hables tanto, ni si quiera has dicho qué tengo que ver yo en tu brillante plan", dijiste poniendo los ojos en blanco.
"Vaya que eres impaciente mi querida ____, iré al grano, cuando tus padres descubrieron lo que yo quería hacer escondieron dentro de ti un objeto antiguo de nuestro clan, ese objeto le da un poder inimaginable a quien lo use y por eso estás aquí, ya imaginarás lo que depara tu futuro, ¿feliz?", la pelirroja te dio una sonrisa fingida, "Basta de explicaciones, tengo más cosas que hacer, en un rato volveré por ti y no tengas miedo, por fin estarás con tus padres... ah y una cosa más, por si estabas pensando usar ese objeto en tu beneficio no lo puedes usar a menos que uses una técnica de sellado, chao, querida", la mujer se alejo riendo burlonamente no sin cerrar con llave la habitación en la que estabas.
Ya sola en ese cuarto tu mente le seguía dando vueltas a toda la información que Ayumi te dio, sentías que llevabas años en ese lugar y aunque estabas muerta de miedo ese no era momento para rendirse.
Analizaste la situación, tus manos estaban atadas detrás de tu espalda sujetas a un tubo, de forma en la que obviamente no pudieras hacer sellos, así que dependías de tu intelecto para salir de ahí. La poca luz que había entraba por debajo de la puerta por lo que tampoco podías ver mucho, suspiraste con pesar, ¿qué harían los demás en una situación así?, de repente te llegó una idea, podías concentrar el chakra en tus manos y tratar de romper la soga al separar los brazos con fuerza, nunca habías sido la mejor en manejar tu chakra es más podría decirse que eras peor que Naruto, pero valía la pena intentar, ¿no?
Tras varias horas seguías sin poder romper las sogas, podrías jurar que tus muñecas estaban sangrando y aún así no conseguías que la cuerda aflojara un poco, te sentiste desesperada e inútil, aún así tratarías una vez más, te concentraste en juntar el chakra en tus brazos, cuando por fin estabas a punto de separarlos la puerta de la habitación se abrió...
"Ha llegado tu hora, pequeña ____", dijo Ayumi, se acercó a ti y empezó a desatar tus manos, "Veo que alguien estuvo de traviesa", dijo la pelirroja al ver tus muñecas, cuando te desató por completo te levantó del piso y salieron a un largo pasillo, querías echar a correr, pero tus piernas no respondían.
Como supusiste antes estabas en algún tipo de cuartel subterráneo, dado que no había ninguna ventana a la vista y a cualquier lado que voltearas sólo se veían pasillos y puertas, aunque tratarás de escapar era seguro que a cualquier puerta en la que entrarás estuvieran esperándote los aliados de Ayumi.
Finalmente llegaron a su destino, la pelirroja estaba a punto de abrir la puerta cuando se escuchó un alboroto en algún punto del cuartel y una alarma sonaba como loca.
Durante tu estancia no habías visto a nadie en el lugar, pero al sonar la alarma mucha gente salió de las puertas que habías visto antes y se dirigieron al lugar donde se escuchaba el tumulto.
"¿Qué está pasando?", preguntaste sin pensar.
"Nada que te incumba", contestó Ayumi pensativa, "Hey tú ", la mujer dijo a un hombre que iba pasando, "Vigílala, yo me encargaré de lo que esté pasando", sin más el hombre te tomó del brazo y la pelirroja empezó a corre hacia donde todos los demás iban.
Esta era tu oportunidad de escapar, por alguna razón Ayumi te causaba terror, pero escapar de este hombre no sería difícil, además de que convenientemente ya no tenías las manos atadas, aprovechando la confusión y torpeza del sujeto que te estaba agarrando te las arreglaste para hacer sellos, después te detuviste causando que el hombre volteara a verte.
"¿Qué te pasa?, camina", dijo el hombre en forma autoritaria, pero no tuvo tiempo de decir o hacer más ya que alguien lo golpeo por detrás.
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Ayumi llegó al lugar dónde se provocó el desastre y justo como esperaba reconoció los rostros de los intrusos.
"No esperaba que llegaran tan rápido", dijo en tono desafiante.
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