Mi Eterna Soledad

Capítulo 8: Las Pretty Punk

Nunca me había fijado de esta forma en una chica, es la primera vez que alguien me impacta de estar forma. Normalmente si no te conozco no tengo interés en tí.

Pero esta chica rubia era mágica. Tenía un aura de inocencia que no se veía en cualquier lado y tenía los ojos más lindos del mundo. Azules claros, como el cielo. Incluso más lindos que los de Carmen.

Iba a saludarla, sentía la necesidad de hacerlo... Pero entonces Alex me dió un pellizcón en el brazo.

-Mira, es una de las Pretty Punk's-Sus ojos brillaban mucho.

-¿Jorge? - Esa voz era conocida.
Su silueta era tan conocida. Y más su voz.

Salió de la oscuridad y mostró su hermoso rostro.

-¡Mary! ¿Eres una cantante de las Pretty Punk's? - La verdad es que estaba más sorprendido. Tanto así que mi reacción fue estúpida, como con lentitud.

-Mi querido hermano. Hoy en día podemos ser lo que queremos ser. Y no me vayas a salir con que la frase es de Barbie. - Puso su mano sobre mí hombre mientras lo decía.

-¿Y no vas a abrazarme?

-¡Claro que sí mi niño! ¡Ven acá!

Mary me abrazó. Solía hacerlo con más fuerza cada vez me veía. Extrañabamos los tiempos de niñez. Cuando mamá y papá estaban juntos aún.

Le presenté a Alex. Pero él no decía mucho. Estaba algo nervioso.

Yo pensaba que él era más extrovertido, pero se le notaban los nervios al haberle dado la mano a mi hermana Mary algo temblorosa.

No pasó mucho tiempo y ya me quería ir. Pero mi hermana me dijo que aunque sea esperara que la banda cantara en el local. Sólo por ella me iba a quedar. Las fiestas no son lo mío.

Me sentía como un pequeño pez en medio de una pecera de tiburones.

Mary fue a buscar a mi otra hermana, Carmen.

Y al irse noté que Alex estaba sudando mucho.

-¿Te ocurre algo? Estás temblando y estás... - Le puse mi mano en su brazo - Sudado ¡Qué asco!

-Jorge... Yo...-Dijo mirando a los lados...

-¿Que ocurre? - Interrumpí. Mi mente iba a explotar de la intriga. Pero la de Alex parecía que iba a hacer erupción. Literal, parecía un volcán de lo sudado que estaba. Su ropa tenía manchas de sudor.

-No sé cómo reaccionaras con lo que te voy a decir. - Apretó sus dientes.

-¡Dios! ¡Suétalo!

Alex se pasó la mano por la frente y salió - Voy a tomar un poco de aire afuera - Dijo después de suspirar.

Y yo seguí unos 5 pasos detrás de él.