Sueña, abre la ventana y sueña...

Tus gritos han hecho mella en su pequeño corazón

... Abres la ventana en busca de aire fresco, necesitas escuchar el ruido de la noche, y te encuentras con que la luna te mira sonriente preguntándose a quien añoras esa noche.

Y tú apesadumbrado, evocas mil y un recuerdos de esas personitas que un día formaron parte del teatro de tu vida.

Le recuerdas que nunca amanece a gusto de todos pero que la noche de la que ella es reina, es muy traicionera y está acompañada de actores secundarios, de las peores historias que se puedan contar en cualquier tugurio de los que algunos llaman bar.

Ella reticente a lo que dices, apaga su sonrisa y mira hacia otro lado. Mientras tú, le alzas la voz y le gritas rogándole que se gire, que no sea cobarde ahora. 

Ha sido testigo de los peores monstruos en la mejores noches y ahora pretende huir girando la cara. Cobarde.

Pero tus gritos han hecho mella en su pequeño corazón, y es que hasta las mas grandes reinas tienen ese pequeño trocito vulnerable que les hace un poquito más cercanas, aunque sólo sea un poquito.

Escribir es la manera más sencilla de leer la vida...