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Disparo. El sonido rebota contra las paredes de lo que antes fue un estacionamiento y lo vuelve ensordecedor. Siento el tirón en el brazo y sale humo de la boca del arma. Tengo que terminar rápido o será peor para ellos. Aparto cualquier pensamiento y disparo. Uno, dos, tres, cuatro, cinco. Bajo el arma, respirando para tranquilizarme. Quiero gritar y maldecir a todos pero lucho por mantener mi rostro impasible. Sé que nos están observando.

El escuadrón me horrorizado.

–Sherlock – Murmura John.

–Órdenes son órdenes, John –digo fríamente. – Vámonos– ordeno al resto.

Paso por encima de los cinco cuerpos y camino decidido. Sé que me siguen, pero el pitido en mis oídos ahoga el sonido de sus pasos. Tranquilo, me digo.

Llegamos al punto de reunión donde el comandante y el sargento nos esperan. Los escuadrones veteranos ya están a bordo del aerodeslizador junto con los niños que «rescatamos».

–Parece que tenemos un recluta decente este año. –comenta el sargento cuando me ve pasar cubierto de sangre.

Asiento ligeramente y continúo caminando concentrado en no vomitar. Esos niños nunca volverán a ver a sus padres.

Unos segundos antes de que los mags se eleven otro escuadrón llegan corriendo. Subimos al aerodeslizador y ya en el aire los oficiales nos dejan solos, aunque yo sé que siguen observando. Siempre están observando. Un recluta del otro escuadrón rompe el silencio.

–No puedo creer que los hayamos... –traga saliva– ejecutado.

–Fue horrible– comenta otro cubriendo su rostro. Debe tener unos quince, como yo. –¿Ustedes cómo lo hicieron tan rápido?

–No tuvimos que hacer nada. – Dice John mientras mueve la barbilla en mi dirección.

Siento las miradas de todos sobre mi.

Regresamos a la base a la hora de la cena y me obligo a tragar la comida. Siento mi corazón latiendo en la garganta mientras escucho al resto cuchicheando en la mesa de al lado. Todos siguen bastante afectados.

–Sherlock no tiene sentimientos. Se los cargó a todos sin dudar.

–¿Has visto las marcas en su espalda?

–Tiene cicatrices por todo el cuerpo, es obvio que lo maltrataron tanto que ya no siente empatía.

–Yo escuché que asesinó a su hermana y a sus padres.

Olvido mi actuación de indiferencia un segundo y los volteo a ver furioso, eso los calla de golpe. John me mira dolido. Espero no haber perdido a mi amigo hoy.

Shirley y yo lo conocimos en la época en la que vivimos en la calle. El ejército de la NASA lo capturó cuando tenía diez y no volví a saber de él hasta ahora. Él me conoce, sabe que no soy esto, pero no puedo hablarle, demasiados ojos observándonos.

Media hora antes de que apaguen las luces tomo mis cosas de aseo y salgo al pasillo en dirección a las duchas, pero John me corta el paso.

–Sherlock el asesino – dice mientras ojea asegurándose que no haya gente. Se acerca más a mi y me mira a los ojos preocupado. – ¿Qué se supone que haces? – Me pregunta susurrando– ¿Qué es toda esta actuación de un asesino despiadado?

Hay cámaras hasta en nuestra ropa amigo, nos vigilan todo el tiempo. Debes fingir ser obediente o correrás peligro. Quisiera advertirle, pero en cambio lo estrello con todas mis fuerzas contra la pared apretando su garganta con el antebrazo e inmovilizando sus piernas con mis rodillas. Su cabeza golpea el muro y sus ojos se abren asustados.

–Gyan– intenta decirme mientras lo asfixio– ¿Qué haces?

Oír mi nombre después de tanto tiempo me desestabiliza por un segundo, pero me recompongo enseguida.

–Gyan está muerto, y tú también lo estarás si no obedeces todo lo que el sargento nos ordene ¿entiendes? – veo miedo en su mirada mientras asiente. Lo siento Johnny. Espero que alcances a comprender mi advertencia. Lo arrojo hacia un costado y cae al suelo boqueando por aire.

Veo mi dolor reflejado en su mirada, solo que el mío oculto.

Sigo mi camino y me apresuro a entrar a la regadera y abrir el agua. Este es el único lugar en el que se que no pueden verme ni oírme. Solo aquí me permito sentir todo el miedo y la rabia que tengo acumulados. Veo mis manos temblorosas y caigo de rodillas ahogando un grito. Las lágrimas comienzan a caer mezcladas con el agua y mi cuerpo se mueve con espasmos violentos.

Al volver al dormitorio ya con mi máscara de vuelta el sargento nos anuncia que nos hemos ganado un lugar en la evacuación de la tierra y me nombra jefe de escuadrón.

Detrás de él veo a un John rehuir mi mirada y noto que su cuello comienza a ponerse morado.

Soy un monstruo. Pero vamos a sobrevivir. 

(779 palabras)

N/A:

Hola! Espero les haya gustado. Estoy sufriendo mucho lo corta que va a ser esta historia, sobre todo porque estoy amando a los personajes, pero bueno.
Como ya mencioné antes esta historia solo va a tener 6 capítulos, pero estaba pensando escribir algo más largo terminando esto. ¿Que les parece la idea? ¿Les gustaría leer algo parecido o algo totalmente diferente?

Si les gustó la historia dejen sus votos y comentarios, los aprecio mucho :D  

N/A 2:

Como ya terminó el concurso decidí publicar la versión extendida del capítulo, que creo explica mejor varias cosas. También estoy pensando seguir escribiendo y hacerlo una historia más larga. 




RefracciónWhere stories live. Discover now