A-Z Katsuyu

G de Galaxias

Rara vez al chico le tocaba tomar el autobús para ir a la Universidad, puesto que tenía un auto que lamentablemente en esta ocasión se había averiado.
El odiaba viajar en el autobús, lleno de gente sin clase, vándalos, gente sucia y mal intencionada. Nada bueno podía venir de un lugar donde te trataban como sardina enlatada. Poco a poco el autobús fue quedando vacío, hasta que de repente no había nadie, por alguna razón sintio que el viaje a la Universidad se hacía cada vez más largo de lo común, quería preguntar al chofer donde lo llevaba en realidad, pero también muy en el fondo se hallaba plácidamente cómodo en aquellos sucios asientos. De repente el autobús paro en la estación que le correspondía— Buenos días—. Saludo una chica de peculiares ojos color ónix— El conductor hizo una leve reverencia con la cabeza para contestar a su saludo, el en cambio siguió callado. A la chica pareció no importarle.

Nuevamente sus ojos chocaron con los de ella, eran gigantes pozos negros donde fácilmente podías perderte e imaginar galaxias con miles de planetas donde una historia de dos desconocidos que se conocían en el autobús se realizaba. Una curiosa pero fabulosa historia de amor, amistad o lo que sea. El misterio de lo que ocurríria era lo que te mantenía apegado a cientos de finales tanto felices como tristes y sobre todo al escepticismo. Pero cuando ella a pesar de su falta de modales le sonrio de una manera tierna, hizo que sus ojos misteriosamente gigantes y negros cobrarán vida, ya no sólo veía los planetas si no también las estrellas, supernovas que explotaban en un revoltijo de palabras extrañas para un hombre como el.

— Buenos días—. Despues de varios minutos decidió corresponder a su saludó, la chica lo miro con curiosidad— No te había contestado antes—. Trato de explicarse.

— Quizás en esta galaxia no, pero en otras cuatrocientas realidades alternas correspondiste a mi saludó, Katsuki-Chan.

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Pd: Ni yo se que es esto pero quería hacer algo poético.