♠️Capitulo 9♠️

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Chershire termino esperando toda la noche por Aliciel. Había escalado hasta el techo para observar su ventana, muchas veces lo había hecho para pensar en él e imaginar que algún día saldría por esa ventana para saludarlo. Una pequeña sonrisa escapó por sus labios mientras sus orejas bajaban, estaba melancólico.

Recordaba a Ali como la luz sobre la oscuridad que se había vuelto su vida, fue la primera vez que sintió curiosidad y cariño sobre algo que no fuera robar las tartas de la liebre. Su cola siempre era irrelevante hasta que Aliciel comenzó a perseguirla, sus orejas eran simples ayudantes para la caza hasta que Aliciel las acaricio, su corazón solo latía para cumplir su motivo... Hasta que Aliciel, con el paso de los años, se volvió la razón de sus latidos llenos de una sensación dulce y encantadora.

– ¿Qué demonios me terminaste haciendo? –Murmuró con una leve risita ahogada a la vez que se tocaba las orejas, como lo hacía él antes.

Sin duda Aliciel era luz, su luz.

Aliciel se había quedado solo hacía un buen rato. 

Estaba sentado en la esquina de la cama mientras secaba sus lágrimas, pues tantos recuerdos de un solo golpe dolían, y lo hacían más que la misma existencia. Ahora no podía irse, no podía volver sabiendo que había algo malo aproximándose sobre quienes amaba, sobre sus amigos y su familia.

Se levantó con pesadez y se acercó a la ventana, extendió la mano para abrir la cortina y se detuvo antes de hacerlo. Una vez que la abriera ya no habría vuelta atrás, no se podría ir nunca más de ese lugar.



 Una vez que la abriera ya no habría vuelta atrás, no se podría ir nunca más de ese lugar

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–Arkk, es que debemos ir. Yo debo ir.- Casi suplicó Evan mientras daba vueltas en el salón. Había cancelado todo para decretar que tendría un asunto de relevancia que atender y así era, para él.

–Evan, si mi oído no me falla, ese grito venía del castillo del otro reino. No solo podemos aparecer ahí y hacer lo que quieras.

–¡Es Aliciel! –-  Grito con un rostro preocupado, uno muy preocupado por una promesa.– Yo debo ir por él, nadie sabe lo que yo se de él y tampoco lo que sabe de mi, debo verlo, debo...- Tomo de su cuello el collar unido que alguna vez estuvo separado para compartir entre dos personas.– Dárselo...

Arkk dejó salir un suspiro y se dio por rendido, asintió y se levantó para acercarse al otro, más bajo que el por media cabeza pero suficientemente alto para pasar a bastantes de los que integraban su reino. Tomó sus hombros y habló.

–Se como podemos acercarnos, solo que debes seguir el plan, ¿bien?.- Evan asintió con seguridad, Arkk soltó una risilla.– Bien, entraremos encubiertos y de alguna manera podremos toparnos con tu dulce chico.

Salieron del castillo sin ser vistos durante la noche, pero por las catacumbas, pues era el único lugar que nadie más podría pisar y  en que el rey estaría. Avanzaban con antorchas que iluminaban el estrecho y húmedo lugar, aún faltaba para llegar a las afueras del reino vecino.

Aliciel in Wonderland [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora