Anne Y Gilbert

Todo el amor.

Un día de verano Ruby, dejo de ver con amor solo a Gilbert Blyte.
Quizá fue la sonrisa de Moody o su cabello, o que hablaron por mucho tiempo, quizá fue cuando lo vio tocar una canción, si ahí fue cuando Ruby se dió cuenta que Gilbert Blyte no era el único hombre del que se podría enamorar, que el mundo no giraba en torno a él y aunque fuera el de mejores notas, el más lindo y caballeroso, aunque fuera tan guapo, había algo que Moody tenía y Gilbert no, algo que Ruby no podría descifrar, no sin antes pregúntarle a Anne, por qué a Moody si pudo hablarle mucho antes, por qué con él sentía algo más.
-Son espíritus afines-dijo Anne aquella tarde en el salón con absoluta seguridad.
-¿Cómo sabes que Gilbert Blyte no es mi espíritu afin ?-dijo Ruby un poco dudosa pues aún tenía la esperanza de que entre ella y Gilbert Blyte habría algo, se aferraba a eso, aunque realmente ya no estaba tan enamorada de él
-No lo sé Ruby-dijo Anne torciendo los ojos, estaba cansada de fingir no sentir nada por Gilbert cuando Ruby hablaba de él cada que podía, pero Anne sabia que si todos supieran que estaba enamorada de Gilbert podría hablar de él todo el día.
-Ayer me acompaño a mi casa, nunca lo he visto a acompañar a alguien más.-dijo Ruby pensativa
Anne se sintió un poco triste, no le soportaba más, haberlos visto juntos y no caminar  ella con Gilbert había sido doloroso, aunque Gilbert había ido después a visitar a Anne pidiendole disculpas diciéndole "No supe que hacer y no pude decirle que quería irme contigo Zanahoria, sabes que sospecharía"
Y Anne diciéndole que no se preocupara, sabía que todo estaba bien.
A pesar de que le regalará tres besos en la mejilla y dos abrazos esa tarde. Anne todavía se sentía con una punzada en el pecho e hundida en la desesperación porque todos supieran que ella y Gilbert Blyte estaban enamorados.
-Ruby... Estoy enamorada de Gilbert Blyte.-dijo Anne
Pero se aseguró que todo el salón escuchará.

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En ese mismo momento Diana se apresuraba a la escuela cuando se encontró a Jerry en el camino
-Bonjour-dijo y depósito un beso en la mejilla de Diana que le causó un escalofrío
Diana se sonrojo
-Te he dicho que seas más discreto.-dijo sonriendo
Jerry sonrió, con esa típica sonrisa tierna que solo el tenía.
-Debo irme-dijo Diana apresurada
-Espera-Dijo Jerry mientras se inclinaba cuidadosamente a depositar un suave beso en los labios de Diana.
Diana se sonrojo y salió corriendo pensando que Jerry no sería el muchacho por el que ella se sentiría atraída para siempre, quizá podría hacer un par de cosas como robarle besos, compartirle un libro y tomarle de la mano, pero no se imaginaba con el en un futuro, no pensaba que fuera el chico adecuado para ella.
Le gustaba mucho, si pero ¿realmente estaba enamorada o solo era una aventura tonta?
Quizá solo se dejó llevar
Por prejuicios tontos y eso mi querida Diana, fue lo peor que pudiste haber pensado.

Diana entro al salón de clases con las mejillas rosadas y el corazón acelerado no solo por haber corrido si no porque tenía la sensación de  los palpitantes labios de Jerry.

Se quitó su abrigo y su sombrero y al entrar al salón, vio las miradas de todos sobre Anne, todos con la boca abierta.
Lo primero que pensó fue buscar a Gilbert Blyte y lo vio sonriendo como un niño tonto y con las mismas mejillas sonrojadas que solo él, Diana y Anne tenían, por alguna razón, ese día se sentía  todo el amor en aquel lugar.
"Oh Anne, lo has dicho" pensó Diana.