Capítulo 3: Un día juntos.

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Eran las diez y cuarto de la mañana cuando Cj despertó, en la casa de Big Smoke, acostado en su sofá, con varias botellas encima, y claro, vacías.
Trato de moverse sin tanto escándalo, pero en el intento hizo mucho más ruido de lo planeado, haciendo que varias botellas cayeran a sus costados, por todos lados en el piso.

_¡Mierda! _maldijo Cj por el desastre y por saber que tendría que limpiarlo tarde o temprano. Se sienta directamente sobre el sillón al darse por vencido en el intento por no hacer ruido y se pregunta "¿qué estoy haciendo aquí?" para luego dar lugar al intenso dolor de cabeza producido por el alcohol de la noche anterior y profundo mareo. Sostiene su cabeza con las dos manos y trata de recordar acerca de qué pasó anoche. "A ver... llegué acá... sí, sí... con la intención de ordenar este lugar y... estaba solo y compre cerveza para mí nomás... tomé yo solo..." Se entristece Cj al recordarlo. Al recordar que no estaba con Ryder. Desliza su mirada hacia la pared para encontrarse con una mancha enorme de cerveza tanto en la pared como en el suelo, con pedazos de vidrio esparcidos por todo el suelo. "Tomé solo media botella y... ¿la arrojé?" _piensa Cj, extrañado ante sus acciones en el pasado_ "y entonces... creo que quise recordar sobre lo que pasó anteayer. Oh, Dios, que fuerte déjà vu" _un Cj, cansado de todo lo que le toca, suelta un fuerte suspiro, sin despegar las manos de la cabeza aún. "¿Pero por qué me habré emborrachado? ¿será que habré recordado algo? Algo... ¿devastador, tal vez? ¿por qué llegar a estas alturas de querer olvidarlo con alcohol? _duda tras duda llegaba a la cabeza de Cj y a ninguna su respuesta. El mismo episodio se repetía una vez más, ¿qué pasó ayer?

Inesperadamente, Cj contrae nauseas, lo que lo hace moverse de una forma rápida y ágil hacia el baño, haciendo que se agachara y se descargue sobre el inodoro. No pasó más de tres minutos ahí que aprieta la cadena y se levanta. Aprovecha, ya que está en el baño, a hacer sus necesidades y lavarse la cara. Extraña su ducha y su cepillo de dientes. Al salir, se dirige a la cocina, y al llegar, se topa con una pared por un lado bastante escrita con alcohol. No puede contener la impresión.

_¿Qué hice? _suelta casi en un susurro, todavía aturdido, sin leer siquiera el mensaje que él mismo dejó, no podía leerlo. Algo estaba fallando en él, pero lo intentó.
"Por si lo llegabas a olvidar por culpa de esta cerveza barata: Ryder es gay" _leyó con mucho esfuerzo Cj en su mente. Tardó en darse cuenta realmente de lo que estaba pasando, a causa de su intensa jaqueca.
No le dio mucha importancia en preguntarse sobre cómo había grabado ese mensaje él mismo sobre la pared, si no que trataba de analizarlo con toda la fuerza de voluntad que le quedaba. Necesitaba unas pastillas y necesitaba limpiar este desastre. ¿Qué tal si Big Smoke llegaba hoy? De todas formas, el mensaje en la pared era lo único que le importaba ahora.

_"Ryder es gay" _repitió Cj, de repente, pensativo_ "Ryder es gay" _repitió una vez más, esta vez haciendo énfasis en la última palabra.

_"Cj... soy gay"

Logró recordar Cj y consigo, todo lo que pasó anoche, siendo este como un tipo de palabra clave, haciendo parecer a todo como una fuerza mucho mayor que él. Porque una cosa estaba relacionada con la otra, y así como pudo acordarse de eso, pudo recordar lo demás, haciendo que los fragmentos llegaran, otro tras otro y como obra de magia, pudo recordarlo todo.

_¡¿Qué demonios?!_no pudo evitar decir Cj, no lo contuvo. Mientras repite todos los hechos en la cabeza, le es imposible seguir quedando parado, por lo que sus piernas le fallan, haciéndolo caer en el suelo de la conmoción. No sabía qué agarrarse. O si la boca o si la cabeza. Giraba su cabeza para distintos lugares, fijándose por si alguno lo estaba mirando o filmando. Porque llegó al punto de pensar que le estaban haciendo una broma, pero al rato descartó la idea. Eso no podía ser. Ya estaba en la vida real. En donde estaba sucio y desamparado en la casa de su amigo y con un Ryder gay.
Una casa sucia y desordenada que sabía que tenía que arreglar. Tal vez no toda la casa ahora, ya que su condición en estos momentos no le da para mucho, pero no iba a dejar que Ryder viera ese mensaje en la pared, no lo quería herir... no de esa forma.
Se dispuso a limpiar esa pared como diera lugar e iría a su casa. A tomarse una ducha, a comer como un animal, y a dormir como por dos días. A recuperarse a sí mismo de la mejor forma.

No era la idea de que tardara tanto con esa pared, pero al fin y al cabo, lo terminó. Lo dejó en condiciones. Es mucho pedir que lo dejará completamente limpio a Cj en la condición en la que estaba, y que lo limpiara solo con un trapo húmedo en la mano. A Cj le convenció la vista que le daba esa pared, asi que dio por concluida su misión, y se dispuso a ir a su casa a descansar de todo.
Cerró la puerta de la casa de Big Smoke, y al salir, lo vio de lejos a Ryder, no estará a menos de treinta metros de distancia que logró divisarlo junto con César. "¿Qué está haciendo aquí?" Se preguntó Cj. "Como sea, no quiero ver a nadie por el resto del día". Y se enfocó solo en su casa. Pero en el camino, sintió como una intensa punzada en la cabeza le decía que se detuviera, y eso hizo. "¿Qué más me falta justo a mí? La puta que lo parió" pensó exasperado y cansado ya de el mundo. A estas alturas, pensaba que ya había dominado el dolor de cabeza, que lo podía soportar. Pero él lo tiene dominado a Cj. Justo cuando decidió no ver a nadie por el resto del día, la resaca le decía "no". Y entonces, se decidió por ir a una farmacia en busca de unas pastillas. A estas alturas, ya era inevitable no encontrarse con Ryder, porque cerca de la farmacia es por donde lo localizó la última vez que lo vio. "Dios quiera que ya no esté ahí" es lo único por lo que pidió Cj. Pero al dar la vuelta en la esquina, se chocó justamente con él, con Ryder. Ni le dio tiempo a maldecir.

_¡Eh, negro! Apareciste. ¿Donde estabas? Te estaba buscando.

_Eh... estaba en... _no podía mentirle, no le salía. Su mente estaba apagada._ estaba en la casa del gordo.

_Y ahora, ¿qué hacías? _miraba Ryder intuitivo a Cj.

_Me dirigía a la farmacia. A buscar unas pastillas. _suelta Cj con un tono cortante, con todas las ganas de correr de ahí.

_¿Estuviste tomando? _dice Ryder, sorprendido. Conocía muy bien a su amigo y sabía perfectamente que no era de tomar muy seguido, a no ser que algo haya pasado. Ryder, sin muchas vueltas, sabía que algo estaba ocurriendo con Cj.

_No... digo... Sí, sí estuve. _suelta Cj, cabizbajo. Como si estuviera arrepentido de haberlo hecho. Como si fuese que nunca lo hizo.

_Carl, ¿qué está pasando?

De repente, sintió un fuerte nudo en la garganta que le impidió poder responder. No sabía porqué su cuerpo estaba respondiendo así, tan mal. Y no solo por ahora, todo el día su cuerpo le estuvo fallando, pero esta vez rebalsó. Y no sabía porqué. No sabía porqué ese "Carl" salido de su mejor amigo, le había afectado tanto. Sabía que no podía ocultarle nada. Por una vez, quiso abrazarlo sin decir nada, pero no lo haría.

_No me siento bien, eso es todo... solo quiero unas pastillas e irme a mi casa. _terminó diciendo con un tono melancólico en la voz, disponiéndose en caminar en dirección a la farmacia, dejando de lado a Ryder.

_¡Espera, Cj! _lo detiene, aferrándose por su antebrazo, moviéndose hacia el frente de Cj para que lo escuchara_ ¿no querés que te acompañe? O mejor, yo te voy a buscar esas pastillas. Mira. Parece haber mucha gente a esta hora en la farmacia. _Le indica Ryder a Cj con un dedo, haciendo que este lo siguiera y confirmara lo dicho_ Déjame hacerlo y esperame en tu casa.

Vuelva la vista a Ryder. Le conmovió a Cj el hecho de que su amigo estuviera tan dispuesto a ayudarlo. Tanto, que casi se olvida de todos los males, pero, que de igual forma, no lo aceptó.

_No, Ryder. Gracias pero no. Tal vez tenga apariencia de que no, pero de verdad, puedo hacerlo. _termina diciendo regalándole una sonrisa falsa al final. Pero, como si la vida y el universo estuvieran de acuerdo en ponerse en contra de Cj; sus piernas se rehúsen a continuar en seguir adelante, haciendo que se cayera sobre Ryder. Este le agarra de las manos y del codo, con la intención de ayudarlo a incorporarse, sin mucho éxito.

_¡Por Dios, Cj! ¿Te sientes bien?__suelta muy preocupado Ryder, aun sosteniendo a su amigo.

_Sí, sí, lo estoy. _dice rápidamente, con la intención de librarse de las manos de Ryder. Ya no aguantaba más nada. Solo quería llegar a su casa y darse un par de cabezazos contra la pared.
Con la intención de seguir caminando hacia la farmacia como estaba predispuesto a hacer desde que se despertó, se libra de las manos de Ryder. Camina y no da más de cinco pasos que le vuelve a fallar su cuerpo, haciendo caer a Cj. No obstante, Ryder, corriendo a su busca, lo agarra por la espalda, haciendo que este se diera la vuelta, topándose cara a cara con Ryder, otra vez, impidiendo que Cj tocara el suelo. Esta vez, estaban muy cerca uno del otro, no más de cinco centímetros de distancia en la cara.

_Dios, Cj, no estás bien. Deja de evitarme y vámonos a tu casa. Yo te ayudo. _sugirió, con mucha serenidad en el rostro de Ryder. Esperando ansioso la respuesta de Cj, aún sosteniendo a su amigo con los dos brazos en su espalda.

Dándose por vencido y cansado de todo, acepta su oferta, exhalando un sonoro suspiro.

_Está bien. _dice Cj, rodeando el hombro de su amigo con un brazo, sosteniéndose de si.

_Vamos.

Nunca antes una caminata de la farmacia hacia su casa le había parecido tan larga. Habían caminado en un incómodo e inquietante silencio, haciendo parecer que el camino no finalizaba más. Lo último que quería en el día era encontrarse con él, y terminó caminando a su lado, agarrados de la mano un poco más. "Dios, ¿por qué me odias?" Se preguntó Cj.

_Gracias, Ryder. _fue lo último que dijo Cj antes de librarse de Ryder y dirigirse hacia su casa.

_No es nad... _no pudo llegar a terminar lo que estaba diciendo al darse cuenta que Cj no lo estaba siquiera escuchando, si no que simplemente quería irse. _¡Espera, Cj! ¿qué hay de las pastillas?

Casi lo había olvidado: su intensa jaqueca. Y al recordarlo, parece que le doliera peor. No estaba en condiciones de volver a la farmacia. Otra vez, no tuvo de otra que aceptar la oferta de Cj.

_Creo que me quedan algunos pares en mi casa. Por favor, esperame.

_No me voy a mover de acá, te espero. Gracias, Ryder.

_No me lo agradezcas todavía. _termina diciendo con una sonrisa sincera en el rostro. Una sonrisa que le demuestra que siempre puede contar con él, en todas. Se aleja en dirección a su casa.

"Como lo quiero a este hijo de puta" pensaba Cj, olvidando el hecho de que era gay. "¿Por qué le doy tanta importancia? Hoy en día es lo más normal del mundo, no me lo debería de tomar así" reflexionaba Cj. "Solo me hubiese gustado a que me lo dijera estando sobrio y no esperar a estar en pedo para decírmelo y después olvidarlo" terminó por concluir Cj, haciendo que este pensamiento le diera una fuerte punzada en el corazón de la tristeza. Como un balde de cemento, cayendo a veinte metros de altura sobre su cabeza. "No, tampoco para tanto" terminó por pensar Cj.

Dispuesto a servirse un poco de agua, se dirige hacia su cocina en donde agarra un vaso y lo llena con agua de la canilla, importándole muy poco sobre que tan poco saludable sea. Lo toma, y al rato siente que no le cayó bien. Por lo que se apresura en llegar al baño por si llegaba a vomitar por segunda vez en el día. Pasando ya como alrededor de 3 minutos, inclinado sobre su inodoro, a la espera de sacar aunque sea una flema, se da cuenta que al final solo tenía hambre y que estuvo perdiendo su tiempo ahí sentado. Se para y se da la vuelta enseguida, en alerta, al percatarse del ruido de la puerta de su baño abriéndose más, para que diera lugar a la presencia de Ryder en una misma habitación. Se relaja Cj.

_¡Oh, disculpa! Te estaba buscando y al no encontrarte, pensé en buscarte por acá y la puerta estaba abierta y... _suelta Ryder, muy apenado a causa de su conducta. Diciéndolo todo desde la posición del umbral.

Ríe anímicamente Cj

_No pasa nada, chabón. ¿tan rápido fuiste hasta tu casa?

_Masomenos. Estaba en camino en ir, hasta que me acordé que yo también había comprado pastillas para mí y que lo había guardado en mi bolsillo _saca una caja diminuta de las pastillas de su bolsillo izquierdo de la campera.

Cj agarra su cabeza con una mano en señal de decepción

_Que pelotudo... _alarga lo último dicho.

_Bueno, ¿qué querés? A mi también me falla la cabeza. A veces.

Se ríen los dos juntos, olvidando que seguían en el baño. Y al proponerse Cj en salir de ahí por la puerta, Ryder no capta lo que quería hacer su amigo, por lo que inevitablemente, Cj se dispone en atravesar el umbral, rozando innumerables veces con Ryder, muy apretados los dos.

_¿Por qué te quedaste tieso, imbécil?

_¿Por qué no me dijiste "permiso", "movete" o algo, tarado?

_¡Si me estoy moviendo hacia tu dirección es para claramente salir del baño, pelotudo!
¡No para darte un beso, pedazo de puto! _grita Cj, y al rato recuerda que Ryder es gay, por lo que lo hace a la situación mucho más incómoda de lo que es, haciéndole pasar un mal rato a Cj.

_Bueno a ver, ¡quédate quieto, infeliz! _suelta Ryder, exasperado, e intenta con todas sus fuerzas salir del aprieto, tirándose con fuerza hacia adelante, haciendo que salga y tambaleara, cayendo al suelo.

_¡Cuidado! _no se contuvo Cj y lo agarró de la mano, y así evitando que chocara contra el suelo. Lo atrajo para si, haciendo que Ryder chocara con su cuerpo e, inevitablemente, lo empujara hacia atrás, cayendo los dos, uno debajo del otro, otra vez en el suelo de baño.

_La concha de la lora. _soltó Cj, aún con dolor de cabeza. Se le estaba volviendo un dolor de cabeza manejable hasta ahora, que chocó su cabeza contra el piso, haciendo que se volviera un dolor insoportable, nunca antes visto.

_Uuu, eso debió doler. ¿Estás bien? _dice mientras se sienta sobre el piso.

_Que pregunta estúpida ¿no? Sí, obvio que estoy bien, bien para el orto. Dame las pastillas.

_Ah, si. Déjame ayudarte. _logra incorporarse y le ofrece la mano a Cj, con la intención de ayudarlo, y termina levantándolo con todas sus fuerzas.

_Para ser un enano, tenes fuerza, eh. _Cj le causó gracia su propio comentario.

_Cerra el ojete. Que encima que te vengo ayudar, te voy a terminar limpiando el culo un poco más. Tal como un feto inútil y asqueroso, por cierto.

Salen del baño riéndose a la vez. Cj, dispuesto a tomar estas pastillas de una buena vez, se dirige hacia la cocina, otra vez, en busca del agua de la canilla. "No es tan malo, después de todo" pensó Cj acerca del agua del grifo.
Se toma todo el agua que había cargado en el vaso, junto con una pastilla, y busca a Ryder con la mirada.

_¿Te sientes mejor? _pregunta Ryder.

_La acabo de tomar, boludo.

_Ah, mal.

Se echan a reír a la vez.

_¿Y comiste?

_¿Qué hora es?

_Son casi las 4.

_Ay, no. Ni siquiera desayuné y estuve todo el día con hambre. _se agarra la panza, dándose cuenta recién ahora de la molestia que le estuvo causando toda la mañana. Con todo lo que le pasó, eso fue en lo último en lo que se percató.

_¿Querés que prepare algo?

_Mejor compra algo.

_Bue. ¿no te gusta mi comida?

_¿Me estás jodiendo, Ryder? _empieza la risa Cj y se la sigue Ryder.

_Malagradecido. _le golpea a el hombro a Cj_ Voy a llamar por unas pizzas.

_¿Por qué estás siendo tan bueno?

_¿Y por qué va a ser, gil? _dice mientras no despega la vista del celular, marcando al número de la pizzería.

_Algo me dice que me lo estas recompensado por no estar conmigo anoche. _dice Cj, juguetón.

Ríe Ryder, sin idea de lo que está hablando.

_¿Por qué lo haría? _dice sin mirarlo todavía, con la vista clavada en el celular.

_¿Dónde estuviste anoche?

Era hora. Era el momento de la verdad. Ya que la vida quería tanto juntarlo con Ryder, ahora de esta no se iba a escapar. Sea lo que sea lo que vaya a decir, va a marcar un antes y un después en su amistad.
Cj pudo notar claramente como su amigo se ponía tenso, aún sin verlo a la cara, con la vista en el celular, le dijo:

_Ah, este... estaba... por ahí... _dice, luciendo lo más despreocupado que podía, marcando el número de la pizzería con su celular_ disculpa, Cj. ¿Hola? Sí... _se aleja Ryder de Cj, continuando la llamada con la pizzería.

Y le dolió, aunque ya se lo esperaba. Pudo sentir como le dolía el corazón de la decepción, de la traición. Se lo esperaba, y aún así, le dolió ser tan acertado. Ser tan acertado en que Ryder, no podía ser capaz de decirle la verdad, a él, a su mejor amigo. ¿Hasta cuando pensaba ocultárselo?

Cinco minutos más tarde, vuelve Ryder a la cocina en busca de Cj.

_¡Listo! Dos pizzas es más que suficiente para los dos, ¿no, gordito? _se ríe él sólo y para al ver que Cj no se ríe con él, si no que solo le sonríe de cortesía_ ¿Todo bien, feo? _agarra una silla de la mesa y se sienta, quedando justo en frente de Cj.

_¿Con quién estuviste anoche "por ahí"? _dice Cj, insistente con el mismo tema.

_Ah, eso. _ríe de los nervios, intentando salir del aprieto_ estuve... estuve con... con César. _Dice Ryder, evitando a toda costa el contacto visual con Cj, fijando su vista al borde de la mesa.

Lo conocía demasiado bien, hasta cuando mentía. Nunca le salió y eso lo sabe. No podía funcionar con Cj, no con él. ¿Por qué siquiera, hace el intento?

_Pero hoy estuviste con César, los vi. _dijo con una sonrisa, tratando de disimular el dolor, arruinando su mentira.

Cj era testigo de como su amigo se ponía mucho más tenso que antes, pareciendo que se iba a infartar de los nervios. Aún con la vista pegada al borde de la mesa, le responde:

_Sí... _maldice para sus adentros_ ayer y hoy estuve con César. ¿Qué problema hay? _esta vez, despegando la mirada de la mesa hacia Cj, luciéndole una sonrisa, tratando de disimular los más calmado posible.

_No, ninguno. Es que me pareció raro que anteayer me dijeras que tenías una cita con un tal Diego y que ahora me saltaras con esto. ¿Se pelearon? _dice Cj fingiendo un total interés en sus asuntos.

La cara de Ryder pasa de ser una cara nerviosa pero tranquila, a ser una cara tiesa, shockeada. Como no dándole crédito a lo que sus oídos escucharon, con los ojos abiertos como platos.

_Cj...

_¿Por qué me mentiste?

_Yo... am... _se le cortó la voz a media conversación. Con un nudo en la garganta, no podía seguir. Pero se esforzó. Bajando la vista, continuó: _Quería decírtelo Cj, pero yo... _dijo casi en un susurro. No podía seguir. Sentía que le faltaban las palabras, aturdido.

_¿Cuándo? ¿cuándo pensabas decírmelo, eh? Decime.

Ryder solo se limitó a callarse, aún cabizbajo.

_Ryder, mírame. _se aproxima a su amigo, agarrándolo por el mentón, obligándole a mirarlo.

Ryder se libera de su agarre sacándoselo de encima con su mano.

_¡No te lo dije porque sabía exactamente que te lo ibas a tomar así! _dice Ryder, casi gritando, con la voz temblorosa.

_¿Así cómo? ¡Por Dios, Ryder! No te estoy juzgando. Lo único que quiero es poder confiar en ti sin me que estés ocultando secretos.

_¡No lo quieras encubrir, Cj! _se para bruscamente de la silla mientras lo apunta con el dedo_ Te conozco muy bien y sé perfectamente que no te van muy bien los "trolos" como yo.

_¡No digas estupideces, Lance! ¡Yo jamás dije eso! _suelta en gritos.

_¡Si hasta me llamas "Lance"! _alza las dos manos en sentido irónico_ Es obvio que realmente te enoja el hecho de que sea gay, ¿verdad?

_No estas viendo con claridad, Ryder. _dice Cj, al borde de la desesperación.

_No, negro. Vos no estás viendo.

Se sobresaltan los dos a la vez tras escuchar sonar el timbre de la casa de Cj, alertando que alguien llegó.

_Deben ser las pizzas. Te las dejo para que te las comas vos. Nos vemos. _lo dice un Ryder apenado por todo lo que acaba de suceder. Sin siquiera mirar a Cj, camina en dirección a la puerta.

_Aguarda, Ryder. _dice Cj mientras detiene el paso de su amigo, aferrándolo por la muñeca.

_¡¿Qué quieres, Cj?! No quiero seguir discutiendo contigo. _se deshace del agarre de un tirón.

_¡Y no hay nada que discutir, ya te lo dije! Es que aún no me explico el porqué de ocultármelo, ¡a mí! _se señala a sí mismo con las dos manos_ ¿entiendes?

_¡No empecemos con lo mismo otra vez, Cj!
Solo di que no te agrada como soy y listo. Cortémosla.

_¡No digas eso! Dios, Ryder. Eres mi amigo y no porque seas lo que seas voy a dejar de serlo.

Ríe casi forzadamente Ryder. Una risa incrédula.

_No me vengas con ese cuentito. Por favor, no a mí. _vuelve a reír, incrédulo_ puedo ver la desaprobación en tus ojos. _dice Ryder, repentinamente con un tono y aspecto triste.

No sabía lo que le estaba pasando por la cabeza en ese entonces, no sabía porqué, pero por un momento, sin darse cuenta, observó detenidamente los labios de Ryder, y por un segundo, los quiso besar. Encerrarlo contra la pared y no dejarlo escapar. No sabía porqué, no sabía cómo. Como sea, descartó la idea inmediatamente.

El timbre suena otra vez. El repartidor seguía afuera. Ryder observa la puerta, deseoso de salir.

_Adiós, Carl.

Tampoco sabía porqué ese adiós le supo tan amargo. Sonaba más bien a un "hasta nunca" y Cj lo captó.

De alguna forma, quería que sepa que estaba con él. Que lo apoyaba y que en ningún momento pensaba abandonarlo. Que en las buenas y en las malas siempre podía contar con él, con todo su ser. Quería que sepa que la noche anterior la había pasado muy mal al no estar a su lado, al punto de casi llorar. Que lo extrañó y lo necesitó. Que a pesar de que se había decidido, desde que se levantó, a evitarlo completamente, lo había pasado genial estando a su lado, con sus risas y sus roces demás. Que estaba agradecido por todo lo que hizo por él, por todo absolutamente, empezando por existir. Que le hacía demasiado bien a su vida. Quería que sepa que apesar de ser un drogadicto bueno para nada, lo amaba con todo el corazón. Que más que un amigo, o un hermano, él era...

"¿En qué estoy pensando?"

Vio alejarse a Ryder, cada vez más cerca de la puerta. Después de que Ryder saliera por esa puerta, pasarían un buen rato sin verse ni hablarse después de esta gran pelea, y eso Cj lo sabía.

"A la mierda todo"

_Espera, Ryder.

Se da la vuelta para enfrentarlo, por última vez, antes de irse.

_¿Qué quieres, Cj?

Y sin pensarlo dos veces, Cj agarra con las dos manos la cabeza y el cuello de Ryder, ejerciendo presión, acercándolo para si, y va en busca de los labios de Ryder, alejándose éste de él, pero que al fin y al cabo, no pudo escapar, quedándose preso del intenso beso que estaba atravesando con su amigo. Permanecieron así por un rato. Ryder, con los ojos cerrados apretados con fuerza, intentando escapar, tratando de alejar a Cj con toda la fuerza que le brindaban sus brazos, sin éxito alguno, fue cediendo cada vez más a su extenso beso, abriéndose cada vez más a la lengua de Cj, deteniendo de una vez sus inútiles intentos por escapar, descansando poco a poco sus brazos por el pecho de Cj.

Y entonces, el timbre volvió a sonar. El repartidor seguía ahí afuera, esperando. Y ahí es cuando los pies de Cj tocaron suelo otra vez, volviendo a la realidad. Abriendo los ojos, se dio cuenta que no solo estaba besando a su mejor amigo, si no que lo estaba obligando a hacerlo. Pero que no lo parecía, porque aparentaba disfrutarlo, siguiéndole ya tranquilo el beso a Cj. "¿Qué demonios?" Pensó Cj y cortó el beso, alejándose de inmediato de su amigo, quedando en la nada los brazos de Ryder, sorprendido por no esperar que justo él lo cortara. Los dos se observaron, aturdidos, sin saber que decirse el uno al otro.

_Yo... lo siento. _dice Cj mientras Ryder lo observa correr escaleras arriba hacia su habitación, igual de confundido como él con su actitud.

"¿Qué fue eso?" Se preguntaba Ryder tras haberse estado besando con su mejor amigo. Sin darle más vuelta al asunto, Ryder baja su mirada hacia su pelvis. Estaba erecto. "Mierda. Espero que el repartidor no se de cuenta" pensaba Ryder.

En otra vida (Gta San Andreas, Cj x Ryder)Where stories live. Discover now