UMKAMI

Por favor:- tijeras!!!

Y las ganas que tenía de estar con esta mujer era mayores que cualquier deseo que había sentido en mi vida. Mi marido sospechaba pero igual no me importaba y al punto de involucrar a mi familia para que me cubriera de algo que ni se imaginaban. Hasta mi móvil recientemente comprado sufrió daños para así justificar mi desfachatez que tanto en mi interior se regocijaba y pasé gracias a esto uno de los mejores días de mi vida.

Besos, caricias, apretones, todo esto me hacía llegar al máximo placer. Sus labios, ohhhh sus labios, nunca me cansaré de repetir que han sido los más dulces que he besado. Esta mujer hace que mi serenidad se transforme en agresividad y no dudé en demostrárselo. Como suelo hacer, me desnudé muy rápido, quería que supiera que iba dispuesta a todas y que mi día a su lado no iba a ser en vano. Por Dios cuando besa y lame mis senos me estremece la vida al punto de llevarme a un éxtasis total, juraría que ella me puede provocar orgasmos si sólo se concentrara en eso. Yo estaba muy lista para ella y quería sentir su lengua en mi interior, y lo que jamás imaginé fue que yo la guiaría hasta mi Conchita deseando que lo hiciera ya. Si dije que no me gusta que me hagan sexo oral pues con ella me retracto completamente, el mejor sexo oral de mi vida me hizo Meine Frau. Lamía cada parte de mí y tragaba mis fluidos que corrían por masividad. A su vez me masturbaba y POR DIOS!!!!! no puedo explicar con palabras el placer que sentí. Verla allí abajo me ponía a mil y más como me lo hacía. En un momento le pedí no, le supliqué por las tijeras; ella se negó ya que estaba en sus días. En el punto en que me encontraba me importaba poco, igual nunca he sido escrupulosa. Forsejeamos un poco en la cama y me tenía tan alterada que hasta le pegué cerca de la narga. Igual se negó pero yo no podia irme sin al menos tocarla y cuando menos ella lo esperaba mis dedos ya circulaban en su interior. Era muy excitante lo que sucedía, verla desquiciada a punto de correrse por mí me tenía mal. Igual me devolvió el favor pero preferí seguir sola, sacarle un orgasmo por castigo de lo que no había hecho. Cuando se vino en mis dedos, solo puedo decir que la deje trankila y me sentía orgullosa de generarle placer. Igual mis dedos lo menos que tenían era sangre, estaban llenos de secreción jugosa.

Llega el marido segundos después y ella delante mío le comenta lo que sucedió. Él estaba todo excitado con su pene erecto que a la vista se notaba, igual mi atención era ella en ese momento y realmente no me molestaba en lo absoluto que él estuviera en semejante erección. En los ojos de ella me pedía que la besara a gritos delante de él y yo la complací para complacerlo a él. Insólito se quedó, no me fijaba mucho en él porque la verdad que cuando estoy con ella lo que está al rededor desaparece. Estaba yo muy exitada y muchas veces me tuve que contener porque lo que deseaba era tumbarla en la cama y que el marido viera cómo es que disfruto de su mujer. Ella se sentía realizada. Tenia en su cama a las dos personas que le daban placer y hasta en un momento ambos nos lanzamos sobre ella, pensé que terminaríamos haciendo un trío, pero no pasó a mayores.

Ese día llegué a mi casa toda mojada y mi marido todo preocupado por mi móvil que yo misma había dañado. Pensé en todo lo que había hecho y realmente me gustó mucho, cada vez que pensaba me mojaba más y más. Mi marido ese día con ganas y yo aún sin bañarme y quitarme el placer de ella de mi cuerpo, me penetró y él que pensaba que lista estaba por él. Igual le saqué todo su material y yo más que satisfecha por el día tan excitante que había tenido. Pero un me faltaban las tijeras, pero no será por mucho tiempo porque cuando aún no terminamos una cita ya estamos planificando la otra.