EN

904 81 12
                                    

-·=»‡«=·-

𝐏𝐞𝐨𝐩𝐥𝐞!

𝐏𝐞𝐨𝐩𝐥𝐞!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-·=»‡«=·-

— DEBEMOS MUDARNOS A FRANCIA.—

Agatha Renier no pudo evitar poner los ojos en blanco al escuchar la cadena de quejas que su hija menor continuaba escupió mientras conducían por los caminos hacia la pequeña ciudad que estarían viviendo para el próximo año.

Lola, la mayor, no se quejaba, pero tampoco estaba feliz por la decisión. Aunque su nuevo trabajo como bioquímica en el hospital local no era una mala idea, le daría una buena cantidad de salario y ella tendría un hermoso alojamiento, Lola no estaba cómoda con el uso de su conocimiento de sueco para manejar su camino en Noruega, probablemente esperando malas miradas o algo por el estilo.

— No tengo un buen presentimiento sobre esto, mamá.— Lola comentó, estando del lado de su hermana menor.

Su madre dejó escapar un fuerte suspiro, su paciencia estaba colgando de una cuerda, pero se tragó las maldiciones a sus dos hijas antes de pasar a la próxima carretera. No debía entenderse mal, ella era una madre amorosa, se aseguró sus dos hijas tuvieran lo mejor, ella les dio todo lo que querían.

A diferencia de Lola, que no se quejó del viaje, pero lo había aceptado de mala gana, pero aceptado de todos modos. Andra no era feliz en absoluto, no hablaba el idioma, no le gustaba conocer gente nueva, ciertamente no le gustaba dejar a sus amigos de vuelta en Inglaterra. Cassandra era una niña muy pequeña comparada con Lola.

Agatha se maldecía a si misma cada vez que comparaba a sus hijas, pero a veces su mente se permitía compararlas sin su permiso, su hija menor había estado llevado la rebelión adolescente en su corazón, tiño su cabello de color rosado, se había perforado la nariz sin su permiso. Ella en Inglaterra se sabía que era bastante luchadora, mucho para consternación de su madre, pero cada vez que la llamaban de la escuela sobre sus travesuras, la situación de su hija volviéndose en peleas con matones conocidos para defender a los compañeros de clase eran los habituales, incluso a veces enfrentándose contra estudiantes mayores.

Las hijas de Agatha se mantuvieron en silencio durante todo el viaje hasta Edda. Lola le había pedido a su madre que se detuviera un par de veces para tomar algunas fotos de paisajes y Andra había estado mirando fuera de la ventana con los auriculares puestos. Ellos pasaron a través del túnel junto a la montaña y subiendo a la pequeña ciudad, ya que el GPS los llevó a su casa.

Edda, junto a las hermosas montañas, tenía una enorme fábrica con el humo bailando en el aire, lo que causó asco en las tres mujeres. Los caminos eran bastante estrechos, el clima parecía permanentemente gris, dos cosas que solian ser británicas, y simplemente... no daba una buena vibra a las dos chicas Renier, que compartieron una mirada perpleja mientras la madre conducia hacia una casa de dos pisos de aspecto rústico.

Desde la cerca, Louis Renier se paró con ambas manos en los bolsillos del pantalón, su cabello volando en cada dirección posible del viento loco. Su sonrisa se ensanchó cuando sus ojos vieron a su esposa, y corrió hacia el auto para ayudar a su familia con sus artículos: seis maletas grandes y tres bolsos de lona Nike de tamaño decente. Fue recibido por su esposa con un beso suave, y su hija mayor más tarde con una cálida sonrisa y un rápido abrazo. Por otro lado, Andra arrojó su mochila al pavimento frío y corrió hacia su papá para abrazarlo como una niña pequeña.

— Hola niña—, besó la coronilla de su cabeza,— ¿cómo estuvo el vuelo?.—

— Solo quiero dormir durante el próximo mes o dos—, ella gruñó contra su pecho antes de mirarlo, sus grandes ojos azules se encontraron con los de color avellana,— Te extrañé.—

— Yo también te extrañé,— la dejó ir antes de tomar el gran
bolsa de lona colgando de su hombro,—entra, déja que yo entro esto, ¿de acuerdo?.—

La joven asintió antes de salir corriendo detrás de la hermana mayor. Era mucho más grande que su casa en Weymouth, Se sentía acogedor a pesar de que Louis solo había estado viviendo allí durante un mes, sus pequeñas baratijas estaban por todas partes, y él se había tomado el momento de comprar decoraciones que se adapten al sabor bohemio de Agatha.

De las paredes color crema, numerosos retratos colgado con las fotos clásicas de la boda, la familia cuando las niñas eran pequeñas, posando junto a su padre en Epernay con una amplia sonrisa, entre muchos otros que consistía en Lola, de 17 años y Andra, de 10 y casi 11 años, en una sesión de fotos con sus padres en el hermoso Dorset junto a la costa jurásica. Muchas piezas de arte, elegantes pero económicas, decoraron el lugar, maravillosamente, dando a su hogar un aspecto más caro.

— Arriba están las habitaciones de ustedes,— señaló Louis mientras finalmente cerraba la puerta, empujando la cadena para cerrarla completamente.— Su mamá y yo estamos debajo de la escalera. Tienen su baño compartido y un salón más pequeño.—

— ¿Podemos ir a nuestras habitaciones ahora?.— Preguntó Lola, llevándo la bolsa de lona y dirigiéndose hacia arriba,— Realmente quiero asentarme y tomar una siesta, papá.—

— Adelante mi amor.— Louis besó la frente de su hija mayor
antes de agarrar dos maletas mientras seguía detrás de ella.

Andra suspiró, compartiendo una mirada con su madre que le dio una sonrisa comprensiva y la envolvió en un abrazo lateral antes de presionar un pequeño beso en la sien de su hija. La mujer fue alentada a tomar su bolso y seguir a su esposo, ella no estaba decepcionada de nada mientras ella veia el pequeño salón con numerosos libros y una sonrisa rompió sus labios manchados de cereza.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 26, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

People▪︎Ragnarok [Netflix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora