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Eran ya las 11:00 pm y allí estaba otra vez, sentado en el suelo llorando, Harry lo había dejado plantado de nuevo, no era como si no se lo esperara, pero en su ingenuo corazón aún guardaba la esperanza de que él recordara su aniversario.

Que ridículo.

Louis se levanto del suelo y camino hacía la mesa, apagó las velas y tomo su teléfono de esta, lo dejo sonar tres veces y luego su llamada fue ignorada con exito, lo intento de nuevo y de nuevo, hasta que la cuarta vez sí contestó.

-Hola - esa hermosa voz ronca y adorable que siempre amo.

-¿Dónde estás? - silencio del otro lado de la linea - Harry ¿Dónde jodidos estás?.

-Lou...

-Era nuestra cita semanal Harry, además nuestro aniversario, prendí unas estúpidas velas, música y champán, cocine y decore todo para ti, lo prepare durante una maldita semana...

-Yo... Lo siento.

-Siempre es la misma situación Styles, siempre soy yo el que se queda solo, llorando en un rincón hasta el amanecer, siempre soy yo él que está ahí para ti, siempre soy el que te dice que te amo, pero jamás lo he escuchado de ti, pero sí puedo ver todas las veces que se lo dices a ella.

-No es lo mismo.

-¿Está junto a ti, no es cierto? ¿Estabas besándola? ¿Estabas por hacerle el amor como tantas veces me lo has hecho a mí?- suspira y solloza- Contesta de una puta vez.

-Lou... solo no hagas esto ahora, por favor.

-Quiero que tomes una decisión y más vale que sea la correcta, sabes que no puedo vivir sin ti, pero si tengo que, lo hare.

-...

-Dejala, mí amor por favor, solo dejala ¿que puede tener ella que no tenga yo? ¿que te da ella que yo no? solo dimelo, solo dejala mí amor, dejala por mí y viviremos felices.

Del otro lado de la linea solo había silencio, hasta que escuchó una sonora risa, risa que pudo reconocer a la perfección, era la risa de Liza, aquella Liza que tenía todo lo que Louis siempre deseo, aquella Liza que podía disfrutar del amor sin condiciones de Harry, aquella Liza que tenía todo el mundo en sus manos y no lo sabía.

-Lou ¿Podemos hablar esto mañana?

El suelo bajo sus pies empezó a moverse, la ira estaba en su punto máximo y su corazón estaba tan roto que no pudo soportarlo más.

-No, lo siento Harry, pero ya estoy harto... Juras que soy tu gran amor, que no puedes vivir sin mí, vas por ahí diciendo que me quieres, pero jamás estás cuando te necesito, jamás estás para mí, yo soy el estúpido aquí, pero eso se acabó hoy, quiero que me escuches muy bien - Louis ya estaba sollozando más que un poco, intentaba que su voz no se quebrara, pero fallaba miserablemente - quiero que vayas con tu esposa, la gran señora Liza Styles, quiero que la beses, quiero que la cargues hasta su habitación y le hagas el amor toda la noche, quiero que sientas cada centímetro de su piel, quiero que esta noche, en este maldito momento, olvides todo de mí, quiero que recuerdes este, como el último sonido de mi voz, porque en cuanto cuelgue está llamada, estarás muerto para mí, y entonces, y solo entonces cuando en la mañana logres liberarte de tu esposa y decidas venir a buscarme, ya no me encontraras...Adios Harry, se feliz con tu vida perfecta - Después de eso solo corto la llamada.

Harry del otro lado de la línea estaba llorando con el rostro entre sus piernas, el frío viento de la noche golpeaba su rostro en el balcón, sentía un agudo dolor recorrer su pecho y todo su cuerpo, no podía concebir la sola idea de perder al amor de su vida, ni siquiera el mismo entendia el porque no dejaba a Liza y iba con él, recordó aquel día que lo conoció.

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