Capítulo 6. Primer descubrimiento

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Les traigo un nuevo capítulo, muchas gracias por su comentarios, sé que me tardo, pero mejor tarde que nunca, sin más que los disfruten.

Han pasado tres días completos desde aquella tarde en que casi pierden al joven biólogo de la expedición. Sobra decir que tomó tiempo que el equipo saliera del shock así que Danvers y Zor-El aprovecharon para buscar el lugar idóneo para el campamento dentro del radio del punto de control llevando consigo el globo; escogieron un claro despejado, bien elevado a 150 metros del río y medio kilómetro del lago.

La guardaespaldas comenzó a instalar las tiendas y ocuparse de la fogata mientras la capitana regresaba por el equipo que dejaron en las manos de la doctora Arias, por lo que a su regreso ya tenían dónde descansar. J'oon e Imra fueron directo a sus tiendas, la geóloga incluso tomó sus barras con la firme intención de ya no volver a salir hasta el día siguiente. Kara ayudó a Sam a mover a Matthews, estuvo presente en todo momento mientras era revisado hasta que le dieron unos medicamentos que le ayudarían con el dolor pues la torcedura en su tobillo era la menor de sus heridas, después de las indicaciones de descanso absoluto para el joven ambas salieron de la tienda. Lena no estaba mucho mejor, seguía en shock y desde que llegó, Alex intentó consolarla, luego de que lograrla hacerla comer algo le pidió que se fuera a dormir. Al final del día y ya oscureciendo fue cuando Sam terminó de suturar nuevamente a Winn haciéndolo dormir también, la doctora ya muy cansada sentía culpa, porque una vez más la guardia nocturna quedaba en la manos de las exmilitares.

-Amm, chicas, deberían descansar- propuso acariciando su nuca sintiendo el cuerpo hecho trizas, Alex y Kara la miraron, luego se miraron entre ellas extrañadas y después volvieron a mirar a la doctora.

-Eso no será necesario Sam- respondió Kara. –Ve a dormir, nosotras cuidaremos el perímetro.

-Pero tienes lesiones importantes, deberías descansar al menos esta noche, es mi responsabilidad- alegó aun agotada.

-Estoy bien, solo fueron unos golpes.

-No se preocupe, yo la cuidaré- dijo Alex con su habitual respeto hacia ella y Luthor.

-Solo es una noche de desvelo para que los demás también se encuentren perfectamente bien, algo que no va seguir siendo posible si nuestro médico no descansa.

-Además debemos retomar el trabajo, así que estaremos varios días detenidos en el punto de control, dormiremos mañana se lo prometo.

Sam cedió ante los rostros sonrientes de la exmilitares, parecen un par de niñas pidiendo cinco minutos más para jugar, por lo que les deseó buenas noches antes de irse a dormir sabiendo que el itinerario les daría tiempo para reponerse, sin embargo, a pesar de disfrutar de sus 8 horas de sueño; a la mañana siguiente Arias fue la primera en levantarse y ordenarles que se fueran a dormir, no sin antes revisar las heridas de Kara, con las ex militares dormidas no se hizo mucho ese día, algunos como Lena aparecieron hasta medio día para comer, J'oon era el único con algo de buen ánimo aún, entreteniendo a la doctora con más de sus fascinantes historias que ya le había contado más de una vez. El siguiente día tampoco fue la gran cosa, todos salieron de sus tiendas, desayunaron, pero la prioridad fue otorgar más tiempo a los heridos para recuperase, así que los sanos se dedicaron a trabajar en sus computadoras, llenando informes, rediseñando los protocolos de sus investigaciones, ya que el cambio de ruta también les había afectado. Finalmente llegó una nueva mañana, la señorita Luthor ha solicitado hablar con todos durante el desayuno para discutir el método de trabajo a partir desde ese punto, sin embargo, ya son casi las 10 de la mañana y Kara simplemente sigue acostada en su tienda, el horario se ha vuelto muy flojo en esos tres días.

Los acontecimientos recientes no le habían permitido observar su tesoro, el calendario que logró robar del asentamiento daxamita, aunque después del río terminó tan mojado que casi se deshacía en sus manos, Kara de todos modos lo guardó celosamente en la pequeña nevera del globo en la Sam mantiene refrigerados los medicamentos que el equipo pueda necesitar, por eso había insistido tanto en asistir a la doctora. La noche anterior durante su guardia al fin pudo sacarlo por lo que ahora mira con tristeza las páginas descoloridas.

La expedición a KryptonWhere stories live. Discover now