II

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P.J

Alguno... Por casualidad... Alguna vez, no importa la situación, no importa hace cuanto, no importa nada... Pero alguien ha sentido frío cuando se aleja de alguien? No hablo del frío común, ese que te da al salir por la mañana al colegio, no, hablo de la sensación que sientes cuando te alejas de la persona a la que más amas, recorre tus venas y las congela, tal y como una helada, es como desprenderte del anillo que te dió alguien importante, dejar de abrazar a aquella persona que mueve tu suelo, es... Esa soledad de nuevo.

...Yo no soy gay.

Camino hacia aquel teatro, no podía distraerme por cualquier cosa, hoy iba a cumplir mi sueño, hoy finalmente los aplausos que una vez escuché en el público, serán para mí.

Miro los grandes pilares de estilo barroco que hacían parte de la decoración.

Entro por la puerta trasera sin hablar ni mirar a nadie, ahora me encuentro tras bambalinas, el telón está cerrado y las luces ya se hayan encendidas, no hay nadie.

El polvo en el aire podía verse gracias a las luces que apuntaban directo a mi rostro, dejé caer mi valija en el suelo, acarició el telón sintiendo un escalofrío pasar por mi cuerpo.

La pista del cascanueces empieza a sonar, seguro estaban probando el audio.

Miro mis zapatos, y luego a los lados, recuerdo que papá me trajo aquí cuando tenía apenas 9 años, fila G, asiento 11, sonrío.

Mis manos comienzan a temblar cuando involuntariamente me levanto en puntas empezando a seguir los pasos de la coreografía.

Se siente liberador, es tan...

—¡¿Jeon?!

Es lo último que puedo decir antes de  caer en un grand jete, siento un dolor inmenso en mi tobillo soltando un grito bajo, miro alarmado a las filas entre el público, no hay nadie.

—Tú...estabas allí...— señalo las escaleras del auditorio, juraría...¡Jeon estaba ahí parado hace un segundo!

Mierda... Esto duele...

Intento levantarme, intento fallido obviamente, mis ojos se cristalizan en un parpadeo, no puedo estar lastimado, hoy no...

No, no, levántate gran imbécil!

Hablé para mí mismo, tomando fuerza y sintiendo mi tobillo palpitar, miro la luz apretando mis puños.

«Hoy los aplausos...
Son para mí!»

J.K

Tan pronto como el castaño dió la vuelta en una esquina y desapareció en ella, corro nuevamente a la rueda y tomo el sombrero apurado, salgo corriendo sin dar explicaciones, escucho las quejas de mis amigos. Me dirijo a la taquilla para las funciones de hoy, miro los precios y luego cuento el dinero, está justo.

No espero más para comprar una entrada y guardarla como lo más preciado de mi vida, miró mi ropa y luego la gorra vacía, pienso unos minutos, esos tres hyungs nunca tendrían un smokign, no tengo ni un centavo en casa y tampoco tiempo...

Pienso en las opciones, no puedo conseguir un trabajo ahora, tampoco puedo pedir a mis padres dinero, no tengo familiares cercanos y mucho menos amigos que tengan algo formal en su guardarropa, no voy a asaltar un banco y...

—Oye, niño malcriado, ¿El dinero? —Escucho la voz de Nam detrás de mi, giro en mis talones y sonrió.

—El dinero estaba en tu imaginación, Nam. — Hablo sin perder la sonrisa.

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⏰ Última actualización: May 06, 2020 ⏰

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¿Bailas? | JIKOOK |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora