LA DESESPERACIÓN DE UNA ESTRELLA

19 2 0
                                    

Narra Mabel:


Pasó dos meses desde que enfermé, estaba en la biblioteca de aquella mansión sentada en unos de los sillones que había en la habitación, era un lugar enorme con un gran ventanal, las estanterías llegaban hasta el techo y todo estaba muy bien colocado salvo por lo libro que tenia encima de la mesilla que tenia a mi lado, varios sillones y sofás estaban esparcidos por la habitación, según Bill era de los pocos que habitaban en aquel lugar que leía libros, no es que me guste mucho pero no tengo muchas cosas que hacer aquí dentro, Bill me restringió mi lectura ha cierta zona de la biblioteca puesto que no podía leer el resto por que según él era demasiado inculta para leerlos en varios sentidos, supongo que son de otras dimensiones o de temas muy complejos, mire por la ventana el bosque antes verde ahora era marrón, rojo y dorado ya solo queda la mitad de ese basto bosque a veces me gustaría salir y tomar aire fresco pero lo tengo prohibido pregunte el motivo una vez y me dijeron que era muy peligroso para mi salir fuera.Desde que enferme empece a llevarme mejor  con todos los demonios, me gusta investigar recetas junto a Dentadura sobre todo cosas dulces eran mis favoritas aunque al principio éramos un desastre una vez una masa para galletas que estábamos haciendo empezó a moverse y hablar nos asustamos muchos, Dentadura estuvo protegiéndome todo el rato hasta que Bill entró a la cocina molesto quejados del ruido que estábamos haciendo entonces fue  cuando vio la escena se puso a reír después de unos segundos observo a la criatura la destruyó sin miramientos nos acabó regaño a los dos. Por otro lado Krypto y Hectorgon se volvieron mis tutores por orden de Bill, se turnaban entre ellos para darme clase Krypto se encargaba de todas las ciencias mientras que Hectorgon me enseñaba literatura, caligrafía, arte, música etc. Al principio eran aburridas y no comprendía la mayoría de las cosas que me explicaban pero unos días después empezaron a gustarme las clases ellos me recomendaron que leyera varios libros de la biblioteca que eran muy interesantes. Todos me tratan muy bien y me divertía con ellos aunque por algún extraño motivo a veces competían entre ellos, creo que los demonios son algo posesivos, Bill suele burlarse de mí casi todo el tiempo aunque alguna vez me ha regañado pero siempre me alaba por ser una buena chica aunque sea algo traviesa y curiosa, Pyronica consiguió la lana y las agujas que le pedí empecé a tejer al principio no sabía muy bien pero después de un tiempo mis manos parecía que lo hacían solas, lo mejor que sabía hacer era jerséis así que decidí ir tejiendo algunos para dárselos a todos por Navidad. Pero desde hace unos días los demonios susurran a mis espaldas y cuando me acerco paran y cambian de tema, sé que algo pasa y me lo están ocultando, se que no quieren preocuparme pero últimamente Bill a veces parece contento y otras veces muy molesto, los chicos han vuelto con heridas y me estoy empezando a preocupar, me pregunto si podré ayudarlos de alguna forma.

Pasó una semana Pyronica me había puesto un vestido fucsia debajo llevaba un jersey hecho por mi blanco y unas medias gruesas negras y unos botines marrones, mi pelo estaba recogido por una trenza, no creo que fuera mucho mi estilo pero ella parecía muy contenta con este conjunto, estaba dando un paseo como siempre hago por aquellos pasillos yendo dirección a la biblioteca ya que es uno de los pocos lugares que puedo ir, cuando me llamó una voz agitada.

-Estrella Fugaz.-Grito lampara de lava.

-¿Que pasa?.-Pregunte.

-El amo Bill te reclama en el salón pero antes tienes que ir con Pyronica.-Respondió el ser anaranjado algo cansado y nervioso.

-¿Por que con Pyronica?.-Pregunte.

-Parece ser que hay invitados y quiere que vayas con ella para prepararte.-Terminó de hablar.

Su voz mostraba nerviosismo y estaba inquieto pensé en no darle importancia probablemente Bill le habrá regañado otro vez así que  lo seguí hasta mi habitación, supongo que tendré que cambiarme de ropa si me llevan allí, ya estoy viendo a Pyronica con una tonelada de vestidos esperándome no se si estar feliz o desesperada aveces nuestros gustos chocan, no dijo mucho más e insistía que fuéramos rápido y que no me distrajera, cuando llegué a mi habitación Pyronica estaba con Forma amorfa y Cerradura los tres hablando de algo.

Odiar o perdonar ¿Cual debo elegir?Where stories live. Discover now