19. Por Harry.

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Luego de todo aquél revuelo, Harry cambió de mansión a Louis, aquél vivía cómo un rey.
Salía de compras, andaba por donde quiera de la casa, se tiraba a la piscina... etc.

Louis había intentado arreglar la tubería, pero no lo había conseguido hace tiempo.
Tenía vergüenza de avisarle a Harry, a si que decidió que Shawn lo haga.

Hola, Harry.—Ambos sonríeron.

—Ven a mi casa, necesitas darte una ducha.

Uff, gracias. Ésto de cambiarse de ropa por semanas no está tan bueno.

Harry manejaba a su casa, Louis le contaba cuantas veces su padre lo golpeó hasta dejarlo en el hospital.

¿Nunca dijiste nada?—Harry revolvió su cabello, dejando casi babeando a Louis.

No...

¿Porqué no?

Por ti.—Harry lo miró raro, y respondió.—Es decir, ganarle a mi padre no es cosa fácil.

—¿Por mi? Es decir, ¿y yo que tengo que ver en esto?

Si caía Mark, caía Derek, si él... caerías tú.

¿Puedes ser egoísta al menos un segundo?

¿Cómo tú? —La cagaste, Tomlinson. Al menos eso pensó, pero Harry largo una carcajada.

Tampoco tanto.—Un silencio incómodo se presenció.

¿Porque no lloraste en el velatorio de tus padres?

Es qué... Derek y Anne jamás fueron mis padres. Ellos siempre estaban escondiéndose en el mundo.

¿De quién?

De todo aquél que amenazara a la familia.

¿Porque me odias, Harry?

Me obligaron a odiarte.

No digas estupideces. Ahora nadie lo hace.

Mi mente lo hace, lo primero que recuerdo al verte es a la psicóloga diciendo que eras una mala persona. Me lavaron el cerebro.

Intenta acercarte a mí, volverás a ser mi amigo.

No puedo quererte.

Yo... tú...

No digas nada, llegamos.

Louis se entristeció, realmente quería a Harry, realmente quería saborear aquellos labios carmesí que tendrían el sabor de la gloria.
Harry no aceptaba que lo quería, él lo hacía, pero jamás admitiría ser amigo de un Tomlinson.

Hola, Rob.—Entré a casa y saludé al personal de seguridad, aquél miró raro a Louis, incomodándolo.

-Entra, enano.

—Muerete .—El más bajito rodó los ojos, y entro a la casa, causando una carcajada en Harry.

Sr.Georgia...—Desde el secuestro de Louis, tengo una empleada para la limpieza en casa.-Un obsequió llegó a su puerta.

Oh, hm, luego lo veo.—La mujer vio a Louis, quién estaba con muchas marcas, y sangre en su rostro.—Vete, Marie.

Linda casa.—El chico miraba las obras de arte que tenía en la pared.

Lo sé, pasa a mi habitación de arriba, llevaré el almuerzo. Bañate, no quiero que dejes mi habitación repleta de olor, ahí tienes ropa.

Gracias ricitos.—El chico subió riéndose a carcajadas en las escaleras, así yo no tendría nada que decirle.

Que lindo es sentirse limpió. —Louis suspiraba con los ojos cerrados.

Ambos almorzaron riéndose y mirando South Park.

Gracias, Harry.

¿Porque?

Por alejarme de mi padre.

Stockholm SyndromeWhere stories live. Discover now