• Burbuja • [PERCICO]

• Recuerdos •

No había sonido tan hermoso como doloroso en aquel momento que la risa de Nico, Percy ni siquiera había tenido tiempo de llorar o de seguir gritando porque el azabache menor había entrado de nuevo con una extraña flor en la mano.

— ¿Te gusta? Me la dió Tritón, no puedo creer que de verdad exista y que sea tu medio hermano. — Decía sin ocultar una sonrisa, se dió cuenta de que tanto el Dios del mar como Percy lo miraban, este último parecía frustrado. — ¿Estás bien?

— ¡Sí, sí! — Se limpio las lágrimas engañosas y se talló los ojos para después sonreírle de regreso a Nico. — Es una flor muy bonita, aunque no deberías aceptar flores de otros frente a tu novio. — Bromeó con pesadez y Nico hizo una mueca.

— Supongo que no puedo llevarte la contra frente a tu padre, tienes suerte está vez. — Percy bajo la mirada apenado y Poseidón tosió para llamar la atención de ambos jóvenes.

— Lo único que puedo ofrecerles es una ruta rápida a la superficie. — Hablo el Dios de mar, realmente no podía hacer mucho por su hijo favorito, Percy había causado todo aquello y ya había aceptado aquella petición de borrarles la memoria, no podía hacer más sin que su hijo aprendiera una lección. — Cuando salgan a la superficie y la burbuja explote recuperarán sus recuerdos. — Aseguro el Dios del mar. Nico suspiro aliviado mientras Percy aún mantenía la mirada baja, le dolía verlo así, porque sabía que pasaría cuando Nico recuperará sus recuerdos, porque sabía que aquella hija de Atenea esperaba con los brazos abiertos a Percy.

— Gracias, Padre. Tenemos que irnos ya. — Dijo seriamente sin levantar la mirada, tomó de la mano de Nico y siguió una perla casi transparente que su padre les había dado para llevarlos hasta la tierra firme más cercana.

— ¿No te vas a despedir? ¿Eso es todo? — Percy solo se limito a guardar silencio y apretar el agarre de sus manos, culpa, angustia, desesperación, miedo, enamoramiento, todo eso y más sufría el hijo de Poseidón en aquel momento. Recordaba a Annabeth y la vez que se había dejado besar por su rubia exnovia detrás de su cabaña. Si bien no estaba enamorado, no de ella, no la alejo tampoco, la nostalgia de sus mejores momentos juntos volvió, había tenido más aventuras y misiones con aquella chica que con Nico, a quien conoció mejor por la muerte de Bianca y eso simplemente no era del todo saludable para su relación, pero aún así lo amaba.

Lo amaba demasiado, tanto que ahora quería ahogarse ahí mismo por engañarlo, quería que algún monstruo apareciese y lo matase.

Ambos siguieron en silencio a la perla mágica, Nico no hacía ninguna señal de querer interrumpir a un concentrado Percy, rara la vez lo había visto así en su corto recorrido por el mar. Pero eso no quiere decir que le gustará ver a Percy serio y distraído, no le gustaba admitirlo, pero estaba preocupado.

— Hey... — Por primera vez fue él el que inicio la charla. — ¿Sabes que estoy aquí, verdad? Literalmente puedes contarme algo y no se lo diré a nadie, porque solo somos tu y yo.

Una pequeña y amarga sonrisa se deslizó por los labios del mayor.

— Yo... Estoy pensado en algo que me dijo mi padre, lo siento. — Nico suspiro aliviado de que Percy aún tuviera la capacidad de hablar. Se mantuvo un rato en silencio esperando a que el mayor continuará. — ¿Tu crees que soy un buen tipo?

Nico arrugó la nariz con aquella pregunta.

— ¿Qué quieres decir con buen tipo? ¿No habías dicho que habías salvado al Olimpo? Para mí eso es ser más que un buen tipo. — Menciono, la felicidad que sintió el ojiaqua al ver que Nico recordaba sus charlas pasadas fue indescriptible, recordó que Nico no era bueno dando afecto, pero era un grandioso receptor,no importa de que le hablara, Nico siempre lo escuchaba con alegría.

— Yo hablo de un buen tipo... De pareja. — Sus mejillas se sonrojaron, pero aún así no había visto a Nico ni levantado la mirada de la arena que pisaba en ningún momento.

— Oh... — Aquello había tomado desprevenido al menor, quién se tomó unos segundos para meditar, le hubiera costado nada golpear a Percy por volver a hablar de ese tema de parejas, pero el hijo de Poseidón estaba más que serio en aquel momento. — Supongo... Si éramos novios supongo que debiste cumplir con todas mis expectativas, ser alguien que mola mucho o simplemente no ser nadie, da igual quien fueras, terminamos siendo novios y ahora con toda está mierda de las memorias... Me di cuenta que no eres tan irritante como pareces, estoy aceptando el hecho de que fuimos novios, no me molesta que lo seamos tampoco... — Fue turno de Nico de sonrojarse y tomar aire, seguramente aquello era lo más largo que había dicho en aquellos días.

Percy se sintió ahogado en felicidad y arrepentimiento, a Nico no le molestaba que fueran novios, a Nico no le importaba quien era él, si un hijo de Poseídon o un don nadie, igual lo amaba.

— ¿Y si en realidad no soy un héroe sino un vil mentiroso? ¿Me odiarías? — Pregunto con miedo, a ese punto ya estaba aguantando las lágrimas y tenía la voz ronca evitando gritar o sollozar.

Nico lo miro de reojo buscando que Percy hablará más.

— ¿Qué fue lo que te dijo tu padre?

Percy suspiro al ser ignorada su pregunta, arrebató la flor que Nico aún llevaba en su otra mano y la tiró.

— ¡Hey! — Se quejo en menor. — ¿¡Por qué hiciste eso!?

— ¿No es obvio? Estoy celoso. — Aunque a esas alturas Percy ya no tenía derecho de sentirse así. Nada le daba el derecho de reclamar a Nico ni mucho menos de herirlo como acababa de hacer sin motivo alguno. — Ugh... Lo siento.

El menor se quedó callado, pero no sé alejo ni separo su agarre de manos, simplemente siguieron en silencio, Nico pensó que el encanto que tenía Percy era poco, pero lo suficiente para llamar la atención de muchos y muchas.

Mas no la suya.

Percy definitivamente no era su tipo, tenía una extraña sensación en el estómago y la garganta cada que miraba sus manos, tenía miedo, pero por miedo no se separó del hijo de Poseídon en ningún momento hasta que avistaron la orilla.