Capítulo 1

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El silencio es algo que en muchas ocasiones puede ser el detonante de grandes problemas. por ejemplo, cuando cuestionan tus palabra, tus acciones, o hasta tu mirada . Cuando te preguntan si lo amas de verdad, o si estás diciendo la verdad o si hiciste aquél mandato que tu mamá te había dejado.

y uno se queda ahí, quieto, como una estatua, sin poder formular una palabra. Como si estas hubieran tomado conciencia propia, casi evaporandose. Y es que el silencio siempre otorga. Pero aunque quisieras decirle que lo amas de verdad, que lo que tienen no es algo de una sola noche con la luna como testigo, y el sol como confidente de sus deseos. Que aquellas palabras que dijiste en su momento fueron dichas con total honestidad sin mentiras de por medio.

era casi imposible. El miedo lo detenía, porque ya no sabía si estaba diciendo la verdad, ¿cómo saberlo?

sus ojos añoran lo que su mente calla, tratando de decirle todo lo que su mente se niega a revelar, suplicando por piedad. pero se ve que la otra persona todavía no comprende el lenguaje de las miradas. Tal vez la persona se encontraba cegada por una ira y no se había percatado de aquel par de ojos que lo miraban con terror, a tal punto de querer llorar, como si de un niño se tratase...

Y así estaban ellos, cada uno en una esquina. Cada uno con miles de pensamientos diferentes, pero compartiendo la misma incertidumbre.

El ambiente se había vuelto pesado, todo en ese cuarto era frío, el peso de la culpa había borrado todo rastro de amabilidad y en sus bocas se había instalado un sabor amargo. _amargo_ hacía podría definirse la relación que llevaban.

-¿no vas a decirme nada? Inquirió en un susurro casi tan suave como una brisa de invierno. aquel chico de ojos castaños y de cabello grisáceo, se encontraba al otro borde de la habitación, sumerjido en un mar de preguntas. Sintiendo su pecho arder con cada segundo que pasaba.

El mayor quién se encontraba del otro lado de la pieza, apoyado en la pared. solo se río con sorna, con la mirada clavada en algún punto imaginario, sin tener alguna intención de querer posar sus ojos en aquella persona que se encontraba sentado en la cama que alguna vez compartieron. Luego de unos segundos que parecían eternos, poso su vista en él.

- de todas formas no me vas a escuchar. No importa lo que te diga ahora, porque no va a cambiar nada.- sus palabras fueron soltadas con tanta indiferencia que parecía retumbar en aquellas cuatro paredes.

-Yoongi, podrías al menos fingir que te importa esto?- vocifero taehyung poniéndose de pie, con la mirada puesta en el contrario, ignorando aquél dolor que se hacía cada vez más presente. Estaba enojado, pero más decepcionado. ¿En qué momento el destino decidió burlarse de ellos? ¿En qué momento las cosas habían cambiado tanto?

Se quedaron mirando fijamente por varios minutos, tal vez horas, tratando en un intentó inútil de decifrar lo que el otro pensaba. ninguno parecía querer agregar algo más. No hacía falta, Muy en el fondo lo sabían, y temían que en algún momento aquellas palabras que tanto habían luchado por retener saldrieran disparadas, como si de un misil se tratara, Con el único objetivo de destruirlo todo.

Sus pechos dolían, sus respiraciones se volvieron pausadas, todo a su alrededor parecía cubrirse de una fina capa de hielo, que amenazaba con cubrir la luz que habitaba en sus corazones. Su miradas reflejaban dolor, y sus mente se encargaban de reproducir como un disco rallado, todos esos momentos donde habían sido felices, donde habían sido uno solo. Alargando cada vez más aquella agonía que los atormentaban.

Y es que en aquél lugar donde reinaba el silencio y unos vagos recuerdos, dos almas en pena se miraban desde lejos, cada una sabiendo lo que sus cuerpo no entendían.

Escritos // YoonTae Where stories live. Discover now