Esa frialdad caracteristica de YoonGi cambió, al darse cuenta de todo el daño que le hizo a JiMin, Aquel chico sonriente, alegre, cariñoso, y con esos ojos llenos de felicidad, no estaba, y todo era su culpa, el daño que le hizo fue demasiado grande...
Me duché con tanta rapidez que casi me caigo en el baño, no puedo tener un moretón porque sino dejaré de gustarle a YoonGi, y no señor, me ha costado mucho ser su novio como para esto.
Me vestí "lindo", sé que a Yoonie le gusta que me coloque pantalones apretados, y quiero gustarle más.
Sigo sin acostumbrarme a usar esta ropa pero es lo que ama mi Hyung.
Me peiné un poco el pelo y me sentía bonito como para ir a ver a mi novio.
Siempre salgo temprano para no hacerlo esperar, no debo hacer eso, está mal.
Algunas veces pienso cómo él puede gustar de mi, si no soy ni la mitad de lindo a comparación con los chicos que ha estado...
Debo dejar de pensar en cosas tristes sino me veré feo...
Dios odio tener que caminar con estos pantalones, todo sea por impresionar a mi Yoon.
Esperé no sé si unas dos o tres horas, pero ahí venía él, con esa cara tan preciosa...
-Hyung, te ves hermoso hoy. -Me acerqué y le di un pequeño besito, siempre me ha encantado hacer esto, sus labios son tan pequeños y suaves que podría estar así todo el día.
-JiMin, ¿Vamos a tu casa o algún hotel?, estoy cansado no aguanto mi cuerpo. -Cuando escuché eso me sentí preocupado, ¿Qué le habrá pasado?, ¿Estaba practicando hasta el cansancio de nuevo?, asentí y tomando su mano intenté ver si algún hotel era lo suficientemente bonito para estar con mi Hyung.
Caminamos menos de 5 minutos y encontré aquel lugar precioso y miré a YoonGi sonriendo.
-Hyung, éste es perfecto, ven vamos juntos, yo pago, ¿Sí? -Me alegra poder hacer esto por él, nunca me molestaría pagar para que él se sienta cómodo.
Su sonrisa me hizo derretirme y me acerqué al mostrador y con mi tarjeta pagué lo necesario para estar un día allí.
Agarrados de la mano subimos al ascensor y cuando al fin llegamos a nuestro destino, abrí la puerta y entramos a un cuarto precioso, digno de ser dibujado.
-JiMin, ¿Me haces un masaje?, tus manos siempre me hacen estar bien. -Dijo tirándose en la cama y yo con felicidad acepté.
Nunca me negaría a hacerle un masaje a mi amor.
Con cuidado me subí encima de él y le ayudé a quitar su camisa.
Cariñosanente comencé a acariciar su espalda, procurando no apretar con mucha fuerza de inicio a su masaje.
Pasaba mis manos por su suave espalda y me dieron tremendas ganas de besar cada parte de su cuerpo.
-Yonnie, ¿P-Podemos hacer el amor? -Pregunté con tantos nervios, esperando oír la respuesta de mi Hyung.
Su espalda se tensó y cerré los ojos, esperando aquella respuesta...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.