03; miedos.

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25 de septiembre, hora local 22:30 pm. Castle Hill, Reino Unido.

Había pasado una semana de los acontecimientos de la escuela, tanto directivos como estudiantes hacían como si nada hubiera pasado.

Los cinco se encontraban en la casa de Luca cenando pizza con los útiles escolares esparcidos por todo el living.

—Sentencio que odio historia y que la desaprobaré, de nuevo .—Suspiró Julieta luego de darle un mordisco a su porción de pizza. —Es más, no sé de cómo vamos a pasar este proyecto.

—Ten un poco de buena fe, vas a aprobar—alentó Alex tirándole con una lapicera.

—Lo dice el que tiene todo diez —se quejó ella.

—Vas a aprobar, Juli, sólo hay que estudiar un poco más —intervino Delfina tirándose al lado de su amiga.

La castaña dejó de prestar atención cuando Luca se fue a la cocina en silencio, haciéndole conocida esa acción.

—Debería estar estudiando, no haciendo tonterías —se unió Dylan burlándose.

Julieta se levantó y siguió a su amigo a la cocina, dejándolos discutir entre ellos tres.

—¿Qué pasó, Luca?.

Él no dijo nada sólo le pasó su celular y leyó varios mensajes diciendo cosas malas sobre él de un contacto agendado como 'Inútil'.

—Decime que no estás creyendo estas pavadas —susurró ella sorprendida. —Luca, sabes que esto no es verdad.

—Lo sé, lo sé, pero me lo dice tanto que al final del día, le termino creyendo —murmuró él mirando al piso. —Y tiene razón, mi padre me abandonó, mi madre se desquita la bronca que le tiene conmigo y con él nunca nos llevamos bien. Todos me odian y no entiendo porqué.

Julieta lo abrazó fuertemente y él sollozo.

—No te voy a mentir, esto es una mierda, realmente una mierda —admitió ella, cosa que hizo reír entre lágrimas a Luca. —Pero sabes muy bien que nosotros te elegimos todos los días, tanto Delfi como los chicos y yo, te amamos y te queremos. Sé que no es lo mismo, pero no estás solo, ¿Si?. Pensá en eso, nunca estás solo y por más que tu familia sea una mierda, nosotros, yo, estamos acá por vos.

La castaña se sentía inútil porqué Luca en ningún momento paró de llorar. Ella nunca tuvo que consolar a nadie y temía haber hecho más daño.

—Podes llorar hasta desahogarte, después te voy a obligar a tomar dos litros de agua, pero ese no es el caso, llora todo lo que quieras que acá estoy.

Estuvieron unos minutos más donde él solo lloraba y ella le acariciaba la espalda  sin apartarse ni en centímetro.

Luca se sintió aliviado, realmente aliviado. Más por las palabras de Julieta que por el llanto en sí. Él sabía que su familia de sangre era una mierda, pero tenía a su verdadera familia, a la que él eligió que son sus cuatro amigos de toda la vida.

El chico respiró hondo varias veces hasta que se tranquilizó pero no quería separarse de ella.

—¿Te sentís mejor? —murmuró ella despacito y se separó solo un poco, alzando sus manos para limpiarle la cara. Él asintió cerrando sus ojos y suspiró. —Será mejor que te laves la cara y tomes algo de agua, para evitar el dolor de cabeza.

Luca asintió aún sin abrir los ojos y apoyó su frente con la de ella.

—Gracias.

—Decime que no estaban a punto de besarse —la voz de Alex los sacó de trance a ambos. —Dan asco.

Castle HillWhere stories live. Discover now