Esperé a Todoroki en el banco. La puerta se abrió con un fuerte crujido y lo vi salir. Se limpió el sudor de la frente y se echó el pelo hacia atrás con los dedos.
"Todoroki". Me puse de pie y le sonreí. "¿De que querias hablar?" Me sonrió y se frotó la espalda. "Me alegro de que hayas venido, T/ N, solo quería preguntarte, ¿quieres salir conmigo?"
"Lo siento Todoroki, pero no me gustas así", le respondí.
"Oh, entiendo", se rió fríamente con una sonrisa oscura. "¿Quieres venir mañana posiblemente?"
"Claro", sonreí.
***
Llamé a la puerta de Todoroki. Esperé unos momentos hasta que lo abrió. "Entra," respiró. Entré cuando él cerró la puerta detrás de mí. "Todor-"
Me agarró del hombro y me inmovilizó contra la pared. "-oki?" Tragué saliva, sintiendo mi corazón caer en mi estómago. "¿Qué estás haciendo?" Pregunté en voz baja.
"Cita conmigo", ordenó. "Y todo esto terminará". Se rio un poco con una extraña sonrisa. Lo miré con una mirada confundida. "¿Qué quieres decir con que todo esto explotará?"
"No haré nada si sales conmigo". Sacudí mi cabeza no. "No harás nada de ninguna manera".
Él rió. "No hago falsas promesas, T/ n, ya lo sabes". Sacudí mi cabeza e intenté alejarme, pero él presionó su cuerpo contra el mío y agarró mi garganta.
"Decir que sí." Presionó su pulgar en el área al lado de mis dos clavículas. "S-sí". "¿Si que?" Tragué saliva. "Saldré contigo, Todoroki". Me soltó y respiré profundamente.
"Iremos a una cita mañana, ya lo configuré". Él sonrió y me abrazó, sus manos agarrando mi cintura. "Mañana salgo con Kirishima".
Él rió. "Estás actuando como si fueras tu elección. Te recogeré a las seis".
***
El aliento caliente de Todoroki me hizo cosquillas en el cuello mientras colocaba el teléfono cerca de la oreja. "H-hola Kirishima, no puedo salir contigo mañana".
Lo escuché fruncir el ceño y sonreí suavemente. "¿Por qué?" Estiró la y. "Estoy ocupado mañana, lo siento mucho, Kiri". Él hizo un puchero de nuevo. "Está bien, tal vez en otra ocasión, te amo, T/ n".
"Yo también te amo, Kiri". Colgué y exhalé pesadamente. "¿Tu lo amas?" Todoroki me susurró al oído. No respondí y él me empujó contra la pared, me golpeó la cara y lloriqueé.
"N-no, no lo hago". Lloré y me sequé las lágrimas. "No llores, cariño. Vamos, estás a salvo aquí". Él me abrazó.
"Simplemente no me dejes nunca".
