MÁS QUE UN HOLA. (reino de Anubis)

14 1 0
                                    

-Hola hermano ¿Qué haces por aquí? No esperaba verte a estas horas de la noche. -Pregunto Lyssa a Damián, quien vagaba por los pasillos del castillo sin propósito alguno.-              

-Yo, no podía conciliar el sueño, así que decidí salir a dar una vuelta. Y tu ¿Qué haces por aquí?  -pregunto intrigado-  sabes que si nuestro padre te ve por aquí no se va a poner de muy buen humor.

-¿Que pasa Lyssa? porque tienes esa cara.

-Iba camino a tus aposentos,-Dijo Lyssa con un nudo en la garganta que con mucha suerte podía contener- Necesitaba hablar contigo sobre un tema importante.

-Damián estaba perplejo y le sudaban las manos ¿Qué seria aquello que le quería decir Lyssa?- Dime hermana, que es lo que te trae tan preocupada.

-No, no es nada, tontearías que rondan en mi cabeza, sobre todo a estas horas de la noche.

-Lyssa se giro para devolverse a sus aposentos, en eso Damián le coge el brazo, dejando así a Lyssa inmovilizada y sin poder irse de ese frio y oscuro pasillo.

-Porque tratas de huir, -le jala el brazo haciendo que queden frente a frente- Vamos Lyssa, no le vas a contar a tu hermano que te trae tan preocupada, que pasa, creí qué nos decíamos todo?

-No es nada Damián, -de un jalón se libero de la mano de Damián- yo mejor me voy, si nuestro padre se percata que estamos acá, Dios sabe que nos podría hacer.

-Sin más, dio media vuelta y se dirigió a su habitación. En el camino se puso a pensar en la reacción que tubo Damián, había algo diferente en el, algo cambio o talvez los rumores que contaban los empleados eran ciertos, no, no se podía permitir pensar eso de su hermano sin ni siquiera haberle preguntado.

-Solo espero que todo sea una mentira. -Dijo Lyssa en voz altaz-

-¿De que mentira habla mi querida princesa, a estas altas horas de la noche? -dijo Felix, con una sonrisa de oreja a oreja-

-Felix Cortas, hijo de Gustavo Cortas, la mano derecha y el fiel condestable del rey, de todas las personas con las que se podía topar en ese gran palacio a sido el.

-Nada que te importe Felix, yo ya me iba de todos modos.

-A donde crees que vas. -le agarra la cintura y la voltea- ¿Quién te a dado permiso para irte?

-Lyssa con todas sus fuerzas trato de liberarse pero no lo consiguió.

-!Qué te pasa Felix, suéltame ya¡ -empezó a darle patadas y empujones pero no se libero. El la sujetaba con tanta fuerza que empezó hacerle daño- Te he dicho que me sueltes, o le diré a mi padre.

-¿Decirle que? a quien crees que le creerá, al hijo del condestable, su mas fiel seguidor o a su hija que ni si quiera toma en cuenta. -Lyssa le lanzo una mirada de disgusto y desprecio total, pero tenía razón, su padre jamás le creería una palabra de lo que estaba pasando, así que tendría que salir de esto sola-¿qué pasa hermosa, te comió la lengua el gato?

-Lyssa le lanzo un escupo en la cara- No voy a hablar de nada con tipejos como tu. -Felix se enojo tanto que la empezó a apretar con más fuerza, lo que hizo que Lyssa se estremeciera de dolor y soltara un grito el cual de inmediato fue silenciado por Felix-

-!Ya detente¡ me estas haciendo daño.

-Que bueno que te duela, así no me volverás a faltar el respeto !NUNCA¡ -la acerco tanto a el que ella podía sentir el aliento de su boca y le susurro en el oído- recuerda estas palabras, "tu vas a ser mía y de nadie mas, ¿entendido?

-Eres un necio si crees que te voy hacer caso. -Felix abofeteo a Lyssa quien tropezó con su vestido y callo al suelo-

-!Qué te pasa imbécil¡ -grito Damián- te matare.

-Pero vaya si es el defensor de los buenos, vamos quiero ver que lo intentes. -Damián se acercaba a grandes zancadas dispuesto a golpear a ese idiota que le puso una mano encima a su hermana-

-!Vamos qué esperas¡ -grito Felix, pero este reclamo solo hizo que Damián estuviera más furioso-

-Damián lanzo un puñetazo a la cara de este, quien empezó a sangrar por la nariz-

-Antes de qué Felix pudiera responder Lyssa los paro, estando en medio de los dos dijo con firmeza a pesar del gran moretón que tenía en la cara, el cual le causaba mucho dolor- 

-Basta, esto es una verdadera tonteria.

-Córrete Lyssa, déjame golpear a este inepto.

-¡No permitiré qué se golpeen como animales!, Felix ya vete de aquí, ándate.

-Escúchame bien Cortas, esto no queda hasta aquí.

-Lo mismo digo, nos volveremos a ver.

-Cuándo por fin Felix se fue, Lyssa y Damián estaban solos en ese pasillo, tan oscuro y frío como cualquier otra noche en ese reino-

-Hermana te encuentras bien. Tenemos que ir a hablar con nuestro padre, tiene que enterarse de todo lo que te hizo este sujeto.

-No Damián, no podemos hablar con nuestro padre, el no nos escucharía, más bien escucharía al torpe de Felix y tu sabes esto mejor que nadie, si queremos arreglar esto tendrá que ser por nuestra cuenta.

-Ya haremos algo para que Felix pague por todo lo que te hizo, pero ahora quiero saber si te ¿encuentras bien? ese golpe que te dio te dejo una marca muy fea. Déjame llevarte a un curandero para que vea eso.

-Me encuentro bien, no te preocupes. Lo que acaba de pasar no se puede enterar nadie, ya que alguien se entera toda la ira de nuestro padre recaerá sobre nosotros.

-Si, esta bien Lyssa, lo que haya pasado acá nadie lo sabrá. Por favor déjame acompañarte a tus aposentos no quiero que te pase nada malo.

-No, iré sola, estaré bien no te preocupes. -Dio media vuelta y se fue.-

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 20, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Donde las estrellas descansan Where stories live. Discover now