Capitulo Tres

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Desde el incidente en la cena Michael no me había dirigido la palabra. Me fui a bañar y cuando volví im me di cuenta de que se había ido, solo me había dejado una nota diciendo que había salido con amigos.

Rodé los ojos al leerla, odio cuando hace eso, es como si el pudiera tener una vida pero yo no. Muchas veces así parece, y a veces que oiría confrontarlo y decirle como me siento, que odio estar encerrada en esta casa con nadie más para hablar, que odio no tener una vida... Pero siempre me lo trago, el ha hecho tanto por mi, me acogió cuando no tenía a nadie, en cierta forma siento que le debo demasiado.

Lo único que hice fue verme una película, odio estar sola en esta casa. Cuando me di cuenta ya era media noche y aún no tenía señales de Michael, estaba preocupada así que le llame al celular pero no contestó.

Suspiré, de seguro esta en algún bar borracho.

apagué la televisión y subí a mi habitación directo a la cama a dormir, estaba cansada y no iba a quedarme despierta toda la noche a esperarlo.

Caí en un sueño profundo hasta que el sonido de la puerta me despertó, abrí los ojos cansados y vi a Michael entrar, se tambaleó por un segundo y luego se metió en la cama.

— Taylor, estás despierta — Dijo mientras se acercaba para dame un beso, pero me aparte al segundo.

— No te dignas ni a llamarme a decirme que estas bien, y llegas oliendo a vodka y cigarrillos a las cuatro de la mañana...

—Pareces mi madre, no es para tanto solo estaba compartiendo con unos amigos — Quiso acercarse otra vez pero lo volví a apartar.

— No voy a dormir contigo cuando hueles así y de paso podrías vomitarme en cualquier momento, duerme en la otra habitación, ¿puedes?

—Como sea.

Salió de la habitación, y yo suspiré agradecida, no quería lidiar con esto ahora.

El lunes llegó, y vaya que si lo espere con ansias. Michael se fue a su trabajo y yo aproveché todo el tiempo que tenía, hice limpieza lo más rápido que pude, agarre mis cosas y salí de la casa también.

Cuando estaba a medio camino, noté que tenía un mensaje de voz en mi celular.

- Buenos días Señorita Taylor, soy Lucia Stuart, la abogada de su padre. La estoy llamando porque quería hablarle del testamento que dejaron sus padres antes de morir, quería comunicarme con usted en persona pero me han dicho que se ha mudado a Nueva York. Quisiera que se comunique conmigo cuando pueda para discutir sobre las cosas que sus padres le dejaron a usted como herencia. Esperare su llamada.

¿Herencia? Mis padres nunca me habían comentado nada sobre eso. Creo que la llamaré más tarde.

Llegue otra vez a esa cafetería, que por primera vez me doy cuenta de que se llama "Camila's Cafe". Hice mi pedido de siempre y me senté a leer, la felicidad y la tranquilidad que me daba este lugar me encantaba, es como si pudiera ser yo misma otra vez.

Pocos minutos después, vi entrar al mismo grupo de amigos de siempre. Esta vez no les preste atención y seguí con mi lectura, pero tampoco podía concentrarme debido al mensaje que me llegó al celular sobre la abogada... Si mis padres me han dejado una herencia, ¿Eso quiere decir que podré volver a la universidad? Espero que si, no quiero pasar toda mi vida siendo ama de casa y sin hacer nada.

-¿Disculpa?

Una voz me hizo resaltarme, levante la mirada de mi libro y me di cuenta de que era el mismo chico de cabello castaño.

— Lo siento, no quería asustarte.

Demonios Taylor, di algo, parpadea por lo menos, deja de mirarlo tanto pensará que eres rara.

- Ugh... No te preocupes - Hice un intento de sonrisa. ¿Que hacía aquí? Su mirada me estaba poniendo un poco nerviosa.

— Soy Scott - Me tiene la mano y la acepto un poco dudosa. 

Ya lo sabia.

- Taylor.

— Un gusto por fin conocerte, Taylor. — Sonrió, vaya, que bonita sonrisa tenía.

— ¿Necesitas algo? — Pregunté al ver que ninguno decía nada.

— Lamentó interrumpirte, es solo que... — Comenzó a mirar a la mesa donde estaban sus amigos, quienes nos observaban curiosos — No se si lo has notado, pero no he podido dejar de mirarte desde que llegaste. Mis amigos hicieron una apuesta de que no me darías tu número si por fin me decidía  hablarte.

— Lo siento, Tengo novio.

Pude ver la decepción en sus ojos.

— Oh... Entiendo... — Se quedó en silencio por varios segundos, pero luego sonrió otra vez - Lamentó si te incomode con lo que dije, ¿Y si lo hacemos de nuevo?

Lo mire confundida.

- Veo que siempre estás aquí cuando venimos y la verdad pareces muy cool, ¿quieres sentarte con nosotros? No mordemos, lo prometo.

- Ugh... Me gustaría pero ya tengo que irme - Mire el reloj sorprendiéndome de la hora, Michael llegaría a casa pronto. — Un placer conocerte, Scoot.

Comencé a recoger mis cosas.

—  Oh vamos... ¿Vas a dejar que mis amigos se burlen de mi? — Sacó su celular del bolsillo — Hagamos algo, dame tu número y te prometo que no volveré a coquetear contigo, solo quiero ser amigos, ¿Te parece?

Suspiré y lo pensé por varios segundos. Aquí no conocía a nadie, no tenía amigos, si Michael podía salir de fiestas y tener vida social, ¿Por que yo no?

- Esta bien - Agarré su teléfono y anoté mi número. - Por cierto, ¿Por que quieres ser mi amigo? Ni siquiera me conoces.

El se encogió de hombros.

— Curiosidad. — ¿Curiosidad? eso no responde mi pregunta. — Adiós Taylor. por cierto, tu voz es justo como me imaginaba que era.

Guiñó el ojo y sin decir más, se volvió a su mesa y yo salí de la cafetería con rapidez para que no notara como  el color sube a mis mejillas y sintiendo algo en mi estómago.

En parte me arrepiento en darle mi número, si Michael me encuentra hablando con el no le va a causar nada de gracia. Pero en parte, estaba algo contenta de por fin poder tener a alguien con quien conversar que no sea el, es como volver a tener han vida normal. Además, es solo ser amigos, no es la gran cosa.

Cuando volví a la casa me senté en la cocina leyendo una revista mientras esperaba a Michael llegar, pero el sonido de mi celular me desconcentró.

"¿Almuerzo mañana? No aceptaré un no como respuesta, ¡Como amigos! :)"

- Scoot.

Sonreí por inercia, un almuerzo no le hace daño a nadie, ¿verdad?

Cuenta regresivaWhere stories live. Discover now