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Ambos hablaron por un rato más, hablando de sus planes a futuro (osea de como derrotarían a Albus y Tom), descubriendo que ambos irían a Hogwarts, tambien de sus vidas antes de llegar a ese mundo, rápidamente se hicieron amigos en ese solitario pasillo de la librería, Gabriela se paro y le extendió la mano  

Gabriela: -perdón por haber chocado contigo- ayudandole a pararse

Alex: -Gabriela, tu no debes pedir perdón, nunca NUNCA lo hagas si no es necesario- aceptando su ayuda

Gabriela: -lo intentare- un poco nerviosa -pero sera difícil, es como una manía que se volvió un reflejo, una costumbre-  

Alex: -eso yo lo puedo arreglar- ya parado -de algo me sirvió estar 8 meses en un internado francés en mi otra vida- seguro

Gabriela: -¿enserio? gracias- 

(Esta es una conversación que tuve en la vida real con Alex)

Ulrika: -mi niña, ¿por que tardas tanto?- dijo la rubia entrando al pasillo donde estaban

Gabriela: -abu- sonriente -el es Alex, My Rider- Ulrika no entendía a lo que se refería -él es como yo, tambien fue traído a este mundo- la rubia abrio los ojos sorprendida 

Alex: -es un gusto conocerla Madame Barnaby, soy Alexandrea Black, uno de los jinetes más leales de su nieta- asiendo una reverencia 

Ulrika: -ya veo- comprendiendo todo -confió en usted para cuidar a mi nieta- 

Alex: -de eso no lo dude Madame- 

Ulrika: -¿nos quiere acompañar a comprar los útiles para Hogwarts?- 

Alex: -claro- sonriente

Así Alex fue junto a Ulrika, Alma y Gabriela, los 2 jóvenes hablaban alegres absortos en su mundo, Ulrika sonría tranquila al ver que su nieta tenia amigos de su edad, entraron en tiendas por sus útiles, consiguiendo pergaminos, plumas y tinta, tras esto llegaron al momento más esperado de Gaby, comprar su varita.

Entraron a Ollivander, la pelinegra fue la primera en entrar, luego Alex y finalmente Ulrika, la tienda era oscura y polvorienta, sus altas paredes estaban repletas de pequeñas y largas cajas con varitas destinadas a cada mago nacido y por nacer, Alex recordó cuando a sus 11 años consiguió su varita.

Ollivander: -muy buenos días- dijo apareciendo de la nada asustando a los 4 por su repentina aparición -o Madame Barnaby- mirando a la rubia canosa -varita de abeto, 20 centímetros, rígida, tan blanca como la nieve, con diseños de oro puro y en la punta del mango una amatista extraída de una de las tumbas de sus antepasadas, núcleo de fibra de corazón de un unicornio negro, único en su clase, afinidad por las Artes medicinales y la Alquimia ¿me equivoco?- mirando a la mayor

Ulrika: -aun no se como le ases para recordar la varita de cada mago al que vendes- con una sonrisa

La rubia saco su varita, tan hermosa y elegante como ella, la movió un poco y por donde paso se formaron pequeñas flores rosadas en forma de cerezo que desaparecieron a los segundos.

La rubia saco su varita, tan hermosa y elegante como ella, la movió un poco y por donde paso se formaron pequeñas flores rosadas en forma de cerezo que desaparecieron a los segundos

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una nueva vida [Los Merodeadores] {CANSELADO}Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ