❝ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴜɴᴏ❞

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Había acabado de leer Danger, lo dejé en mi escritorio y me lanzé a mi cama. Chequé el reloj y era la 1:50 am, buena hora para irme a dormir.

Deborarme el libro (no literalmente) en solo 1 día había sido un reto para mi, empezé a leerlo y no pude detenerme, era adictivo.

Amaba a Joel Salinas uff era un chico tan lindo y no solo físicamente, pues la autora lo describía como un personaje con unos buenos sentimientos. Ese chico si que me sacaba un suspiro por cada capítulo en el que tenía un momento con Debby, la protagonista junto con Salinas.

Por ese chico si me hacía gay.

El problema aquí era Joel Pimentel, ash lo odio. Era un chico egoísta, presumido y con un ego tan alto que tenías que comprar un vuelo de avión para llegar hasta el. De tantas reseñas que leeí y videos hablando del libro, todos decían que estaban enamoradas de este personaje, hasta los comentarios de niñitas decían que era el hombre perfecto que querían tenerlo de novio.

¡por favor! ¡Abran los ojos! ¿Quién quisiera estar con un chico que presume lo que tiene y se siente superior a los demás por solo ser millonario? Diganme ¡¿Quién?!

Si me dieran la opción de borrar a un personaje de un libro, no lo pensaría ni 2 veces y lo elegiría a él; aunque pensandolo bien, si lo borro, el romance entre Salinas y Debby sería muy fácil de que fluyera y no tuviera sentido leerlo.

Ash, odio a ese Pimentel.

Me tiré en la cama y me sumergi entre las sabanas, tome una almuahada y la abracé ya que no podía dormir sin abrazar algo. Cerré mis ojos apunto de dormir pero mi cerebro me recordó algo que tenía que haber hecho durante la tarde

¡La tarea!

Abrí los ojos de golpe con la vista en el techo y estuve debatiendo mentalmente entre hacer la tarea o que Christopher me lo pasara; pero recordando lo flojo que era, era obvio que no iba a traer la tarea.

Me levanté de mi cama, saque mis libros de mi mochila y empecé a hacer la tarea. Lo bueno que solo eran unas preguntas de investigación pero todo se fue a bajo cuando la luz de mi cuarto se fue y escuché la voz de mi hermano, Armando gritar 《¡Se fue la luz!》.

—Puta madre —maldecí para mi mismo.

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Era la mañana siguiente y ya me encontraba en los pasillos de mi escuela caminando hasta llegar a mi casillero.
Le quité el candado, lo abrí y tomé mi libro de geografía. En ese momento llegó Alex, una chica que había conocido en el club de lectura hace ya unas semanas.

—Erick que bueno es verte. Mira te traje tu libro ¿Qué te pasó? —cambió su expresión cuando volteé a verla

—Nada ¿por?

—Tienes unas ojeras horribles —me dijo aún sorprendida—. Si quieres te pongo corrector aqui tengo un poco —dijo buscando en su bolso

—No, no quiero maquillaje. Estoy bien

—¿Seguro? Porque tus ojeras dice otra cosa

—Ah, ¿Qué querías Alex? —pregunté intentando cambiarle el tema. Aveces me desesperaba que todo lo qusiera arreglar con maquillaje, literalmente, TODO.

—Oh si quería regresarte tu libro, ame la historia pero no me gusto el final

—¿Por qué me dices eso a mi? No soy el autor

↫ᴍɪ ᴏᴅɪᴏsᴏ ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇ↬ ᴊᴏᴇʀɪᴄᴋ Where stories live. Discover now