[ D A D D Y #05 ]

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Se vio al espejo por última vez, sonrió, se veía de puta madre.

Salio de casa, aún que se demoro sus 5 minutos por estar pensando si en llevar a su perro Coringa de paseo, pero lo negó, no quería estropearlo.

¿Y como vestía? Un short azul corto con fachadas hasta su cintura y unas medias blancas con unos zapatos de chorelle negras, un poleron sin manja de tonos rosas pomadas (mejor dicho, un color fuerte y llamativo ahr) y con un sckesh corazón en medio, su cabello se veía suave y esponjoso, sus ojos esmeraldas destacaban por el tono de piel, y hasta este mismo resaltaba. Parecía una muñeca de porcelana, frágil y suave.

(Imagen no identificada, por lo tanto, por mientras, estará borrada)

Salió de casa como una diva, camino hasta llegar al puebo. Al poner un pie en el pueblo, las miradas se le quedaron encima, nervioso, cauteloso, caminaba hacia la casa de su gran compañero Luzu. Quien,“sera un buen plan para que veas a Vegetta”.
En su rostro dibujado una pequeña sonrisa y un tono rosa en sus pómulos, suave, hasta podría decir que tierno. El viento menea sus cabellos cafeces, el perfume dulce pero no pojoso hacia a la gente suspirar.

De lejos, estaban fargan y willy riendo y poniendo trampas de osos por todos lados y hasta minas. Pero el calor les venció y fueron un café a tomar algo helado cuando, por lógica, vieron al osito caminar, reluciente, hacia una dirección. Ellos quedaron embobados, apretando  los labios y se vieron, asintieron como si se leeyeran la mente.

– Tenemos que hacer el puente...

– ¿El puente? Ah... Sí, el puente.

– ¿Que puente, chicos? – Salio lolito detrás suyo.

Rubius estaba subiendo las escaleras cuando escucho un grito de espanto, lo ignoro y subió las escaleras, las torretas están desactivadas, solo entró y camino a la parte trasera de la casa de Luzu.

– ¡Vamos vegetta! El vino no se hará solo, ¡apurate! – La voz de luzu le calmo los nervios y se acerco hasta estar viéndolos a una distancia. – ¡Ya voy! Espero que me des ese rico vino, luzu.

– ¡Tomalo por echo! – La voz de Vegetta le hizo aumentar el pulso, respiro hondo y se acercó. – ¡Hola, chicos!
– ¡Rabiiiiis! – Luzu fue el primero en acercarse limpiándose los pies. – 'Ohda.. – Sonrió, Luzu puso su mano en su hombro y asintió. – ¡Vege! Quedate al cuidado de este chico, yo iré a dentro a buscar algunas cosas. – Voltio y le giño el ojo al de cabello negro y este solo se altero.

Rubius camino hasta estar frente a Vegetta, este se encontraba sentado con sus pies al aire. En su mano sostenía una copa de vino – Hola, Vege.. – El nombrado se tenso pero bajo la guardia. – Hola... Rubius. – A costa lo dijo, como si hablarle le costará la vida al igual que mirarlo, desde que llego no lo vio. – Uhmmm.. ¿Como estas? Tanto tiempo sin verte. – Vegetta solo asintió, haciendo que gruñera leve. – Yo he estado bien.. Gracias por pregu- –Como si el destino estuviera a favor de ellos, o los odia, Rubius se tropezó con una de los tantos barriles casi tocando el suelo, Vegetta lo sostuvo, tomándolo por sus caderas. Rubius por reflejo se afirmo en sus hombros quedando juntos – Estas.. ¿Estas bien? – Sus miradas se conectaron, y al darse cuenta de la situación, se soltaron de inmediato, Rubius estaba sonrojado hasta sus orejitas de oso que tenia en su cabeza. Pudo estar cerca de ese torso, practado, y eso le hacia sentir cosas. – S.. Si, gracias. Soy muy torpe. – Sonrió peinando uno de sus mechones blancos atrás de su cabello (su cabello es castaño oscuro pero tiene mechas blancas ah-) Esa visión en Vegetta le hizo un vuelco a su corazón, tomo consciencia. – ¿por que estas vestido así? – Preguntó mientras tomaba su copa.

– Ahm.. B.. Bueno, quería saber si, no se, querías salir por allí conmigo.. Daddy.. – Lo ultimo lo dijo en un murmuro pero audible para el mayor quien dejo la copa vacía en la mesa. – R..rubius, mira.. No quiero que sigas jugando. – Le dijo, pero el menor negro y fruncio el ceño – ¡no estoy jugando! Venga, vayamos a tu casa..
– No, rubius. Deja la broma, ya no es divertido. – Hizo un puchero, se dio la media vuelta.
– ¡Bien! Iré a ver quien se quiere divertir conmigo. Iré con Fargan y Willy, a ver si quieren jugar conmigo. – La actitud infantil hizo que a Vegetta perder un poco de razonamiento. – ¿Que? No, no iras.
– ¡No me mandas!

Y como llego, se fue.








¿Tienen problemas con ver las imágenes?
Digan para poder resolverlo.

¡Cuidense asquerosos seres!
💜

" Daddy " - 💙💜 ENDWhere stories live. Discover now