𝙘𝙤𝙣𝙣𝙚𝙘𝙩 | yuwin 🪐

🪐 Capítulo 3 - The walking dead

Comenzaba a sentirse incomodo, su espalda y cuello dolían, intentó enderezarse pero su cabeza parecía estar por explotar, sentía como los ojos también le dolían, al igual que las piernas.

En un intento de observar donde se encontraba pudo notar a Yuta dormido junto a él, Nakamoto Yuta estaba justo a su lado.

Su corazón casi explota de la emoción, pero si comenzará a saltar como loco ahora terminaría despertándolo, lentamente se levantó y sin hacer ruido caminó hacia la casa.

Al ingresar en el lugar pudo observar personas dormidas por todos lados, aquella escena literalmente parecía "The walking dead"... "Espera ¿Ese es Haechan? ¿Quien es ella? Tengo que salir de aquí"  pensó intentando llegar a la salida.

Caminó por un tiempo, de seguro su madre no se enojaría y su padre... él de seguro estaba trabajando, si, un sábado. Por dejar la casa incluso era capaz de trabajar los fines de semana, y horas extras si hacia falta.

Llegó a casa, abrió la puerta silenciosamente y se quitó las zapatillas antes de ingresar a la sala, mareado se recostó en el sofá.

_Winwin, hijo, ¿Que pasa, por que estás así? _Dijo su madre realmente preocupada.

_Mamá, estoy bien, solo me siento un poco mareado.

_Winwin, me asustaste. _Ella  rápidamente se dirigió a la cocina, buscando algo que el chico desconocía.

_Hijo, toma esta pastilla. _ Agregó entregándole una pastilla y un vaso con agua.

La tomó rápidamente, para seguido volver a recostarse sobre el sofá, la mujer acomodo a su hijo y lo cubrió con una manta.

Pasaban las horas mientras que se encontraba allí dormido, se levantó más tarde y volvió a su habitación.
Rápidamente entró para tomar una ducha, el aroma del alcohol, mezclado con humo, y su perfume era un arma letal.

Salió luego de un tiempo, se vistió con un buzo negro y  pantalones deportivos del mismo color, seco  un poco su cabello con una toalla, para luego  desordenarlo un poco con sus dedos, seguido, bajó las escaleras en busca de su madre.

_Mamá, ¿Salio de casa?

Al no obtener respuesta se rindió y decidío esperarla.

Pasaban las horas pero la mujer no volvía, así que decidio llamarla, pero cuando observó la pantalla de se celular entró en pánico.

Nakamoto Yuta.
_¿Llegaste bien a casa?

Se levantó en un salto al ver el mensaje en la pantalla, no podía creerlo.
Comenzó a recordar todo sobre la noche anterior, ¿Esto era un sueño? Si de eso se trataba, deseaba no despertar jamás, amaba lo que sea que estaba sucediendo.

_Si, gracias por preocuparte. -
_ Respondió luego de algunos minutos.

_Ayer fue increíble.

_Fue una fiesta muy buena.

"Eres increíble Winwin, ¿Como que "fue una fiesta muy buena?" Se dijo a si mismo debido a su respuesta.

Su corazón no le permitía responder con normalidad, se sentía extremadamente feliz que podría explotar en cualquier momento, ¿cuando el "Príncipe japonés" se fijó en él?

_Winwin hijo. _Llamo su madre desde afuera.

Rápidamente abrió la puerta, allí se encontraban Chao Lu y su madre.
Se congeló al verla, esa no era la misma chica que conoció hace años atrás, en ese entonces era algo extraña, sus coletas a los lados de su cabeza habían desaparecido, sus dientes estaban rectos y blancos, además su piel ahora se veía realmente bien.

_Winwin ven, ayudanos con las maletas. _Dijo su madre antes que pudiera saludar.

_Si, voy.

Se encontraba en el sofá junto a Chao Lu, su amiga de la infancia pero por alguna razón se sentía extraño, ¿Tal vez es porque ambos habían crecido y estaban  distintos?

_Sicheng.

_¿Si?

_¿Como has estado? Supongo que muy ocupado.

_Estuve bien, estudie mucho aquí. ¿Tu?

_Tambien estudie mucho en China.

_Winwin, ¿Como te fue en la fiesta ayer? _Interrumpio su madre, mientras que cocinaba algo para las invitadas. _No pude preguntar en la mañana.

_Fue divertido.

_¿Tan divertido que olvidaste decirme que te quedarías allí?

_En verdad lo olvidé, lo siento.

El día paso lentamente, las horas parecían eternas y cada vez se sentía más incómodo, no tenía idea de como entablar una conversación, tampoco sabía si le seguían gustando las mismas cosas que antes, tal vez ya no quería hablar sobre extraterrestres, las estrellas,  sirenas o unicornios mágicos como cuando eran niños.

Subió a su habitación, se recostó sobre la cama viendo esas pegatinas otra vez ¿No estaba ya grande para ese tipo de cosas?