Cobarde

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De camino a Shinra, Iris no había abierto la boca en ningún momento, no había pronunciado ninguna sola palabra, ni un suspiro, absolutamente nada

"Mira quién fue hablar. A diferencia tuya, yo acepto lo que tengo. Si me toca ser un monstruo, sin honor o sueños, lo aceptaré"

Esas palabras estaban en la cabeza de Iris y no se iban, por más que intentara pensar en otra cosa. Sefirot tampoco es que diera conversación, no porque él estuviera también pensando si no porque él nunca solía empezar conversaciones, por eso le extrañó bastante que su amiga no dijera absolutamente nada

- If, ¿Pasa algo? -pregunto el soldado

- No, no pasa nada, ¿Por qué lo dices?

- Ni has abierto la boca desde que salimos del reactor. Por cierto, ¿Sabes algo de Zack?

- Le he mandado un mensaje y me ha dicho que está bien, que estaba averiguando la manera de subir y de paso ver un poco los suburbios

- If no estarás pensando en lo que ha dicho Génesis, ¿Verdad? -añadio con sospechas de que su amiga se estaba calentando la cabeza por algo que no lo merecía

- Por supuesto que no. No creo en Loveless, respeto que es una obra muy querida pero Génesis se pasa de castaño a oscuro -contesto algo molesta al recordar a su amigo, incluso empezó a cuestionarse si decirle amigo

A pesar de aquella breve conversación, Sefirot esperaba que eso fuese lo que atormentaba a Iris, y que hablar de ello la ayudaría a volver a la normalidad, al igual que ella estuvo haciendo con él semanas atrás. Pero incluso, cuando llegaron al edificio Shinra, Iris la cual estaba sentada en una de las salas de descanso esperando a que la llamarán, ya que era su turno de guardia, no se escuchaba nada de esa sala, varios soldados que pasaron por allí se sorprendieron al ver a la soldado porque del silencio que había nadie podía esperarse que estuviera allí, a menos que mirarán quien le tocaba la hora de guardia. No decía nada, se quedaba ahí sentada con las piernas cruzadas y apoyando su cabeza en su puño y este en el brazo de la silla con los ojos cerrados, seguramente estuviera despierta pero era la mejor manera de descansar que tenía.

Sefirot mientras tanto no sabía cómo sonsacarle a su amiga lo que le pasaba, al principio pensó en hacer lo que ella hizo semanas atrás, pero al darle vueltas varias veces pensó que, conociendo a Iris, no era la mejor manera emborracharla, ya que antes del 2 seguramente ya tendría resaca. Además de que no se lo pondría fácil, Iris se le daba bien escuchar problemas y todos los soldados de la compañía lo sabían, pero no era la mejor hablando de los suyos. Sobre todo teniendo en cuenta lo que le dijo muchas tiempo atrás

- ¿Me prometes no decírselo a nadie?

- Ah... Si claro

- Cuando mi abuelo murió, estuve un tiempo enferma, de -era incómodo hablar de ello, así que la chica se cortaba constantemente- Tuve depresión, era quien era gracias a él y ver que su sillón del salón estaba vacío me bloqueaba, por eso dije que necesita un cambio, pasar página, por eso me uní a SOLDADO. Mi abuelo llegó a ser general del cuerpo de élite de la infantería, pero aún así el solía luchar con Oblivion, por eso decidí aprender de él incluso después de morir. Me... Me vine a Midgar con tal de poder superar aquello

Final Fantasy VII Swords BrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora