Hope | Harry Potter

HOPE

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—Severus, corremos mucho peligro en este momento. Él está tras Harry... está tras mi pequeño.

Lily suspiró mirando los ojos negros del que un día fue su mejor amigo. Severus se mantenía callado, pero la preocupación de que algo le pasara a la mujer que tanto amaba estaba ahí, presente. El corazón del pelinegro se aceleró un poco cuando notó como las manos de la pelirroja se colocaban de forma maternal en su vientre. Ahí entendió todo.

—No sé que pasará conmigo y con James, pero no quiero que le arrebaten la oportunidad de crecer... y por eso es que necesito tu ayuda. Si a James y a mí nos pasara algo, Harry tendrá a Sirius, es su padrino y en dado caso su tutor.

El azabache aún se mantenía en silencio, mirando las manos de Lily como si no hubiese nada más alrededor de él, mientras ella continuaba hablando.

—Quiero que seas el padrino de ella.

Ella. Era una niña. Lily estaba embarazada de una pequeña princesita. Severus alzó la cabeza para mirar esos ojos verdes que tanto le encantaban. Por dentro, sentía una sensación de paz indescriptible, porque después de tantos años, después de haber cometido tantos errores, parecía que se estaba reconciliando con la persona más importante para él. Y aunque esa bebé no fuese suya, sentía que era un honor que Lily lo eligiera para ser su padrino.

—No te pasará nada. Vivirás muchos años para ver a tus hijos crecer, a ambos.

La pelirroja sonrió y se acercó para abrazar al azabache; algo que este no se esperaba en lo absoluto. Al principio se quedó inmóvil, pero después le correspondió y se dio cuenta de que necesitaba mucho de aquel abrazo.

—No sabemos lo que el futuro tiene preparado para nosotros. Encontré un hechizo, para que si algo me pasa a mí... ella esté bien. Es un proceso complicado y necesito también tomar una poción cada noche y lo cierto es que no conozco a nadie mejor en pociones que tú. Y con lo del hechizo, es... algo diferente a lo que estamos acostumbrados. Talia me ayudará con eso. 

Severus asintió con la cabeza. Estaba dispuesto a ayudar a la pelirroja en todo lo que fuese necesario.

—Lily, lo siento mucho.

Ambos se sintieron mejor a partir de ese día, su relación estaba mejorando nuevamente y estaban volviendo a ser los amigos que solían ser. 

El 31 de octubre, los espíritus estaban demasiado inquietos y eso Talia lo podía notar. Sabía que algo malo estaba por pasar. Y todo se derrumbó cuando sintió la magia golpear en su vientre. Lily estaba muerta. Su mejor amiga, a la que consideraba una hermana estaba muerta. Y esa noche no fue solo Talia la que lloró abrazando su estómago. Severus Snape sintió como el alma se le iba del cuerpo al ver a la pelirroja sin vida en el suelo. 

Lily y James Potter murieron esa noche. 

Pero dejaron un motivo de esperanza en el mundo mágico. 

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