Cap 4

226 16 1
                                    


Llegue al lugar acordado con Paolo, vestía algo muy informal pues se suponía que iría a la "biblioteca", miraba el reloj constantemente pues la duda me carcomía, necesitaba saber que era lo que los Vásquez estaban tramando. Una camioneta negra se estacionó enfrente de mi regresándome a tierra pues me estaba imaginando bastantes cosas de esas cuales causaron que mis nervios incrementaran.

"Sube" ordenó Paolo sin bajar de la camioneta, abrí la puerta y entre a la misma sin decir ninguna palabra, ambos estábamos callados y ni siquiera me había volteado a ver, mis manos comenzaban a sudar y era bastante incómodo y necesitaba calmarme porque así no llegaría a ningún lado.

La camioneta detuvo su andar, llegamos a una enorme casa que por fuera se veía bastante elegante incluso podría decirse que era mejor que la Casa Blanca del presidente. Cerré la puerta después de haber bajado, mire a Paolo el cual solo me hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera, entramos en aquella mansión dirigiéndonos al despacho del hombre, sus hombres salieron de aquel lugar para darnos privacidad y así poder hablar más cómodo algo que le agradecí mentalmente pues sus hombres altos y toscos me hacían ponerme nerviosa.

"Siéntate, por favor" Paolo tomó asiento en su silla de piel, sirvió whisky en las rocas para ambos.

"Hablemos del trato que querías hacer con mi padre, ¿de que se trata Torvas?" Pregunte sin más rodeos, no quería caer en su jueguito de seducción, mantenía mi expresión neutra tratando con todo mi ser no caer ante sus encantos, ante sus ojos que no podía dejar de soñarlos desde la primera vez que lo vi.

"Vaya, entonces si te tomas muy enserio los negocios, ¿no es así?" Comentó tomando su vaso al cual le dio un sorbo al licor.

"Paolo, me querías a mi así que vamos al grano que no tengo tanto tiempo, yo si tengo cosas que hacer" suspire pesadamente sin apartar la mirada del chico que tenía frente a mi el cual borro su sonrisa automáticamente, se puso de pie rodeando el escritorio para recargarse en el mismo y quedar frente a mi, mis manos se convirtieron en puños enterrando mis uñas en las palma de mis manos. "Habla ya" ordene en voz baja esperando algo por parte del mayor.

"Seré muy directo contigo, te quiero en mi negocio por las rutas, estarías ganando muy bien, el negocio incrementará las ganancias gracias a ti pero tu padre se va a retirar de esto, nos está dando mucha competencia, los proveedores que teníamos considerados para firmar contrato nos rechazaron gracias a que prefirieron hacerlo con ustedes y ahora las ventas de ellos también han incrementado gracias a ti, a tu inteligencia, eres muy dotada pues es muy raro ver a una mujer involucrada en este tipo de negocios" se encogió de hombros restándole importancia a su comentario machista, tomó aquel vaso y nuevamente bebió de aquel licor "Está mansión también podría ser tuya, una fortuna estado en tu poder"

"Comienzo a entender pero no es necesario que des detalles de todo lo que puede ser mío, quiero que tengas algo muy en claro Paolo, yo no dejo ni el negocio ni a mi padre, deja a lado el vínculo familiar que tengo con el, me protege y está conmigo a donde siempre voy excepto aquí porque no quería preocuparlo, tengo todo lo que quiero gracias a mi y a mi inteligencia como dices tu, no necesito estar robando a mis clientes para tener millones a mi poder, como tú comprenderás" Me puse de pie mirando a Paolo desafiante, ya no me sentía nerviosa ni cohibida estando con el, el mayor no me quitaba la mirada de encima como si buscara algo más de información o solo me estaba examinando, no lo sabia pero su mirada ya no me causaba nada o al menos en ese momento no.

"Me gusta tu carácter, eres muy intrépida y tienes iniciativa, por eso te necesito aquí" Alce mis cejas sorprendida por su comentario, al parecer a Torvas le daba igual lo que le había dicho hace un momento.

"Mira Paolo, puedo dejártelo más claro, si yo quiero tú y tu padre quedarían fuera de este negocio solo con tronar mis dedos" amenace sin tener algún miedo, Paolo tenso su mandíbula y dejó el vaso el sobre el escritorio, chasqueó su lengua y negó con la cabeza suavemente.

"¿A sí?" Una carcajada salió de él, como si no le
importará lo que le estaba diciendo, este tipo de actitudes colmaban mi paciencia. "Quiero que te quede algo muy en claro t/n, al igual que tú tengo bastante poder así que no me vengas amenazar en mi propia casa"

"¿Tu casa, o la de tu padre?, dejemos estas peleas de niños pequeños porque es evidente que no vamos a llegar a ningún lado, ahí está mi respuesta, no trabajaré contigo y quiero que dejes en paz a mi padre porque..." Paolo tomó mi brazo con brusquedad acercándome a él, sentía su respiración chocar contra la mía, mi respiración se agitó pues no estaba en mis planes el tenerlo así.

"¿Por qué, que?, ¿ah?" Pregunto sin apartar la mirada de mis ojos, trague saliva con dificultad al ver cómo su mirada se había centrado en mis labios, Paolo sonrió de lado esperando alguna respuesta.

"Porque no me importaría mancharme las manos de sangre, menos si viene siendo de un Vásquez" Me solté de su agarre con un movimiento brusco, me separé de él y me di la vuelta para salir de aquel lugar.

¿Que se creía? Seguro a de pensar que como es atractivo puede tener lo que sea a su alcance pero no será así, conmigo no. No puedo negar que sentí deseos de besarlo ahí mismo, quería quitar todo lo que había en su escritorio y que me follara despiadadamente pero no, el niño de papi tenía que salir con comentarios machistas, Torvas me estaba causando muchos problemas, a mi padre por los negocios y a mi por sentir una atracción sexual hacia el, me lo había imaginado en varias formas y joder, tengo que quitar a ese chico de mi camino y borrarlo de mi mente porque todo esto que hable con el quedaría en vano.

Llegue a casa, mi padre no estaba, le marqué pero me mandaba a buzón así que pregunte a uno de sus hombres.

"¿Sabes en donde esta mi padre?" Coloque el teléfono en mi oreja, le había llamado pero seguía sin responder, me mandaba a buzón directo.

"No se si deba decirle, el me dijo..."

"¿El le dijo que? Dime" ordene inmediatamente.

"Después de que salió usted de casa de los Vázquez, lo llamaron a el, lo necesitaban sólo pero hay hombres resguardando el lugar para cualquier cosa que suceda"

"Espera, ¿supo que fui a casa de los Vásquez" Paolo, pensé.

"Si, si ese teléfono suena es qué pasó lo peor" señaló un teléfono celular, ese que avisaría cuando asesinaran a uno de nosotros.

Mi padre estaba en peligro, tomé mis cosas y salí de casa dispuesta a ir nuevamente con Torvas pero los hombres de mi padre lo impidieron, sabrían que podría causar más problemas o que nos mataran a los dos, forceje para poder irme pero ellos eran más, necesitábamos esperar algo que nos informara que mi padre estaba bien.
¿Quieres jugar sucio Torvas? Bien, porque te metiste con la chica equivocada.

———————-
Tarde en actualizar por las tareas que me han estado encargando, una disculpa, igual trataré de estar subiendo dos capítulos por semana, muchísimas gracias por leer, se los agradezco millones.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 05, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MAFIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora