Capítulo 9

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Después de tres semanas, por fin le iban a quitar la escayola a Megan, la pequeña volvía a estar contenta porque necesitaba volver a hacer las cosas que le gustaban y que no podía por tener la escayola; como bailar, como jugar con sus amigos o simplemente hacer competiciones con Edurne para ver quien aguantaba más haciendo el pino.

Hoy todos estaban contentos por Megan, Clara estaba preparando la comida favorita de Megan mientras que Jan se estaba preparando para llevar a Megan al hospital.

-   Vamos pequeña, que llegamos tarde – gritó Jan desde el comedor tiernamente. Él sabía que estaba nerviosa porque nunca se había roto nada y tenía miedo que le hiciesen daño quitándole la escayola, pero lo que ella no sabía era que eso era lo que menos dolía.

Después de diez minutos bajó Megan son una sonrisa de oreja a oreja, detrás de ella bajaba Edurne hablando por teléfono y cuando vio a Jan le salió, inconscientemente, una dulce sonrisa. Él lejos de evitar que esa sonrisa se quedara en vano, fue a abrazarla mientras Megan desayunaba lo que Jan había preparado.

-   Buenos días a ti también – susurró Edurne cerca del oído de Jan.

Jan carcajeó levemente, estaba tan encantado con la chica que tenía delante, ya no podía esconder lo que sentía por ella, ni lo pretendía esconder. Estaba tan feliz de no tener que preocuparse por Edurne, de no tener que quedarse noches enteras sin dormir viendo la tele para no ir a romperle la cabeza al chico con el que estaba ella, estaba feliz porque al fin y al cabo, ella lo era.

-   Vamos Jan, que llegamos tarde – dijo Megan riendo levemente, Edurne sonrió y le dio un beso en la mejilla antes de que Jan se separara.

-   Ahora vas con prisas – reían todos ante esa respuesta.

En cuanto Megan y Jan se fueron al hospital, Clara salió de la cocina hacia el salón buscando a Edurne y la encontró desayunando, así que ella se sentó también para hacerle compañía.

-   Buenos días, quería hablar contigo – dijo Clara en tono serio, Edurne asintió levemente y la miró.

-   Dime – contestó con desidia Edurne dejando de comer.

-   No quiero que hagas daño a Jan, es muy buen chico y cada vez que haces una de tus tonterías le afecta a él y a la familia – Edurne solo podía asentir ante las duras palabras de su madre. – Por eso quiero que seas sincera con él, se lo merece – continuó hablando Clara con la mirada fija en su hija.

Estuvieron hablando durante un buen rato, Clara ya no podía aguantarse las palabras que necesitaba decir a Edurne, ella no se daba cuenta de que le estaba haciendo daño a él, a su familia y a ella misma. Clara con sus palabras invitó a la reflexión de Edurne, necesitaba pensar en las consecuencias de sus actos y que todo conllevaba alguna consecuencia y que fuese cual fuese había que afrontarla.

Al cabo de una hora llegaron Megan y Jan, se les escuchó llegar porque la pequeña gritaba y reía, Jan le estaba haciendo cosquillas mientras que en brazos y le daba vueltas como si fuera una noria. Clara sonrió al escucharlos y miró a Edurne disimuladamente, ella estaba mirando la puerta fijamente con una sonrisa tierna.

-   Hola – dijo Jan riendo y dejando a Megan en el suelo, la pequeña se fue corriendo a abrazar a su madre. – ¿Podemos hablar? – preguntó Jan y eso hizo sacar de sus pensamientos a Edurne, ella asintió y subieron los dos hacia la habitación de Edurne.

Jan fue el primero en sentarse en la cama, luego le tendió la mano para que se sentara encima de él, Jan le pasó las manos por la cintura, acercándola más a él.

-   ¿De qué querías hablar? – preguntó Edurne con ternura, ella cada vez que estaba cerca de Jan, se ponía nerviosa y le costaba articular las palabras. Aunque no se notase, adoraba a aquel chico.

-   Pues quería hablar de ti, de mí, de nosotros – empezó Jan rápido, estaba nervioso, se podía notar a kilómetros de distancia. Edurne lo tranquilizaba acariciando la parte de atrás de su cuello.

-   Tranquilo – logró decir convincente Edurne, parecían dos adolescentes ante su primer amor, Jan asintió i prosiguió.

-   Quería hablar de mis sentimientos hacia ti, hace mucho que estoy enamorado de ti, hace mucho que no soporto verte llegar de madrugada con otro chico,  hace mucho que me gustaría ser una parte indispensable en tu vida, hace mucho que no puedo verte y no abrazarte ni darte un beso – Jan iba a continuar, pero Edurne lo evitó besándolo, ella simplemente hizo callarlo de la mejor manera que puede haber y él, aceptó que había llegado la hora de demostrarlo con hechos.

DARK WOLF (EDITANDO)Where stories live. Discover now