Loud² [Changlix]

Nᴏᴠᴇɴᴛᴀ

-- Lixie, ya lo practicase tres veces, te vas a cansar antes de la presentación -- dijo el pelirrojo, bajando la tapa que protege las teclas del teclado.

Félix respiraba algo agitado, sus nervios sólo habían aumentado con esas prácticas, y el reloj en la pared tampoco ayudaba.

-- Cariño -- Changbin colocó una mano sobre su cintura, rodeándolo por detrás, Félix dió un pequeño salto por el toque, se encontró con los atentos ojos de su novio -- ¿Quieres comer algún dulce? ¿Para tranquilizarte?

Félix negó, su estómago se había cerrado por los nervios, buscó la mano de Changbin para tomarla, presionandola entre las suyas, sintiendo que su bebé lo necesitaba, el mayor lo abrazó, el castaño escondió el rostro en su cuello.

-- ¿Por qué tan nervioso, bebé? – murmuró Changbin, aunque el menor sólo se encogió de hombros --. Minho me mandó un mensaje, ya está aquí, ¿Quieres ir con ellos? -- Félix asintió, separándose del abrazo y caminando de la mano juntos comenzaron a buscar a sus amigos.

No fue difícil encontrarlos, siempre habían usado el método de buscar a Jisung primero, era reconocible desde lejos, y a su lado iba a estar Minho.

Cuando se encontraron, no faltaron los comentarios de que no habían dicho a dónde estaban y de que no contestaban los mensajes, que podían ponerle pausa al sexo por su amistad, lo esperaban en parte.

Pero lo que Changbin no se esperaba fue la pregunta de Minho, cuando iban camino hacia en lugar donde sería la presentación, que usaban como gimnasio y que tenía un escenario.

-- ¿Le dijiste a tu madre de la presentación?

El pelirrojo frunció el ceño.

-- La señora Lee no, tu madre, biológica -- aclaró el pelirrosa.

Changbin negó.

-- No, para nada -- dijo --. Tuve que bloquearla de todos lados porque no dejaba de mandar mensajes y llamarme, no tengo contacto con ella desde hace meses.

-- Está aquí.

-- ¿Qué? -- miró a Minho sin querer creerlo, el chico asintió --. Mierda, ¿Qué hace aquí? – comenzó a ver alrededor para intentar encontrar una cabellera rubia, pero ninguna de las que veía parecía ser su madre.

-- Esa mujer está loca, Changbin -- dijo Minho --. Perdón por decirle así, pero

-- Está bien, tienes razón, Minho, no me ofende.

Minho suspiró y se encogió de hombros.

-- Y... ¿Si cam-bió? – preguntó Félix, quién hasta entonces había escuchado en silencio mientras caminaba de la mano con Changbin.

-- ¿Crees que la gente así pueda cambiar? -- preguntó Minho.

Félix asintió.

-- Quizás se dió cuenta que no tienen remedio y viene a hacer las pases -- dijo Jisung, se encogió de hombros.

"Eso quisiera creer" pensó Changbin.

-- ¡¿Qué hacen ustedes ah?!

La voz histérica de Chan hizo a los cuatro voltear con miedo, el pelinegro se acercó a ellos a paso apresurado.

-- Los tortolos, tienen un dúo, deben estar atrás del escenario, empezamos en diez minutos.

Los ojos de Félix se abrieron de más al escuchar el poco tiempo que le quedaba, apretó con más fuerza la mano de Changbin, quién devolvió el apretón para demostrar su apoyo.

Apenas murmuró unos "Sí, sí" mientras caminaban apurados hacia una puerta que daba hacia bambalinas, sin querer escuchar al estresado y nervioso director.