IMAGINA 28

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El sol me impactaba en la cara haciendo que tuviera que fruncir el ceño y taparme la cara con la mano para poder seguir haciendo mi labor, ¿Qué labor? La de recoger maldito estiércol, porque era algo que esta panda de hombres, inútiles, narcisistas y hormonados no quería hacerlo. Y habían tenido la maravillosa idea de mandarme a mí.

-Malditos imbéciles- se me escapa esa maldición de la boca al mismo momento en el que meto otra pala de tierra en el cubo.
Aunque suene estúpido hay una sola persona que se salva de todos mis insultos y maldiciones que hecho antes de ir a dormir.

Newt, aún no he encontrado un insulto que le describa porque es malditamente perfecto, con su pelo rubio, su mal humor al despertarse y esa sonrisa que me dedica cada vez que me pilla mirándole, soy una jodida acosadora, pero esque desde el primer instante él acaparó toda mi atención, ayudándome a subir y siendo el primero en romper el hielo ante las miradas confusas de toda esta panda de inútiles.

-No deberías alejarte tanto- suspiro sin poder evitarlo, siempre se preocupa por mí, al principio me abrumaba un poco, pero me he acostumbrado tanto que ya lo encuentro hasta tierno.

-No te preocupes ya he terminado- me doy la vuelta y le veo apoyado en el árbol mirándome con un brillo que no consigo descifrar, pero que me encanta.

Tontamente nos quedamos los dos mirándonos como si fueramos la perfección personificada, aunque yo dudo mucho que lo sea porque debía estar sudada y llena de tierra.

Da un pasó, despacio, como cercionándose de que no me voy a ir corriendo. Da dos pasos más, esta vez un poco más rápido.

Hace los mismo gestos hasta que está cerca de mí, muy cerca, siento su mano en mi barbilla, me sube la cara, para que nuestras miradas conecten.

En este preciso instante parezco un flan temblando, porque no se qué narices esta pasando, pero su tacto es tan suave y tan cariñoso que siento como las piernas me tiemblan.

Me acerca más a él sujetándo mi cintura, haciendo que nuestros pechos se peguen, puedo sentir el corazón de ambos saltando frenéticamente.

Sus labios se acercan a los míos y siento que me voy a desmayar, no sé de dónde sale mi fuerza de voluntad pero los uno, nuestros labios se encuentran en un baile lento tímido, con pequeñas sonrisas de por medio.

Cuando nos separamos, me sonríe y pega nuestras frenetes.

-Creo que vendremos juntos más veces a por estiércol-vuelve a juntar nuestros labios y el tiempo se detiene.

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Holaa, espero a que estéis bien, seguiré haciendo unos cuantos imaginas más del Corredor del laberinto, aunque lo iré intercalando con otros normales y variados.

Os leo💕

IMAGINAS (THOMAS SANGSTER)Where stories live. Discover now