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Por fin llegó a la última estación del tren que lo llevo a su destino; Baudelaire, por fin había llegado, ahora solo tendría que esperar a que llegarán por el. Su tía había enviado a alguien para que pasara por el y al parecer esa persona había llegado, un hombre palido, alto, con gafas, un traje negro y un cartel en sus manos con el nombre Kim SeokJin, cuando el castaño lo vio a lo lejos se dirijio a él mostrando una sonrisa en su rostro y cuando por fin estuvo al frente de aquel hombre le dió una reverencia, mientras que se presentaba. El hombre le saludo y de igual manera hizo una reverencia ante el joven para después tomar las maletas del castaño e ir a la salida de la estación con el joven caminando de tras de el.
SeokJin subió a la camioneta en la que el hombre metió su equipaje, para que después el hombre subiera a la camioneta y arrancará para el instituto del castaño.

SeokJin estaba realmente emocionado, el camino al instituto fue maravilloso, la ciudad era realmente increíble, los grandes edificios, la gente paseando por las calles, Miles de negocios y mucho bullicio. Talvez para otros sea algo realmente normal pero para él era una nueva e increíble experiencia, era la primera vez que salía de su pueblo natal y estar en un lugar como este para el es lo más sorprendente.

Cuando por fin llegaron al instituto se veía una fila increíble de camionetas y autos último modelo, de todos ellos bajaban chicos y chicas con el uniforme del instituto, todos se veían tan...¿Adinerados? Zapatos de marca, mochilas de aparecía realmente costosa y el ego hasta las nubes.
Jin solo pudo suspirar cuando los vio, pensando en que talvez sería mejor regresar a su hogar y no estar rodeado de tantos niñas y niños presumidos.
Pero el no se rendiría tan rápido, bajo de la camioneta, mientras que el chófer bajaba sus cosas del maletero.
SeokJin volteó a ver a aquel hombre palido, tomo sus maletas y suspiro.

—Anímese señorito, ya verá que no será tan malo como usted cree, usted puede.— aquel hombre lo miro mientras que le dedicaba una pequeña sonrisa.

SeokJin sonrió ante aquel comentario y dió una pequeña reverencia mientras que le daba las gracias para después caminar hacia las puertas del instituto.

Cuando llegó a la entrada una mujer le recibió con una sonrisa, para después preguntar si era un estudiante de nuevo ingreso, ya que este no portaba el uniforme del instituto, SeokJin asintió y la mujer le pidió que le siguiera para después llevarlo a las oficinas de la dirección para ver la asignación de su dormitorio y que le dieran los uniformes del instituto.

Después de eso, el castaño ya se encontraba de camino a su dormitorio, con una hoja en mano con el número de su habitación.
Muchas personas se le quedaban viendo y susurraban cosas que el pensaba eran sobre el y claro que no se equivocaba, algunos pasaban a su lado y le guiñaban un ojo mientras que le sonreían de manera coqueta. Otros simplemente lo miraban con desagrado y envidia.
Pero por fin había llegado, habitación 275, tomo la llave de la habitación pero antes de que pudiera meter la llave en la perilla la puerta fue abierta dejando ver a un hombre alto y de cabello castaño ondulado, vistiendo las prendas de la escuela. Parece que aquel hombre era su compañero de habitación.

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